DESENREDAR LA VIDA
Muchas veces nuestra situación de vida presente parece
condicionarnos completamente. Asumimos en el pasado diferentes
responsabilidades que ahora limitan nuestras posibilidades de actuar con
libertad. Y es probable que hayamos adoptado, tal vez de manera inconsciente,
ciertos modelos o estereotipos de lo que debemos ser o hacer, y ahora no nos
resulte fácil recuperar nuestra propia independencia.
Si este es el caso, podemos considerar que nuestras obligaciones, responsabilidades y compromisos se parecen un poco a un «enredo», como el de la imagen. Al principio puede parecernos muy difícil resolver nuestro propio enredo personal y esto tal vez nos desanime y nos haga postergar tomar las decisiones que nos vayan liberando. Pero normalmente podemos deshacer cualquier enredo, por más intrincado que sea, si nos tomamos el trabajo de ir desanudando una por una cada situación que actualmente pueda estar limitándonos.
El primer paso es tomar consciencia de que nuestra condición
actual es, en gran medida, consecuencia de diferentes decisiones que fuimos
tomando en el pasado. Y que podemos tomar nuevas decisiones que nos vayan
devolviendo la libertad.
Vocación vs.
obligaciones
Se supone que deberíamos descubrir nuestra vocación mientras
todavía somos muy jóvenes, y decidir en ese momento a qué vamos a dedicarnos
luego, durante toda nuestra vida. Pero creo que esa es una simplificación
exagerada de una verdad más general. En realidad, a lo largo de nuestras vidas
tenemos diferentes vocaciones y en cada etapa podemos identificar una actividad
en particular a la que nos gustaría dedicar nuestro tiempo y nuestra energía.
A veces puede parecernos difícil ser fieles a nuestra
vocación o hasta nos cueste descubrirla. Es que a lo largo de todo el proceso
de nuestra educación nos dicen «NO» a casi todo lo que espontáneamente nos
gusta y nos obligan a concentrarnos en diferentes actividades que son más bien
aburridas, y esto no favorece precisamente el descubrimiento de nuestra propia
vocación:
Atrévete a pensar por ti mismo, por Borja Vilaseca.
Además, la sociedad nos condiciona para que nos resulte difícil apartarnos del camino que ya tiene trazado para nosotros, un camino que normalmente no contempla nuestros gustos y preferencias.
Este video es muy estimulante y su mensaje acerca de la
vocación es simple y claro:
Si el Dinero no Importara, ¿qué harías?, por Alan Watts.
En el video, Alan Watts parece dirigir su mensaje a las personas jóvenes, que aún no han tomado las decisiones más importantes, esas que determinarán en gran medida la trayectoria general de sus vidas. Sin embargo, pienso que cualquiera sea nuestra edad y la situación en la que nos encontremos, siempre podemos permitirnos, en alguna medida, hacer aquellas cosas que más nos gustan.
Para «desenredar»
nuestras vidas
Lo primero: pedir a Dios que se nos muestre nuestra
verdadera vocación, que nuestro camino se vea libre de los obstáculos que
nuestro esfuerzo individual nunca podría superar y que todos los recursos
necesarios vengan a nuestro encuentro para que podamos cumplir nuestra misión
personal en esta vida.
Haz lo que te gusta y te llegará el dinero. Ama lo que
haces y te llegará el dinero. Tienes derecho a ganarte bien la vida y disfrutar
haciéndolo. Si buscas la manera de hacer algo que te guste, la Vida te mostrará
el camino hacia la prosperidad y la abundancia. Cuando el trabajo se transforma
en juego y diversión, resulta no solo agradable y gratificante, sino también
muy provechoso en el aspecto material. Convierte tus pensamientos de pobreza en
pensamientos de prosperidad y verás cómo atraes a tu vida el trabajo que
deseas, satisfactorio y muy bien remunerado. Louise L. Hay
Este mensaje de Louise Hay puede parecer exageradamente
optimista, pero la clave para que resulte cierto en nuestras vidas es tomarlo
literalmente. Comienza diciendo «Haz lo que te gusta y te llegará el dinero».
Esto significa que primero tenemos que identificar esa actividad a la que
podemos dedicarnos por placer sin prestar atención al paso de las horas y sin
preocuparnos por recibir compensaciones. No podemos pasar por alto este primer
paso. Durante muchos años dediqué días enteros al desarrollo de este blog, solo
por el placer de verlo crecer… y ahora recibo propuestas laborales muy
interesantes gracias a que muchas personas lo visitan.
Realmente vale la pena hacer todos los cambios que sean
necesarios en nuestras vidas para poder ocupar nuestro auténtico lugar en el
mundo, porque cuando actuamos para cumplir con nuestra verdadera misión
alcanzamos resultados que de otro modo estarían fuera de nuestras posibilidades
ordinarias:
Concretamente:
- Aunque
a veces nuestras obligaciones parezcan ser obstáculos insuperables,
siempre está dentro de nuestras posibilidades tomar algunas sencillas
decisiones. Y es posible que con dar los primeros pasos y mostrar la
voluntad de cambiar, el Universo nos sorprenda mostrándonos nuevas
posibilidades.
- Si
el problema inicial es que actualmente estamos desconectados de lo que
anhelamos íntimamente y no somos conscientes de nuestra vocación, entonces
lo primero será preguntarnos qué es lo que más nos gusta hacer e ir
cultivando esas actividades en la medida de nuestras posibilidades.
También podemos repetir una sencilla oración pidiendo que se nos muestre
cuál es nuestra misión.
- Las
actividades que estamos tratando de identificar suelen ser aquellas que
podemos llevar a cabo con entusiasmo durante horas casi sin notar el paso
del tiempo.
- Es
necesario confiar… Confiar en la vida, confiar en que las cosas saldrán
bien, confiar en las personas que nos rodean, y confiar en nosotros mismos
y en nuestro potencial.
- El
Universo necesita que ocupemos nuestro lugar…
Por último, las experiencias de otras personas pueden
servirnos de ejemplo y mostrarnos modelos alternativos. Hace mucho tiempo mi
mejor amigo dejó el empleo estable en el que había trabajado por años y se fue
a vivir al campo (a «El Bolsón», en la Patagonia argentina) a cumplir su sueño
personal. Debió superar primero dificultades familiares y económicas, además de
sus propias limitaciones y temores. Más tarde yo también me animé a dejar mi trabajo
formal y a vivir mi propia aventura, pero en parte fue gracias al ejemplo real
y concreto de mi amigo.
También viví una larga temporada en comunidades rurales,
donde personas inteligentes y creativas vivían de manera muy sencilla y en
estrecho contacto con la naturaleza, ejerciendo su libertad de una manera
maravillosa. Obtenían sus ingresos dictando cursos y ofreciendo diferentes
servicios, como el diseño de sitios web, oficio que aprendí allí, en medio del
campo.
Finalmente no adopté para mí esos modelos, esas formas de
vivir. Pero me ayudaron a comprender que había diferentes alternativas al único
modelo de vida que había conocido hasta entonces. Y a partir de ahí pude
emprender mi propio camino personal.
Axel Piskulic
https://www.amarseaunomismo.com/desenredar-la-vida-y-vocacion/
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