MI TITÁN PERSONAL
Hace un año
tal día como hoy llegué a la cima
de mi montaña,
conseguí ver a mi gigante personal
cara a cara...
Ese día aprendí una lección muy
importante
pues me había olvidado
de mi propia esencia,
y en el momento del combate
a pesar de estar en muy buenas
condiciones físicas,
olvide que la fuerza interior,
la del corazón,
es incluso más fuerte que la
física,
y si descuidas esa parte
de ti mismo que te llevó
a ser quien eres,
al camino de esa batalla tan
ansiada,
estas perdido...
Mens sana in corpore sano...
Luchar no solo con las manos o los
pies,
luchar con el alma y el corazón,
y poner lo mejor de ti
en todo lo que haces,
desde algo tan simple
como caminar o comer,
hasta pelear esperando a que caiga
la última gota de sudor que quede
en tu cuerpo,
eso es lo que te puede hacer
conseguir
todo lo que te propongas,
incluso lo que los demás
vean como una ilusión.
Y ese titan me venció...
Pero el verdadero guerrero
se forja de victorias y derrotas,
y si dejando mi motor,
mi fuerza interior y mi esencia
olvidadas
estuve cerca de derrotarlo,
ya puede esconderse
pues nos volveremos a ver,
y no se el resultado final
pero si se que sera un bonito
encuentro,
sobre todo conmigo mismo...
En el corazón de todo hombre, late
el alma de un guerrero.
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