VIVIR LA
VIDA INTENSAMENTE (y III)
Seguramente una vida intensa no es más que ser
capaces de ir con los ojos del corazón bien abiertos para ver, sentir y
disfrutar de lo que pasa a nuestro alrededor, a cada instante! Cuando eres
capaz de ver desde el corazón lo que te rodea, eres capaz de compartir por amor
un bosque encantado donde los demás
solo ven un bosque cualquiera; cuando eres capaz de amar en la distancia o en
silencio, donde los demás solo sienten una dolorosa ausencia; cuando eres capaz
de admirar la luna, donde los demás solo ven una noche oscura; cuando eres
capaz de ver amor, donde los demás solo se sienten amenazados o temerosos. Eso
es vivir intensamente… y de verdad!
Es quizás por eso que para vivir una vida intensa
solo hay que vivir y dejar que fluya la vida tal como es! Y, en todo caso,
compartirla con quienes la viven con la misma intensidad, sin perder detalle,
sin que les importe el qué dirán! Porque la vida intensa se manifiesta en cada
segundo de nuestra existencia y es inútil negarla o intentarla evadir
estableciendo rutinas cómodas y seguras, pero renunciando a la espontaneidad de
lo que siente el corazón! Pero, también es verdad que en nuestro mundo se nos
enseña a sobrevivir, más que a vivir! Y sobrevivir no es más que aceptar lo fácil
y conveniente de nuestra vida, rechazando todo lo demás! Y claro, la tristeza
se atrinchera en nuestro corazón, que anhela todo lo que dejamos atrás y nos
impide ver y sentir todo lo que hay alrededor!
Sinceramente, no podría vivir la vida ya de otra
manera, ni compartir mi vida con alguien que no lo sienta y viva igual! Ya he
gastado muchos años haciéndolo y me ha traído la infelicidad! Y, aunque no sé
siquiera si mis sueños se harán realidad o si mi vida me dará suficiente tiempo
para lograrlo, solo sé que nunca más debo renunciar a lo que siento y vivo en
cada instante, pues en cada uno de esos momentos está mi incipiente felicidad!
Seguramente pensarás que eso me hace esclavo de mi vida intensa, pero al menos
ahora soy esclavo de lo que soy y seré, del amor que siento en mi interior y de
la felicidad que siento cada día… y no solo esclavo de los demás o de lo que
llega a mi vida, por azar!
Es verdad, hoy estoy obligado a sentirme feliz y a
buscar la felicidad a cada instante -aunque no siempre lo logre cuando lo deseo-, pero revindico mi derecho irrenunciable
a ser feliz y a compartir mi sueño de amor en un bosque
encantado allí donde nace el arco iris, aunque luego la vida
será quien decidirá cuándo y dónde! Seguramente, para entonces, cualquier bosque
será encantado, el arco iris saldrá cada día para mí y mi amor estará para
siempre en mi corazón! ¿Eso es vivir intensamente? Quizás sí… es lo que tiene
intentar cada día hacer de mis sueños mi realidad cotidiana!
Porque, aunque parezca paradójico, la vida intensa
me da paz, amor y serenidad…
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