LA FILOSOFÍA DE LA FELICIDAD
EL UTILITARISMO
¿Qué querría
expresar John Stuart Mill, padre del utilitarismo, cuando dijo “pregúntate
si eres feliz y dejarás de serlo”? ¿Acaso es mejor no cuestionarse nada en
la vida? Tal vez lo mejor sea que veamos en qué consiste esta filosofía de
vida, a ver si así por el camino encontramos respuestas.
A continuación, entraremos en un mundo singular a través de una doctrina filosófica mil veces mal interpretada. Por eso creo interesante arrojar algo de luz sobre el tema, ya que como teoría llevada a la práctica podría ser muy útil, pero es fácil despistarse y separarse de sus verdaderos postulados.
El utilitarismo y John Stuart Mill
John Stuart Mill fue
un político, filósofo y economista inglés que postuló y potenció
las teorías morales del utilitarismo. Para ello se basó en los principios éticos
promulgados por su padrino, Jeremy Bentham.
El utilitarismo es la doctrina filosófica que basa la
utilidad como el principio de la moral
Por ello, uno
de los principios fundamentales de esta doctrina es el bienestar social. Y a este solo se puede llegar,
según estos postulados, mediante el fomento del conjunto de libertades. Es
decir, una población más libre será más feliz y, por ende, tendrá un mayor
bienestar.
“El genio solo puede respirar libremente en una atmósfera
de libertad” -John Stuart Mill-
Tanto Mill como Bentham pensaban que todo cuanto da
placer al mayor número posible de personas es algo bueno. Y para ello no se
debía tener en cuenta el estatus social de los individuos.
Como destaca Sánchez
Migallón, de la Universidad de Navarra, el utilitarismo es una teoría muy sencilla. Tanto es
así que “le otorga una ventaja indudable para defenderse frente a
la complejidad de otros sistemas morales”. Esta simplicidad se aprecia en
tres campos:
- Enunciado
teórico. El utilitarismo sostiene un único principio y de esta forma
obtiene claridad y sencillez.
- Descripción
psicológica. Lo único relevante para la moralidad es la intención de
producir felicidad.
- Aplicación. Se
trata de una misma doctrina tanto para la moral individual como para la
pública.
Utilitarismo no es hedonismo
Esta filosofía de
vida ha llevado a muchas confusiones. Sin embargo, Mill estableció
que el mayor bien para el mayor número de personas es la fórmula
correcta para calcular la felicidad general. Y aunque algunos placeres son
de “calidad superior”, nada tienen que ver a nivel genérico con el hedonismo.
En este sentido, el filósofo inglés estimaba que la mejor
forma de llegar a la máxima felicidad era mediante la instrucción. Es
decir, una sociedad más formada y educada sería capaz de lograr un
mayor bien.
Según esta filosofía, una persona instruida tiene más
herramientas, más y mejores instrumentos para llevar a cabo acciones morales
beneficiosas. Para saber si son correctas, simplemente tiene que diferenciar
entre sus consecuencias positivas y negativas. Siempre que el lado
bueno supere al malo, la acción es correcta y moral.
Consideraciones importantes sobre el utilitarismo
Cabe destacar una serie
de consideraciones importantes respecto a las teorías utilitaristas
de Mill. Por ejemplo:
El todo
Un utilitarista
considera un todo como algo mayor que la suma de sus partes. Por
ejemplo, una sociedad es mucho más que la suma de las relaciones sociales. Por
eso, un bien individual nunca estará a la altura del bien que se puede obtener
de un bien social, cuyos beneficios derivarán en todos los integrantes de la
sociedad.
El cambio
Aunque el
utilitarismo se basa en ciertas leyes, ninguna es eterna e inmutable. El
mundo está en cambio constante. De ahí que la colaboración sea indispensable.
Así se promueve
tanto la utilidad individual como la colectiva. Además, así se logra que
los derechos individuales contribuyan a una utilidad social más grande y
elevada.
Las interpretaciones
Debemos destacar que otros movimientos, como el caso del
neoliberalismo, han confundido o malinterpretado las ideas utilitaristas. El placer individual que promulga Mill nada
tiene que ver con el egoísmo particular propuesto por pensadores
neoliberales.
A pesar de los posibles buenos resultados que beneficien a
una sociedad derivados de una postura egoísta, esta no es la idea que defiende
el filósofo inglés en su doctrina, pues nada tienen que ver con el egoísmo,
sino todo lo contrario. La acción
individual moral lleva hacia un mayor bien común.
“El valor de una nación no es otra cosa que el valor de
los individuos que la componen” -John Stuart Mill-
Lo cierto es que el utilitarismo puede parecer sencillo a
simple vista. La acción con mayor beneficio positivo que negativo
es moral, y por tanto correcta. Sin embargo, es evidente
que no la estamos llevando a la práctica.
¿Tal vez pensamos mucho, como creía Mill? Sin duda, sería bonito vivir en un mundo más ético,
donde cada beneficio individual redunde en un mayor bien social, ¿no te parece?
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