Llegó la hora de hacer nuestro mejor esfuerzo… |
NUESTRO MEJOR ESFUERZO
Una de las ideas que normalmente
trato de compartir es que la vida es casi siempre muy simple y fácil
de disfrutar. Y cuando no podemos verla así en general es porque nos
concentramos en ciertos aspectos negativos de lo que sucede a nuestro
alrededor y condicionamos nuestro bienestar a la solución de una
interminable lista de problemas.
También muchas veces propongo
recordar que estamos en manos de un Poder Superior, al que siempre
podemos recurrir cuando no nos sentimos bien o si necesitamos algo
que no podemos conseguir con nuestro propio esfuerzo individual. En
realidad somos parte de ese Poder Superior, y podemos volver a
conectarnos con esa Fuente a través de cualquier actividad que
expanda nuestra conciencia, como la oración, la práctica de la
meditación o la apreciación deliberada de cada cosa buena que nos
rodea aquí y ahora.
Aquietar nuestra mente y experimentar
gratitud serían las claves olvidadas para recuperar ese bienestar
que tanto anhelamos. Qué idea tan simple y poderosa…
Seguramente repito tanto este
mensaje porque es el que yo mismo estoy tratando de aprender…
Quisiera ser cada día como el protagonista de este breve video, que
comprende que algo no va bien en su realidad, que decide liberarse de
la pesada carga que lo limita y que tiene el coraje de elevarse
siempre, confiando en su intuición.
Porque aunque comprendamos que
la vida es simple y fácil de disfrutar y que podemos convocar a ese
Poder Superior, del que formamos parte, para crear conscientemente la
realidad que deseamos, de todas maneras tenemos que tomar la decisión
de hacerlo de una buena vez, debemos esforzarnos para sostener e
incrementar nuestro nivel de consciencia. Porque si no hacemos
nuestro mejor esfuerzo podemos seguir olvidando nuestra misión y
actuando indefinidamente de manera mecánica, como nos sucede
habitualmente cuando nos identificamos con nuestro ego y vivimos de
acuerdo a sus creencias limitantes.
Para ser felices tenemos que
esforzarnos y debemos ser disciplinados… aunque esta idea parezca
contradecir a casi todos los artículos de este blog!
Aquí otros ejemplos de lo bueno que puede ser el autocontrol y la disciplina para evitar caer en los viejos hábitos negativos que no conducen a nada bueno:
Vivir en la “Matrix”
Pareciera que una parte de
nuestra mente no quisiera nuestra evolución y que prefiriera que no
desarrolláramos al máximo nuestro potencial.
Esto no parece tan extraño si
pensamos que cada mañana, cuando escuchamos el despertador, también
hay una parte nuestra que preferiría poder seguir durmiendo
indefinidamente, que trata de retenernos en el sueño aunque la vida
real no se desarrolle precisamente allí.
Es que la parte de nuestra mente
(el ego) que se resiste siempre a nuestro “despertar espiritual”,
perdería entonces el control que ejerce actualmente sobre nuestros
pensamientos, emociones y acciones.
La situación podría resumirse
así: una parte anticuada y disfuncional de nuestro aparato psíquico
tiene el control y hace, discretamente y casi sin que nos demos
cuenta, todo lo que está a su alcance para conservar ese poder, aún
a costa de nuestro bienestar. Y como la realidad exterior es una
proyección de nuestro mundo interno, también podemos observar que
los poderes económicos y políticos del mundo se esfuerzan por
continuar dominándonos, cada vez de maneras más sutiles, aunque el
resultado general sea siempre negativo para todos.
El éxito de una película como
“Matrix” tal vez se explique en parte porque se trata de una
metáfora de nuestra propia experiencia: un mundo artificial donde
las personas duermen y el mundo real en el que no todos quieren
vivir.
Tips para despertar
- El indicador más preciso de nuestro nivel de consciencia es nuestro estado de ánimo. Si estamos contentos o de buen humor generalmente estamos “despiertos” mientras que si estamos preocupados o tristes (sin que nada realmente grave lo justifique) normalmente estamos “dormidos”.
- Podemos andar “dormidos” (y entonces angustiados en algún grado) durante horas, días, meses o años. De ninguna manera hay que aceptar que esta condición es normal.
- Sentirse bien no depende de la solución de los problemas que nos preocupan. Salvo en situaciones muy graves, podemos experimentar el bienestar que anhelamos ahora mismo.
- Cada vez que “despertemos”, aunque sea por unos breves momentos, podemos hacer un análisis rápido de cuáles son los problemas que nos tienen preocupados y ponerlos en su verdadera perspectiva. Normalmente no son tan serios como para quitarnos la alegría.
- Si estamos llegando tarde y eso nos angustia (y nos hace apurar el paso!) podemos “despertar” y comprender que la diferencia entre llegar 10 minutos tarde o 15 no justifica que vayamos tan apurados.
- Nuestros ingresos, la edad, el sobrepeso, la soledad o los conflictos pueden amargarnos sólo si estamos “dormidos”, si les damos a esas cuestiones un poder sobre nosotros que objetivamente no tienen.
- Ciertas lecturas contribuyen a nuestro despertar. Siempre recomiendo los libros de Louise L. Hay, Joe Vitale, Eckhart Tolle, Anthony de Mello, Wayne Dyer o Esther y Jerry Hicks… pero hay muchos otros autores en quienes podemos inspirarnos.
- Cada vez que nos encontremos en medio de una discusión acalorada por un tema irrelevante podemos estar bien seguros de que estamos durmiendo.
- En términos generales, estar insatisfechos con lo que sucede a nuestro alrededor es una señal de que debemos despertar. Eckhart Tolle lleva esta idea a un extremo que es un verdadero desafío aceptar. Él dice: “Aceptemos cada momento como si nosotros mismos lo hubiésemos elegido”.
- Si estamos dormidos… usemos el despertador! Cualquier teléfono móvil permite programar un “recordatorio” para dentro de 15 o 20 minutos. Cuando suene la alarma probablemente estaremos enredados con algún problema irrelevante, muchas veces imaginario, o “rumiando” algún pensamiento negativo. Y entonces podremos volver a relajarnos. Durante años tuve un Nokia 1100 y con la presión de una sola tecla podía repetir la misma alarma una y otra vez…
- Incrementar nuestro nivel de consciencia no es solo algo muy bueno para nosotros, para nuestro bienestar. Es también una responsabilidad, ya que somos parte de una sociedad que debe despertar en un planeta viviente que también evoluciona. Todo lo que hacemos tiene consecuencias y en la medida que vivamos con un mayor nivel de consciencia estaremos ayudando a las personas con las que nos relacionamos y también a los más jóvenes, a los que vienen detrás de nosotros en este misterioso camino que es la vida.
Y por último un video que tal
vez explica por qué a veces es tan difícil dejar de actuar
mecánicamente, pero que a la vez nos propone asumir la
responsabilidad de despertar, de cambiar y de vivir plenamente.
ME ENSEÑARON TODO MAL (Julia Zenco) |
Axel Piskulic
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