27.3.23

Aprendí a construir todos los caminos en el hoy porque el mañana es muy incierto

CON EL TIEMPO APRENDÍ                 

El tiempo es el maestro de la vida. y así lo expresan unas sabias palabras de Jorge Luis Borges. Vamos leerlas con calma para reflexionar sobre ellas:

Con el tiempo aprendí la sutil diferencia que hay entre tomar la mano de alguien y encadenar un alma.

Con el tiempo aprendí que el amor no significa apoyarse en alguien y que la compañía no significa seguridad.

Con el tiempo empecé a entender que los besos no son contratos, ni los regalos promesas.

20.3.23

Las cosas grandes suceden cuando hacemos bien las pequeñas

LA BELLEZA DE LAS COSAS SIMPLES

Me gustan las cosas simples: un abrazo, un «gracias», un «cuidado». Me considero un admirador fiel de las personas simples, porque para mí son las más bellas, son las que se dejan guiar por el sentido común, la intuición y un corazón que no sabe de mentiras.

Es curioso saber que, hoy en día, está de moda recuperar el valor de la simplicidad, tanto en el desarrollo personal como en el contexto de las grandes organizaciones. De hecho, muchos expertos en marketing han adoptado un lema casi infalible: «hazlo simplemente y lo obtendrás».

14.3.23

Disfruta de lo que te haga feliz mientras lo tienes, puede que un día no lo tengas

TODO CAMBIA, NADA PERMANECE IGUAL      

Son las siete y media de la mañana y suena el despertador. Nos levantamos para asearnos, desayunar, vestirnos e ir a trabajar. El coche no arranca. Cogemos el autobús y llegamos a la oficina. Un compañero ha pillado un resfriado y no puede venir. Nos sentamos en nuestra silla y encendemos el ordenador. Llega la hora de comer y comemos. Salimos a las 18:00 de trabajar y vamos al gimnasio. Nos ponemos un poco más fuertes, nos duchamos y llegamos a casa. Preparamos la cena, vemos la tele y nos acostamos. Fin del día. 

Un día muy normal en la vida de cualquiera. Una rutina de lunes a viernes. Así que no es de extrañar que escuchemos frases como: “necesito un cambio en mi vida”. Sin embargo,  el cambio está ahí, sólo que no lo vemos. Y no hablo de un cambio de vida, sino del cambio permanente de todo aquello que nos rodea. Porque en este concepto, aunque nos cueste creerlo en un primer momento, se esconde gran parte del sufrimiento humano.

8.3.23

No cabe en un cuerpo aquello que somos. No estamos sujetos a la irrealidad.


          COMO ONDAS QUE SE EXTIENDEN           

Como ondas que se extienden
desde el origen de la consciencia.
Como gotas que se vierten
en la sagrada matriz de la esencia.
Así viajamos de la mano de la Verdad.

Y vamos danzando entre cuerdas
saltando al vacío sin red
esperando por ver si recuerda
el Ser que siempre es.
Y volvemos a encontrarnos
pues no dejamos de amar.

3.3.23

No existe un camino único y definido para el individuo que sea el adecuado

CÓMO CRUZAR EL RÍO DE LA VIDA  

“No hay pozo del que no puedas salir”, nos dijo Carl Jung, “siempre que hagas el esfuerzo correcto en el lugar correcto, lograrás emerger. Pero deberás avanzar con devoción y diligencia”. Las lecciones del célebre psiquiatra suizo siempre nos son de utilidad.

¿Cómo es la forma correcta de vivir? ¿Qué deben hacer las personas para tener una vida feliz y eludir toda dificultad y sufrimiento? Estas y otras preguntas fueron las que recibió Carl Jung en 1933 en una carta por parte de una mujer. Era común que tanto admiradoras como pacientes del padre de la psicología psicoanalítica le enviaran correspondencia de manera habitual.

A estas profundas cuestiones le respondió con una misiva sincera y reflexiva que empezaba del siguiente modo: