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VALIOSOS DESCUBRIMIENTOS
La protagonista de este video es muy talentosa, pone verdadera pasión en lo que hace y ciertamente es muy perseverante. Pero solo consigue lo que tanto anhela cuando descubre una clave inesperada, uno de esos detalles importantísimos que a veces pasamos por alto aunque estén frente a nosotros.
En todo proceso de
aprendizaje atravesamos diferentes etapas. El primer paso normalmente es tomar
la decisión de comenzar a aprender y el último, si somos perseverantes, es
dominar aquello que estuvimos estudiando o practicando.
A lo largo de este
proceso, sobre todo cuando estamos estudiando algo difícil o complicado, vamos
descubriendo ciertas claves o “secretos” que lógicamente no conocíamos cuando
comenzamos.
Si queremos aprender,
un instructor experimentado o un buen libro pueden ser una guía invalorable.
Pero finalmente cada uno debe practicar hasta descubrir ciertos “trucos” muy
sencillos que son la clave para dominar eso que queremos aprender.
Hace unos días me
encontré inesperadamente frente a uno de estos valiosos secretos. Tardé mucho
tiempo en descubrirlo, quizás porque estaba seguro de que ya lo dominaba desde
hacía años.
Siento que di un paso
muy importante. Pero al mismo tiempo, al ponerlo en palabras, parece algo muy
simple y que yo ya debería saber muy bien porque hay largos artículos en este
blog acerca de este tema.
Aquí va “mi
descubrimiento”, expresado con sencillez por Louise
Hay:
Somos responsables en un ciento por ciento de todas nuestras
experiencias.
La idea no es nueva
para mí pero lo que sí es una novedad en mi caso es la profunda convicción que
surgió en mi interior acerca de la validez de esta increíble afirmación y la
certeza de que mi bienestar y mi evolución dependen de que la reconozca como
cierta en todas las situaciones, sin excepciones.
Últimamente volví a
poner mi atención en la técnica de Ho’oponopono, pero me di cuenta de que aunque comprendía y
aceptaba su mensaje central acerca de que debemos aceptar el ciento por ciento
de la responsabilidad por todo lo que forma parte de nuestra realidad, muchas
veces en la práctica lo “olvidaba”. Seguía discutiendo con las personas que me
mostraban puntos de vista que me parecían equivocados y seguía quejándome por
aspectos de la realidad que me disgustaban o molestaban.
Podemos seguir
debatiendo con otras personas y expresando nuestras opiniones con firmeza pero
a la vez con desapego, siempre que no olvidemos que realmente estamos
involucrados en todo lo que percibimos y que además dediquemos unos valiosos
instantes a pedir mentalmente a la Divinidad que sane la parte de nuestra mente
que convocó a nuestra realidad los problemas o conflictos que estemos
observando.
Y si nos toca
atravesar un momento difícil, de confusión o desaliento, siempre podemos
conectarnos a esa Fuente de la que todo Conocimiento procede (tal vez
repitiendo mentalmente una sencilla oración, usando nuestras propias palabras),
para que nos envíe su energía, su luz, para que experimentemos esas inesperadas
revelaciones que nos ayudan a recorrer nuestro camino personal de
autoconocimiento e iluminación.
“Todos nacemos con alas, nuestra misión es aprender
a volar.”
Miremos siempre hacia
el cielo, hacia ese potencial ilimitado que es nuestro destino desarrollar. Y
un día ya muy próximo seremos los primeros en sorprendernos al descubrir que
finalmente aprendimos ese misterioso arte de volar.
Axel Piskulic
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