VIVIR LA VIDA, INTENSAMENTE (II)
Hoy mi vida intensa ya está hecha a partes
iguales de sueños y de realidad! Mi realidad la conforman mis paseos, mi
trabajo bien hecho, las personas que me cruzo, mis momentos de soledad, mis
fotografías, mis interminables cafés en buena compañía, mis cenas con amigos,
mis momentos de incertidumbre… en fin, mis luces y mis sombras
cotidianas! Y mis sueños, aunque estén aún por hacer realidad, son compartir mi
amor con quien amo, ayudar más a los demás y aceptar la realidad para que se
cumpla en ella todo lo demás!
Podría hacer una larga lista de sueños que aún
estar por cumplir, pero quizás me doy cuenta de que el mérito que tengo hoy es
nunca haber dejado de soñar y de creer que algún día esos sueños se convertirán
en realidad… lo que no es poco, en un mundo en que lo más fácil es olvidarse de
soñar o no concederse el derecho propio e inapelable de vivir los sueños en la
realidad!
Eso es quizás todo lo que hay en mi intensa vida!
Reconocer el valor de las personas que tienen el valor de ser como son, admirar
la simplicidad y espontaneidad de la vida que se manifiesta en cualquier
momento, ya sea a través de una simple flor, un paisaje o frente al mar y ser
capaz de encontrar el sentido profundo a lo que vivo cada minuto de mi
vida! Eso no es más que vivir el hoy… habiendo aprendido el valor del ayer que
me trajo hasta aquí!
Descubrir la esencia de las personas, momentos y
lugares que llegan a mí y, en lo posible, disfrutarlos como las oportunidades
únicas e irrepetibles que en realidad son! Como te decía antes, nada que un
aparentemente frágil bebé no pueda hacer por sí mismo… aunque yo ya siendo
realmente consciente de todo ello!
Un simple bebé se aferra a la vida como lo único
importante que hoy tiene en sus manos… aunque nosotros los adultos creamos erróneamente
que depende solo de nosotros para lograr vivir! Pero, precisamente, somos los
adultos los que pretendemos enseñarles a vivir… desoyendo nuestra propia vida y
dejando que pase de largo hasta que llegue el soñado futuro, que creemos
incapaces de conseguir por nosotros mismos y confiamos solo en el azar!
Delegamos nuestro futuro, nuestro porvenir y todo en él -nuestro amor y nuestra
felicidad- en los demás, en lo que sucede a nuestro alrededor! Más nos valdría
aprender de nuestros hijos a cómo vivir una vida mejor! ¿Quieren dormir o
comer? Pues lo piden sin temor al qué dirán! ¿Quieren amor o sentirse bien
tratados, sanos y amados? Pues lo piden sin palabras equívocas y sin rubor! Así
es una vida intensa… esa que hemos olvidado cómo vivir nosotros, los presuntos maestros
de la vida!
Seguirá…
FUENTE: http://contigomismo.com/2012/vivir-la-vida-intensamente-ii/
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