CÓMO SABER LO QUE IMPORTA
Asegura
un dicho indígena norteamericano que “es imposible despertar a aquel que simula estar
dormido”. Así arranca este sencillo experimento para descubrir qué
importa en la vida, seas quien seas. Sirve también
para reconocer si tú también estás sufriendo esa aparente y autoinducida
pernoctación en tu existencia.
Proyectos,
sueños, propósitos, destinos. Cada persona los alberga en su interior. Su
cumplimiento, más que una ilusión, es un derecho. Sí, un derecho. A pesar de
ello, muchas veces olvidamos que el sustrato en el que se asientan estas
pulsiones tienen relación directa con lo que se es en vida, de dónde se viene,
para saber dónde se va. Precisamente no olvidar el origen dará más intensidad a
tu proyecto de vida. Probar y comprobar. El sencillo método para conseguir
descubrir lo que importa en la vida, que debe ser el asiento de tu proyección y
deseos de futuro, tiene que ver con el
tiempo que te queda en este mundo.
LA PRUEBA
Supongamos que ahora mismo te notifican que te queda un
cuarto de hora de vida. Sí, sólo 15 minutos. Los cinco primeros sufrirías un
impacto emocional de tal magnitud, que te llevaría al miedo, indefensión, quizá
al llanto pues tu ego, tu persona, llega a su fin.
Los cinco siguientes minutos el instinto de la supervivencia
dejaría espacio para el recuerdo de lo vivido, todo aquello que marcó tu vida
en el más estricto sentido de tu individualidad. Un universo que quieres
recordar una vez más, antes de perder uno de los dones que la vida te otorgó:
la facultad de rememorar.
Llegamos a los últimos cinco
minutos. Los últimos de tu vida. Un breve espacio de tiempo al que le
suplicarías tendencia a la eternidad. Ahí afloraría de nuevo el
presente para sentir lo que estás a punto de perder: la vida. Te darías cuenta de quien eres, a quien quieres,
qué sobró en tu existencia y, probablemente, el poco valor que le diste a lo
más importante: el amor. Este aparentemente cursi sentimiento para muchos,
marcaría tu final. Hablamos del amor a los seres queridos que ya no vas a
disfrutar y con los que seguramente no pasaste suficiente tiempo, amor a las
cosas que te apasionan y que nunca realizaste, la
distancia que deberías haber practicado con todo aquello que no fue
verdaderamente importante y que absorbió parte o casi todo tu tiempo. Tus prioridades
darían un vuelco y harías balance antes de morir, lamentando el tiempo perdido
para sentir quien realmente eres y de donde vienes.
EL CAMBIO
Supongamos
que tras esos 15 minutos vuelven a notificarte otra noticia importante:
todo ha cambiado y te quedan 30 años de vida. En ese momento de euforia,
de alivio, las prioridades volverían
a cambiar y serían las mismas de siempre. ¿Cómo es posible? Acabas de
probar la dureza de la finitud y el reconocimiento de los errores, pero vuelves
a las andadas. ¿Por qué la vida es
diferente para lo importante si te quedan ahora 30 años? ¿Ya no estás dispuesto a pasar más tiempo con tus seres
queridos? ¿Ya no lamentas pasar tanto tiempo en la oficina? ¿Qué es diferente
ahora?
Conclusión: “Es imposible despertar a
aquel que simula estar dormido”. Tú ahora has despertado durante
15 minutos. Deja de fingir el sueño
de lo banal y ejerce en vida aquello que no te puedas echar en cara ante la
muerte. Parte de quien eres y usa tu mente para convertir en reales todos
tus sueños.
** Sí: aún estás a tiempo de más palabras precisas. Aquí encuentras
otro caudal de segundos, minutos y horas para alargar tu vida: Tus 30.000 días
Cómo saber lo que importa es el sonido de aviso a tu amanecer que emite Miguel Ángel Blanco Martínez,
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