SOLO TE ATAN TUS PENSAMIENTOS
Es tan difícil tomar decisiones. A veces, el corazón nos dice que sí y la cabeza que no. Vivimos asustados intentando tomar la decisión correcta cuando eso no existe. No hay forma de acertar porque no sabemos qué pasará cuando apretamos el botón, le damos a la palanca, presionamos en la pantalla, al enter, cruzamos la calle o pronunciamos una palabra. A veces, actuamos pensando en qué efectos tendrán nuestras acciones.
Eso está bien porque somos responsables de lo que hacemos y decimos, pero no podemos ni imaginar cómo nuestros actos y palabras afectan a los demás. Y, sobre todo, no podemos decidir solo en base a cómo actuarán ellos ni qué dirán porque sus mentes no son nuestra mente y sus vidas no son nuestra vida. Ya no vale eso de quedarse a medias o tomar el camino del medio para no molestar a otros y acabar haciéndote daño tú…