Todo tipo de personas visitan este blog. En general los
visitantes tienen afinidad con las ideas que aquí se difunden, pero a veces
recibo mensajes de personas que piensan diferente, que me escriben oponiendo a
lo que leen en estos artículos una visión escéptica y pesimista de la realidad. Esos mensajes suelen decir que la vida es dura y difícil,
que la felicidad es inalcanzable, que las personas son egoístas, que Dios no se
interesa por nosotros o que simplemente no existe.
Entiendo ese punto de vista. Es una descripción válida de la
realidad y de la vida. Y quienes la adoptan y sostienen encuentran
efectivamente todo tipo de confirmaciones de que están en lo cierto, de que el
mundo es exactamente así. Literalmente “tienen razón”, aunque la validez de sus
conclusiones se limita sólo a su realidad personal, compartida por quienes
piensan de la misma manera.
Los escépticos podrán decir que la Ley de Atracción realmente no
funciona. ¿Y qué hacen entonces? Encuentran evidencia que lo demuestra y
encuentran a otros que están de acuerdo con ellos. Pero lo que en verdad están
haciendo es confirmar la Ley de Atracción aún sin saberlo. La gente que está en desacuerdo con la Ley de Atracción se atrae entre
sí, del mismo modo que la gente que sí está de acuerdo. (Joe Vitale)
El siguiente vídeo muestra de una manera muy divertida que
cuando se insiste en difundir una visión negativa de las cosas, con frecuencia
la realidad parece confirmar esos pronósticos tan pesimistas:
VISUALIZAR EL VIDEO |
Nadie puede discutir que los cocodrilos realmente existen.
La idea no es negar lo evidente, sino elegir concentrarse en otros aspectos más
positivos de la realidad, aquellos que hacen que la vida sea más fácil y
agradable. En vez de debatir acerca de cocodrilos, estos dos animalitos
simplemente podrían haberse alejado hasta un lugar seguro y ocuparse de otros
asuntos más agradables.
Cuando nuestro sentido común nos sugiere una determinada
interpretación de la realidad con frecuencia nos interesa que los demás la
compartan, y es probable que alguna vez discutamos o polemicemos con otras
personas. Pero si estamos “defendiendo” una interpretación de la realidad que
no nos favorece, lo mejor es replantearnos qué es lo que realmente queremos:
¿tener razón o ser felices?
Este otro vídeo presenta un conjunto de creencias
maravillosas. Adoptarlas hace bien. Es bueno para nosotros y para los demás. Su
creador, Sarmad,
las expone de una manera realmente bella y estimulante:
Un cambio de actitud
A continuación dos sugerencias para concentrarnos en las
creencias que nos hacen bien: No aceptar las interpretaciones negativas que nos
presentan los demás y animarnos a elegir nuevas alternativas que habitualmente
descartamos.
Los medios de comunicación describen una realidad en la que
definitivamente no nos conviene vivir. Para ellos las únicas noticias son las
malas noticias. Muchas personas aceptan pasivamente estas descripciones
negativas de la realidad y luego colaboran en su difusión al compartirlas.
Aceptar que la vida es ese recorte arbitrario que nos muestran todo el tiempo
definitivamente no nos hace ningún bien.
Nuestra responsabilidad es crear de manera deliberada la
realidad en la que queremos vivir concentrándonos en los aspectos positivos de
la vida.
También es una buena idea estar abierto a nuevas
posibilidades. Permanecer demasiado cómodos, dentro de nuestra zona de confort,
recorriendo siempre los mismos caminos, evitando sorpresas y cambios
inesperados, tampoco es bueno para nosotros.
Si llegas a una bifurcación en el camino y la mente dice, “vamos por
aquí, me suena familiar”, eso es la mente. Si escuchas a tu ser, querrá ir a lo
que no es familiar, a lo desconocido. El ser siempre es un aventurero. La mente
es muy ortodoxa, muy conservadora. Quiere andar por la senda, por el camino
trillado una y otra vez, el camino de menor resistencia. Escucha siempre a lo desconocido. Y reúne valor para adentrarte en lo
desconocido. (Osho)
La película “Sí señor” (“Di que sí”, en España) lleva esta
idea hasta las últimas consecuencias. Su protagonista, Jim Carrey, es una
persona negativa y aburrida que decide aceptar el desafío de comenzar a decir
que sí a cualquier propuesta que se le haga, aunque íntimamente le parezca una
locura. El resultado es que su vida se enriquece con todo tipo de nuevas
experiencias.
Dejar de aceptar pasivamente los mensajes negativos que
solemos tomar por ciertos es una gran liberación. Y es una excelente idea estar
abiertos a todo lo bueno, a todo lo nuevo que la vida nos ofrece cada día.
Inesperadas recompensas nos esperan al final de esos caminos alternativos que
normalmente preferimos no recorrer.
Axel Piskulic
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