ALGO MUY HUMANO: MIRAR PARA OTRO LADO
Estamos acostumbrados a mirar para otro lado cuando no nos gusta lo que vemos. Ni lo propio, ni lo ajeno. Es más cómodo, más fácil y, sobre todo, menos comprometido.
Enfrentar los retos
de conocernos mejor y de esa forma descubrir nuestros puntos débiles, nos exige
mucha energía y una gran dosis de valor porque nos obliga a asumir riesgos y a
esforzarnos por superarlos.
Lo primero que debemos hacer es no entender los errores como fracasos, sino como resultados de aplicar acciones inadecuadas en unas circunstancias de un momento determinado.
Con lo cual hay que
entender que nada tiene que ver con lo valiosos que somos, ni debe por tanto
afectar nuestra autoestima personal.
Estas situaciones,
sin embargo, tienen una gran carga positiva, ya que nos permiten aprender qué
es lo que no debemos hacer cuando se nos presenten similares ocasiones. Y por
supuesto comprender de qué forma debemos enfrentar los problemas la próxima vez
y sobre todo darnos la oportunidad de equivocarnos como el mejor exponente de
nuestra humanidad.
Solemos ser jueces
demasiado duros con nosotros mismos y nos sometemos a sumarísimos juicios en
los que siempre nos acabamos considerando culpables.
El peso de dicha
culpa nos cae como una losa que asfixia nuestras posibilidades de seguir con
confianza y seguridad en nuestro día a día. Y, poco a poco, vamos edificando el
muro tras el que quedaremos atrapados para siempre. Así se construyen las
barreras desde las cuales iniciamos las relaciones con los demás.
Relaciones
condenadas al fracaso, muchas veces, por presentarnos sin las medidas
defensivas necesarias, que debemos tomar si intuimos que podemos ser atacados.
Estamos
sensibilizados en exceso ante el daño que presuponemos van a hacernos y para
evitar el dolor de dicho daño, eludimos la felicidad que pudiese traernos un
comportamiento abierto y sincero capaz de albergar la inmensa
satisfacción del entendimiento y la sintonía.
Ante este tipo de
situaciones sería bueno que nos preguntásemos: ¿Cómo asumir, sin temor, la
posibilidad del error?
La respuesta es
sencilla: con una gran confianza en nosotros mismos, y con la seguridad de
saber lo que queremos y por lo que merece o no la pena que nos esforcemos y
sobre todo, llenos de ilusión por comenzar de nuevo después de cada caída.
https://lacienciadelespiritu.blogspot.com/2024/02/algo-muy-humano-mirar-para-otro-lado.html
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