27.2.23

No sabes qué va a pasar mañana, pero estás de tu parte, contigo… Eso es grandioso

NO NECESITAS OTRA VIDA                        

Por primera vez en tu vida, te levantas y cuando te ves en el espejo no te detestas. Sí, lo sé, tal vez cambiarías algunas cosas, pero ya no necesitas ser de otra forma para quererte. No te molestas, no te angustias, no te escondes de ti ni del mundo.

No sabes por qué pero algo ha cambiado. ¿Serán todos estos meses de trabajo intenso contigo? ¿Será que tomaste la decisión de aceptarte y pasar de lo que diga el mundo de una vez por todas? ¿Será que esta vez cuando dijiste de «de hoy no pasa» ibas en serio?

No sabes qué ha sido pero no te importa, te sientes bien. No es que pase nada en tu vida de toda esa lista que cosas que sueñas que pasen.

No. No hay aumento de sueldo. El jefe sigue igual. Las estanterías siguen por ordenar. Te notas barriguita. Tus amigos siguen esperando a que tomes la iniciativa y les invites. No hay príncipe azul, ni princesa, ni siquiera un sapo que besar. Y te encantaría, la verdad, pero no lo necesitas para estar bien contigo. Ahora sabes que tu valor no depende de eso sino de tu forma de mirarte y de cómo actúas en consecuencia.

¿Será todo eso que has hecho los últimos meses empezando a decir «basta»? ¿Será que has puesto límites y dices más que no? Que si te ignoran pasas de largo, pero no como estrategia para que te sigan sino porque ya no sigues tú a nadie. Que ya no mendigas cariño ni atención y cuando no te llaman ni te invitan, te quedas contigo a solas y exploras tu silencio. Y en ese silencio te has encontrado a ti y te gustas… Que ahora te atreves a hablar a otras personas con las que antes no empezabas conversaciones porque ya no te sientes tan insignificante ni piensas que no les vas a interesar y estás abriéndote a conectar y sentir.

¿Será que cuando tomas café degustas el café y no estás pensando en qué harás en cinco minutos y si vas a estar a la altura porque ya no sientes que tengas que demostrar nada? ¿Será que has decidido no pasarte la vida preocupándote por lo que no puedes cambiar y dejar de exigirte la perfección constante? ¿Será que no te criticas sin tregua ni te maltratas al hablarte y definirte?

¿A lo mejor es que has dejado de esforzarte y sacrificarte para que otros te vean y valoren y ahora te ves y te valoras tú?

El caso es que te sientes otro/otra pero al mismo tiempo nunca te habías sentido tanto tú. Y no es que no tengas miedo, porque está ahí, es necesario que esté porque te alerta y gestionarlo te sirve para aprender y ponerlo en la justa medida… Es solo que a pesar del miedo estás tú. Decides tú. Y miras atrás y, en lugar de avergonzarte como hasta ahora, sientes un cariño y una cálida compasión por esa persona que fuiste, angustiada y preocupada intentando ser perfecta y aceptable para el mundo. Y te perdonas, pero no por no haber sabido hacerlo mejor, sino por haberte culpado.

Has hecho un largo camino y has atravesado tus miedos y ahora te valoras y te honras.

Hay mil cosas que sueñas y deseas y que no están en tu vida, es cierto, pero te tienes a ti y te reconfortas.

No necesitabas otra vida, solo te hacía falta vivir plenamente esta. Y partir de ahí, amándote como te mereces, a ver qué pasa.

No sabes qué va a pasar el mes que viene, mañana, ni en cinco minutos pero ahora estás de tu parte, contigo… Eso es grandioso.

Un instante de este amor propio te cambia la vida.

Mercè Roura

https://mercerou.wordpress.com/2023/02/27/no-necesitas-otra-vida/

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