¿QUÉ SIGNIFICA SER UNO MISMO?
Ser uno mismo no es imponer a los demás tu forma de ser. Es,
por encima de todo, trabajar en tu mejor versión, esa que te permite sentirte
libre, realizado y feliz.
“Ser uno mismo”. Nos insisten en este mensaje de manera
constante, casi desde que venimos al mundo. Nos lo dicen nuestros padres,
profesores, nuestros mejores amigos y hasta el mundo del marketing y
la publicidad. De hecho, hasta lucimos camisetas con esa frase. Sin
embargo, ¿qué significa realmente eso de ser nosotros mismos?
Lo cierto es que nos hemos convertido en ese tipo de personas que no tienen dudas a la hora de definirse en sus redes sociales. Sin embargo, echamos mano de definiciones genéricas y huecas para expresar quiénes deberíamos ser, pero rara vez describimos quiénes somos en realidad. Y no lo hacemos porque no siempre lo sabemos. También porque vivimos -en la mayoría de los casos- dominados por condicionamientos externos.
Queremos encajar. Aspiramos a formar parte del entorno que
nos rodea. Necesitamos gustar y ser aceptados, y esta necesidad nos
resta autenticidad y hasta bienestar psicológico. Así, en una sociedad
acostumbrada casi siempre a señalar a quien piensa, siente y actúa de manera
única y diferente, cuesta lo indecible atreverse a ser nosotros mismos en toda
nuestra esencia…
“Conviértete en lo que eres”. -Píndaro-
Ser auténticos es un viaje que dura toda la vida y en el que
debemos invertir esfuerzos cada día.
Ser uno mismo quiere decir…
En buena parte de las películas, series y libros orientados
al público infantil y juvenil se les insta a descubrir su auténtico yo. Son
héroes y heroínas que rompen moldes, personajes luminosos que, por sus
características únicas, siempre salen victoriosos. Sin embargo, cuando el niño
o la niña se asoma al mundo, descubre que lo han estafado. La realidad es muy
diferente.
Impera el reino del selfie y
los filtros, recursos que nos habitúan a mostrar un falso yo. Los
adolescentes aprenden que para integrarse deben imitar a los demás. De manera
que aquello de “sé tú mismo” no es más que un mandato vacío que queda bien como
frase en Instagram, pero que es mejor no llevar a la práctica. Y es aquí donde
surgen los problemas.
Cuando uno busca diluirse en los convencionalismos externos
sin conectar con su esencia, sufre. Los jóvenes se sienten cada vez más presionados, agobiados, ansiosos y vacíos. Crean personajes y
narrativas a las que se ajustan a la fuerza, con calzador. Después, la vida
aprieta tanto que surgen la ansiedad, los trastornos de conducta alimentaria,
las autolesiones…
Revelar nuestro verdadero yo es todo un desafío en este
mundo en el que importa más lo digital, la felicidad en línea y aparentar una
belleza y un atractivo sin igual a golpe de filtros. Es necesario hacer un cambio, iniciar una
revolución en la que empezar a ser uno mismo.
En un mundo dominado por lo digital, las personas se han
habituado a construir falsos yo que solo ocasionan infelicidad.
Ser uno mismo significa explorar quién eres y aceptarte
Ser uno mismo implica volver la mirada hacia dentro.
Estamos tan habituados a mirar, admirar e incluso a imitar a
los demás, que muchos se han convertido en autómatas sociales. Tal vez sea hora
de volvernos un poco miopes para descansar la vista en lo que nos queda cerca:
en nosotros mismos.
Descubramos qué nos define, qué situaciones, experiencias y
sensaciones nos hacen sentir bien. Hagamos
oídos sordos a lo que se espera de nosotros y pongamos el oído en nuestra voz
interna. Tal vez tenga muchas cosas que decirnos. Aceptemos cada
uno de nuestros matices y singularidades, porque en la esencia está la verdad,
nuestro auténtico ser.
Ser tú significa arriesgarte
Cuando uno se atreve
por fin a ser uno mismo deja los miedos a un lado, así como la vergüenza y la inseguridad. Duele más toda
una vida silenciando quienes somos, que revelando en un momento dado lo que
sentimos y necesitamos. Para ello, se necesita valentía y grandes dosis de amor
propio, pero el esfuerzo no solo valdrá la pena... Valdrá la felicidad.
Una investigación de
Guler Boyraz de la Louisiana Tech University destacan un aspecto interesante.
Las personas que se muestran siempre más auténticas evidencian menos niveles de
estrés y mayor bienestar psicológico. Por tanto, si deseamos tener una vida más plena,
atrevámonos a ser nosotros mismos en cada momento y situación.
La autenticidad requiere desactivar narrativas internas
negativas
Todos somos el producto de nuestra educación, nuestras
experiencias y la cultura que nos rodea. Esto significa que hemos integrado esquemas de pensamiento y
percepciones claramente contraproducentes. Ejemplo de ello son todas las
narrativas relativas al aspecto físico con las que nos educan (demasiado
gordos, flacos, bajos, altos…) como también los comentarios sobre nuestras
valías y competencias (no vales para esto, ni se te ocurra estudiar
aquello otro…).
Detectemos esas percepciones negativas en nuestro diálogo
interno y transformémoslas. Sustituyámoslas por fortalezas, tomemos contacto
con nuestro potencial, virtudes, sueños y
necesidades y focalicemos la atención en esas áreas más positivas.
Para ser tú mismo debes aceptar tus virtudes y defectos.
Eres tus fortalezas y también tus vulnerabilidades.
Ser tú mismo significa trabajar siempre en tu mejor
versión
Nuestra identidad y nuestro yo interno son una dimensión
poliédrica. Están formadas por muchas caras: unas son más luminosas y otras son
más grises. No somos perfectos y
esa imperfección también integra y define lo que somos. Sin embargo, ser
uno mismo significa trabajar cada día en nuestra mejor versión, en dar siempre
lo mejor de nosotros mismos.
Esto implica también no imponer nunca a los demás
quiénes somos, lo que queremos y lo que nos gusta. El respeto es clave. La autenticidad es
celebrar que cada uno de nosotros tiene su visión del mundo y que todos podemos
convivir.
Si nos esforzamos en ser mejores cada día, en cuidarnos,
valorarnos y valorar a quienes nos rodean, esa convivencia será más plena.
“A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado
a sí mismas. Pero el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno
crea”. -Thomas Szasz-
Practicar la vulnerabilidad también es celebrar quién
eres
Hay otro elemento decisivo que deberíamos practicar mucho
más. Para ser uno mismo
debo mostrar también mis vulnerabilidades.
Esto es algo complicado, es cierto. Hay áreas de nosotros mismos que no nos
gustan o que tememos revelar a los demás. No lo hacemos porque nos asusta
recibir críticas o, peor aún, que no nos entiendan.
Sin embargo, para
celebrar quiénes somos con plena autenticidad, es bueno sincerarnos.
Revelar miedos, heridas del ayer, sueños frustrados y hasta enfermedades
crónicas. Si todos lo hiciéramos, tal vez descubriríamos lo increíblemente
parecidos que somos; caerían muchas máscaras, filtros y falsedades para
abrazarnos de manera más auténtica, sencilla y significativa.
Vale la pena intentarlo. Ser uno mismo es una tarea
difícil en un mundo algo frívolo, sin embargo, todo esfuerzo valdrá la pena.
https://lamenteesmaravillosa.com/que-significa-ser-uno-mismo/
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