¿ESTAS SIENDO
FIEL A TU PROYECTO DE VIDA?
¿QUÉ VINISTE A HACER EN ESTA VIDA?
¿ESTAS SIENDO FIEL A TU ALMA?
¿ESTAS SIENDO FIEL A TU PROYECTO DE VIDA?
Ten siempre presente que los grandes maestros son
los que han escogido una vida, antes que una existencia. (Del libro “Conversaciones con Dios”)
¿Qué es lo que nos sucede, cuando a pesar del hecho
de que tengamos “todo lo que deseamos”, salud, familia, dinero, trabajo,
reconocimiento social, etc., sin embargo no logramos sentirnos en paz? ¿Por qué
sentimos que siempre nos falta algo?
La respuesta a esta milenaria pregunta puede
abordarse desde diversos puntos de vista. He elegido desarrollar el punto de
vista relacionado con la vocación personal. Entiendo que la insatisfacción a la
cual me refiero, esta vinculada con el hecho de que en una gran mayoría de las
veces nos dedicamos a tareas diametralmente opuestas a las que desearía
realizar nuestra alma.
De manera tal que dejándonos influenciar por
circunstancias y voces externas, terminamos siendo y haciendo algo muy alejado
a lo que, en lo más íntimo, quisiéramos ser y hacer. Como lógica consecuencia,
no logramos satisfacer a los demás ni a nosotros mismos.
Y se nos formula en nuestra mente una pregunta más:
¿estamos viviendo nuestra vida o por el contrario estamos viviendo la vida que
quieren los demás que vivamos?
La síntesis es que solo se puede ser plenamente
feliz, cuando somos nosotros mismos, es decir cuando estamos realizando el
proyecto de vida que escogimos al venir aquí.
Por regla general, en los centros de educación, a
nivel mundial, desde la escuela hasta la universidad, “se corta a todo el mundo
con el mismo patrón”; se nos prepara así, para poder pertenecer a una fabrica
(matrix) llamada la fabrica de la vida, la cual lamentablemente lo que mas
produce es gran confusión...
Básicamente, mediante este sistema impuesto por el
propio “SISTEMA”, nos formamos
masivamente para trabajar, para así ganar dinero, para poder comprar cosas que
en su mayoría no necesitamos... Enredados y engañados en estos menesteres, en
numerosas ocasiones elegimos la carrera equivocada, la elegimos por prestigio,
dinero, posición social y no por amor a lo que vamos a estudiar que
posteriormente nos hará ser útiles a los demás con el ejercicio de nuestro
conocimiento adquirido por lo que terminamos sintiéndonos “como sapo de otro
pozo”, lo cual a la larga nos proporciona hastío, desdicha y enfermedad.
Para comenzar a revertir esta situación NO DESEADA, tanto los padres como los
docentes, debemos aprender a estar atentos a las señales de nuestros niños,
darnos cuenta de cuales son sus naturales inclinaciones, y facilitarles el
camino para que desde temprana edad, puedan expandirse en el campo que mejor
les avenga, sea cual sea. Comprendamos que somos sumamente irresponsables e
irrespetuosos, cuando orientamos a nuestros hijos tendenciosamente conforme
indican nuestros propios anhelos.
Nos equivocamos severamente cuando interferimos de
esa manera en el destino de los demás. No tenemos que pretender que desarrollen
perfección en ningún oficio o profesión en particular. Tenemos que intentar ser
diestros en el sagrado arte de darles la libertad y la orientación necesaria
que los ayude a lograr ser... perfectamente felices y eso pasa por el proceso
interno de ayudarles a ser … ELLOS MISMOS.
Es tiempo ya sobrado, de cambiar los métodos
educativos mundiales, logrando que se conviertan en un medio capaz de ayudar al
SER HUMANO a desarrollar su verdadero potencial, a cultivar sus particulares
dones, sus tendencias innatas, todos aquellos recursos que cada quien “trae
puestos” por naturaleza, para ser entregados como maravillosa ofrenda en el
entorno en el que la vida haya colocado a cada quien.
Entonces, lograremos conformar una sociedad más
sana, más justa, donde todos seamos iguales, más creativa y feliz. Es
maravilloso aprender a disfrutar de cada minuto, haciendo lo que más nos
apasione, que es precisamente aquello que vinimos a hacer.
Podremos percibir sin temor a equivocarnos si “damos
en la diana”, porque al realizar nuestra precisa tarea nos sentimos exactamente
como si estuviéramos enamorados, pero en vez de estar enamorados de una
persona, lo estamos de nuestra misión, de nuestra vocación; ella se transforma
en algo que nos incentiva grandemente, que nos produce profundo bienestar, se
convierte en fuente inagotable de pensamientos; es algo que deseamos
desarrollar por encima del resto de nuestras actividades, con contagioso
entusiasmo, seguros de que es “eso” y particularmente “eso”, una actividad que
le da un sentido especial a nuestra vida. Es como si nos regalaran un
instrumento musical y empezáramos a tocarlo perfectamente, casi sin haber aprendido
nada al respecto. La música que emane de él será hermosa y embelesará a todo el
que la oiga. Será la más colosal de todas las que podamos emitir, por que
estará en sintonía con la paz y la dulzura que nos proporciona estar donde
debemos y queremos estar.
En terminología sánscrita existe una palabra que
ilustra a la perfección el concepto que deseo desarrollar. Esta palabra es
dharma: “aquello que hace que una cosa sea lo que es”, es decir, la naturaleza
propia de cada ser: por extensión entonces, dharma es el modo correcto de
actuar correspondiente a cada ser, de acuerdo con su peculiar naturaleza.
En el mismo sentido, frente a la pregunta de ¿Cómo
saber cuál es nuestra verdadera misión?, comparto un extracto del Bhagavad Gita
comentado por el Acharya Vinoba, el cual arroja más luz sobre el tema: “Nuestro
Dharma nace en el mundo, junto con nosotros. La sola idea de ir a buscarlo, es
de por sí, extraña. Cuando un hombre nace, su SVADHARMA (propio dharma) nace
con él. Como un niño no precisa ir a buscar a su madre, así tampoco precisamos
ir en pos de nuestro SVADHARMA. Es nuestro desde el comienzo. Siempre que
debamos ir en búsqueda de nuestro SVADHARMA, estemos seguros que allí habrá
alguna clase de ADHARMA (aquello que es opuesto al Dharma, una forma errónea de
actuar), o PARADHARMA (el Dharma de los otros, el cual no nos es propio),
estemos seguros de que alguna acción errada o que pertenece a otros, estamos
realizando”.
HAY ALGO MUY ESPECIAL QUE CADA UNO DE NOSOTROS VINO
A REALIZAR A LA TIERRA Y ES NUESTRA MAYOR RESPONSABILIDAD ENCONTRARLO Y
DESARROLLARLO.
Cuando utilizo la palabra especial, no me refiero a
que sea algo particularmente importante o destacado para el medio, sino
simplemente esa tarea que nos corresponde por naturaleza. El sol cumple con su
dharma “al salir todos los días por el horizonte”, la abeja haciendo su miel,
los árboles dando sus frutos, etc. “Los ojos horizontales, la nariz vertical”,
dicen los maestros zen. Así como cada cosa tiene su lugar, a nosotros nos
sucede lo mismo y conviene darnos por enterados. La abeja no puede dar frutos y
el árbol no puede hacer miel. ¿Por qué entonces, tantos humanos viven alejados
de su vocación? ¿Será que interpretaron mal el sanscrito y en vez de encontrar
su Dharma lo que buscan es vivir en medio del Drama?
Abrigo el humilde anhelo que la lectura de lo que
sigue pueda ayudarnos a reflexionar sobre el tema, dado que lo considero de
gran importancia, a la hora de hablar de llevar una vida digna y disfrutable.
Luego de reflexionar profundamente, ojalá estemos siempre bien dispuestos y con
el suficiente valor para poder realizar los cambios pertinentes que entendamos
son necesarios realizar para reajustar el rumbo de nuestra vida. Ojalá nos
queramos lo suficiente para darnos cuenta de que merecemos ser felices aquí y
ahora, para lo cual es fundamental que podamos ser sumamente generosos con
nosotros mismos. Si vivimos haciendo algo que no tenemos mas ganas de hacer,
algo con lo cual no nos identificamos corazón adentro, estaremos cabizbajos y
meditabundos y eso será lo que contagiaremos a los que nos rodean, y esa será
también nuestra cosecha. Ya hay a nuestro alrededor, demasiado campo sembrado
de hastío. Aportemos algo diferente.
EL HACER REFLEJA NUESTRA CONCIENCIA DEL SER
Cuando lo que buscamos es Ser, las acciones
correctas son inevitables. Así como las ruedas de la carreta siguen los pasos
del buey, de la misma manera la felicidad sigue a las acciones correctas.
Lo primero que tenemos que averiguar antes de
definir conscientemente para qué estamos adentro de un cuerpo físico, caminando
sobre la superficie de este maravilloso planeta, es: saber quienes somos. Es
necesario que nos preguntemos a nosotros mismos: ¿Quién soy yo en el fondo?
¿Quién soy yo, más allá de todas las etiquetas coyunturales que adornan mi
alma?
Investigar sobre este pequeño gran detalle nos puede
llevar libros enteros, cuando no vidas enteras. No obstante, me parece un
elemento muy importante a tener en cuenta a la hora de poder definir nuestras
acciones. “Cuando lo que buscamos es Ser, las acciones correctas son
inevitables”. ¿Estamos buscando al Ser o mediocremente nos conformamos
cultivando el parecer...?
El hecho de estar vivos, es algo así como un inmenso
regalo que hemos recibido gratuitamente. A nosotros nos corresponde averiguar
para que estamos vivos.
¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE NUESTRA VIDA
¿Sabemos realmente para qué estamos encarnados en un
cuerpo, con el aquí y el ahora tan hermosamente disponibles a nuestros pies?
¿Qué es lo que más deseamos alcanzar en nuestra vida? ¿Sabemos que existe algo
llamado perfección y que habita en nuestro interior? Hasta que no definamos
claramente estas cuestiones, será difícil que entendamos para qué hacemos lo
que hacemos. Conforme sean nuestras respuestas, será nuestro accionar.
Una de nuestras principales tareas en este
alucinante proceso de autoconocimiento por el que todos tenemos que transitar
mientras estemos respirando, es aprender a liberarnos de los condicionamientos
humanos para despertar la condición humana, la cual es Sagrada.
Nuestro olvidado puerto. La humanidad vive
despertando. Como consecuencia de ello, paulatinamente, casi sin que nos demos
cuenta, la vida de todos camina hacia lo sagrado. Naturalmente esto va abriendo
nuestros ojos, nos va preparando para convertirnos en creadores de una nueva
humanidad, en la cual ya no es suficiente tener casa, coche, un buen trabajo y
vacaciones una vez por año.
YA NO INTERESA LUCHAR EN CONTRA DE UN SISTEMA QUE SE
ESTÁ CAYENDO SOLO. ESTAMOS APRENDIENDO A PERCIBIR NUEVOS HORIZONTES... ¿QUÉ ES
LO QUE HAY MAS ALLÁ, QUE SIN EMBARGO SE ENCUENTRA AQUÍ?
Sogyal Rimpoche, en
su libro tibetano de la vida y de la muerte nos dice al respecto: “La sociedad
moderna me parece una celebración de todas las cosas que alejan de la verdad,
que hacen difícil vivir para la verdad y que inducen a la gente a dudar incluso
de su existencia. Y pensar que todo esto surge de una civilización que dice
adorar la vida, pero en realidad la priva de todo sentido real; que habla sin
cesar de “hacer feliz” a la gente, pero que de hecho obstruye su camino a la
fuente de la auténtica alegría”. La autentica alegría se encuentra en aprender
a ser fieles a nuestra naturaleza y no a un sistema falso que nos conduce
directamente al sufrimiento y a la enfermedad.
A buen entendedor, pocas palabras...
¿QUÉ SUCEDE CUANDO NO SOMOS FIELES A NUESTRA
VOCACIÓN?
LAS CONSECUENCIAS SON LA ENFERMEDAD Y EL
SUFRIMIENTO.
“LA ENFERMEDAD ES EL RESULTADO, EN EL CUERPO FÍSICO,
DE LA RESISTENCIA DE LA PERSONALIDAD A SER GUIADA POR EL ALMA”.Edward Bach
¿CÓMO SABER CUÁLES SON LOS DESIGNIOS DEL ALMA?
¿QUÉ LENGUAJE UTILIZA EL ALMA PARA HABLARNOS?
El mismo lenguaje que utiliza la Vida para
explicarnos sus lecciones mas profundas, el mismo lenguaje que utiliza Dios
para explicarnos los mecanismos de sus leyes, es decir, el lenguaje más
sencillo de todos, ese que se encuentra exactamente a nuestro alcance; nuestra
alma nos habla a través de las cosas simples que nos rodean, tales como hacer
lo que realmente nos gusta, como compartir con las personas que queremos,
cultivar sentimientos nobles, tomar decisiones sanas, disfrutar de lo natural
poniéndonos en contacto con los elementos, etc.. Nuestra alma nos habla a
través de la intuición, a través de nuestros deseos más profundos y elevados,
de nuestras atracciones, rechazos, alegrías y tristezas.
Kahlil Gibran tiene una frase fantástica que
comparto como flecha orientadora: “Hay un nirvana, desde luego, y consiste en
llevar tu ganado a los verdes pastos, y en llevar a tu hijo a la cama, y en escribir
la última línea de tu poema”. ¿Cuál es el camino que nos lleva a nuestro
nirvana personal? ¿Ya lo descubrimos? ¿Nuestras acciones están direccionadas a
obtener dicho objetivo?
El nirvana es la frescura de soltar, soltar
condicionamientos externos y poder ser fieles a nuestras reales y simples
inclinaciones. Cuando no somos capaces de decodificar este íntimo y elemental
lenguaje, el resultado es la enfermedad. Si buscamos vivir en armonía, vale la
pena entonces, ajustar nuestros oídos a los sutiles mandatos de nuestro Maestro
interno.
¿CÓMO DARNOS CUENTA SI ESTAMOS HACIENDO LO CORRECTO?
Es muy fácil, observando el estado de salud de
nuestro cuerpo. Si actuamos en consonancia con nosotros mismos, nuestro cuerpo
se encuentra perfectamente ajustado, como un hermoso arco pronto para disparar
la certera flecha que dará en el blanco.
Cualquiera sea la dolencia que hayamos adquirido por
propia elección..., sepamos que las posibilidades de sanarnos están totalmente
al alcance de nuestras manos, pues la vida no pone pruebas que estén por encima
de nuestras posibilidades. Nunca se nos pide más de lo que podemos hacer.
Somos nosotros los que muchas veces esperamos muy
poco de nosotros mismos y de la vida, o en su defecto, interpretamos los
acontecimientos faltos de la adecuada información.
La solución está siempre a nuestro lado, como dicen
los maestros zen, la verdad “está más cerca que cerca”. Es algo tan simple
como hacer lo que nos gusta. Si hacemos lo que nos gusta somos felices y si
somos felices vivimos sanos, no obstruimos la energía de nuestros cuerpos,
interactuamos con el entorno en armonía, nos convertimos en un panal viviente,
compartiendo mieles allí por donde vamos.
Para responder la pregunta inicial de cómo darnos
cuenta si estamos haciendo lo correcto, veamos el dialogo de alumno y maestro:
Campesino: ¿Cómo sabré si la acción que hago es
correcta?
Niranja: La acción correcta es estar atento a la
Vida. Cuando el hombre dice que tiene responsabilidades o deberes sólo está
atendiendo a su propio yo. Entonces, si es un político, dice que no puede
atender a su hijo enfermo porque tiene que dar una conferencia, porque tiene
que cumplir con su acción correcta de político, por lo tanto, está atendiendo a
su ambición.
Campesino: Pero tenemos diferentes deberes:
políticos, religiosos, familiares y demás. En el momento en que estos se
contraponen ¿cómo decidir cuál es la acción correcta?
Niranja: Si se separan las acciones en un casillero,
entonces no son las acciones correctas, porque quien hace la acción correcta
vive en la Vida, está unido a todo, no tiene nada prefijado, está dentro de la
Vida y se mueve con ella como hoja en el viento. El viento no le pide su
parecer a la hoja para moverla, ni la hoja piensa en resistirse: si va para
arriba, bien; si va para abajo, bien. El viento y la hoja son una sola
voluntad.
Campesino: Pero, Maestro, es muy difícil decidir
cuál es la acción apropiada, la vida presenta encrucijadas en las cuales no
sabemos decidir qué es lo mejor.
Niranja: No estás escuchando con el corazón. ¿Tu ves
acaso que la Vida viene, se detiene frente a ti y te dice: "aquí te
presento una encrucijada”?
Campesino: No, Maestro.
Niranja: Entonces es tu mente quien las presenta. La
mente depende de un poder superior que es la Vida, por consiguiente los juicios
de la mente no afectan a la Vida. Tu sólo debes seguir el impulso del viento
afincado en tu corazón, él te llevará correctamente”.
NO IMPORTA LA EDAD PARA EL CAMBIO SIEMPRE ES
TEMPRANO EN EL AMANECER DEL ESPÍRITU CADA MAÑANA.
No importa la edad que tengamos en este momento. Si
sentimos que lo que hemos escogido no es lo correcto y tenemos certeza de que
lo que nos gusta se encuentra por otro camino, es primordial que tengamos aquí
y ahora, el valor de tomar la decisión de poder cambiar de rumbo.
No importa que cueste trabajo. En ese intento de
redireccionamiento ya estaremos prestando alas a nuestra alma y alivio a
nuestros dolores. A veces tenemos que transitar diversos senderos y distintas
etapas antes de encontrarnos con nuestro “CAMINO” el autentico el que realmente
hemos venido hacer aquí.
No importa cuánto tiempo demoremos, ni cuales sean
los contratiempos. Tengamos la certeza de que la Verdad que anida en nuestra
esencia, siempre tendrá mas fuerza que los miedos que inculcaron en nuestra
mente.
Séneca nos dice: “NO ES PORQUE LAS COSAS SEAN
DIFÍCILES QUE NO NOS ATREVEMOS. ES PORQUE NO NOS ATREVEMOS QUE SON DIFÍCILES”.
Ya habremos escuchado muchas veces la frase que dice
que cuando deseamos algo con mucha fuerza, todo el universo conspira para que
realicemos nuestro deseo. De ahí la importancia de aprender a ajustar nuestros
anhelos con los anhelos del Alma. Ella es quien sabe lo que precisamos para
avanzar en nuestro proceso, no nuestra personalidad.
La mente sabe muy poquito. Sin embargo grita mucho,
poniendo delante de nuestra pantalla mental sus puntos a favor y sus puntos en
contra, basada en parámetros falsos, superficiales y muchas veces,
incongruentes. En cambio el alma habla con voz suavecita.
Por lo tanto tenemos que aprender a buscar nuestro
silencio interior, para poder escucharla...
Para lo cual es fundamental introducir la meditación
en nuestros hábitos, bajo la metodología que mejor concuerde con nuestra
naturaleza.
Solo cuando logremos alinear congruentemente las
acciones, los pensamientos y los sentimientos en una misma dirección, nos
sentiremos en paz e irradiaremos luz, estaremos sanos y contagiaremos alegría y
salud. No solo eso, sino que encontraremos en esa “nuestra” acción, una fuente
de poder ilimitado... Es cuestión de animarse a ser feliz...
“No
cambiamos tratando de ser lo que no somos,
sino siendo plenamente lo que
somos”.
Demoremos lo que demoremos, lo importante es que
logremos estar donde tenemos que estar. Es la única manera de poder disfrutar y
avanzar. Entonces seremos consecuentes con nuestro yo profundo. Entonces
estaremos encontrándonos cara a cara con la felicidad y la paz interior, esa
paz que todos buscamos y que tan pocos encontramos...
Escribe Coelho: “El
don es de quien quiera aceptarlo. Basta con creer, aceptar y no tener miedo de
cometer algunos errores. En algunas personas ese don se manifiesta
espontáneamente. Otras necesitan trabajar para encontrarlo”.
Si intuimos por donde caminar, empecemos a hacerlo
YA. Si nuestra visión esta aun demasiado nublada por haber prestado desmedida
atención a las voces del exterior, deberemos hacer un poco más de esfuerzo,
pero con la certeza de que encontraremos nuestro lugar, nuestra particular
forma de vibrar.
Después, de manera natural, llega la siguiente y
maravillosa etapa, que Taisen Deshimaru define de esta manera: “el don
gratuito es el origen de la verdadera felicidad”. Cuando encontramos la
horma de nuestro zapato, estamos en condiciones de empezar a practicar lo que
nos enseñan los grandes Maestros, es decir, comenzaremos a desarrollar el
sagrado arte de poner el acento en lo que hacemos y no en el provecho que
obtendremos por lo que hacemos, como generalmente suele suceder hoy día. Un
universo nuevo y muy elevado se abrirá ante nosotros...
El Alma comenzará a sentir el enorme regocijo
interior que proporciona saber dar de esta hermosa manera, igual que como hacen
las flores cuando comparten su exquisita fragancia sin pedir nada a cambio. A
propósito, adoro la profunda y simple enseñanza que nos regala este Haiku: “sin
meta alguna, el aroma de la cáscara de limón impregna el aire”...
La pregunta entonces, ahora te la hago a ti, tú que estás leyendo este artículo:
¿ESTAS SIENDO FIEL A TU PROYECTO DE VIDA?
Siéntate relájate y espera la respuesta que te des,
sin lugar a dudas eres quien mejor te conoces, por eso será la más
acertada. Luego ya será todo más fácil. Bastará con que te hagas caso a ti
mismo.
Un fraternal abrazo lleno de deseo de servir.
E.P.L.
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