EL DON DE VIVIR COMO UNO QUIERE
En nosotros influye y vive la genética
biológica y psicológica, el inconsciente colectivo y el ambiente en el que nos
desenvolvemos. Si deseamos liberarnos o trasformar alguna de estas influencias,
tenemos un apasionante trabajo de reconstrucción para llegar al lugar que nos
corresponde, y al que sólo se accede desde la expansión de la conciencia.
Porque ahora, de adultos, cuando lo que nos sucede, lo bueno y lo malo, ya
depende de nosotros, y sobre todo de la actitud que tengamos ante las
circunstancias que nos toca vivir, no es tiempo de quejarse de herencias
emocionales, ni de solicitar permanentemente ayuda, como si aún fuéramos niños
desvalidos.
Bajo lo que llegamos a ser desde el
aprendizaje se encuentra nuestra más pura esencia, que espera a ser descubierta
amable y responsablemente. Cada uno tiene que ir resolviendo lo que la vida le
pone para seguir aprendiendo, y creo que ese afán de superación es el mejor
modo de percibir lo gris como rosa, las dificultades como retos, las tristezas
como puentes hacia la alegría.
Si aquello en lo que nos hemos convertido no
nos satisface, hemos de recrear nuestra vida. Tenemos una fuerza interior
innata potentísima, y es el momento de aplicarla, de soñar, de planificar y de
hacer reales nuestros ideales. Y esto se logra a través del trabajo de las
identidades que hemos ido aceptando y alimentando como únicas, y mediante la
transformación de lo que nos provoca sufrimiento en gozo. Es posible adiestrar
nuestra mente para llevar una vida feliz y aplicar en ello lo que nos van
mostrando nuestras experiencias.
"El mundo es como es porque así
deseamos que sea.
Sólo en la medida en que cambian nuestros deseos cambia el mundo.
Recibimos lo que pedimos". (Richard
Bach)
En realidad, no tienes que llegar a un lugar
concreto, sino abrir un rincón de esperanza dentro de ti. ¿Cuántas veces te has
encontrado pensando aquello de «me gustaría desaparecer por un tiempo,
retirarme a un monasterio o perderme en el monte»? Es tu conciencia la que te zarandea
para avisarte de que ya es hora de que te ocupes de ti, de que te encuentres
contigo y dejes de mirar fuera. Porque ese pensamiento no responde a un deseo
de esfumarte, sino de imaginarte en un tranquilo entorno en el que, desde lo
más hondo de ti, puedas experimentar el gozo de la libertad.
Y eso es muy posible, aun sin necesidad de
apartarte del ruido. Comienza despacio; siente tu ingente fuerza interior, poco
a poco. Llegará un momento en el que lo que pase ante tus ojos sea lo que
quieres ver, por tu mente lo que deseas pensar y por tu corazón lo que te hace
sentir bien. Ese estado de bienestar debe de ser lo que llaman consciencia o
vida en la luz, que no está reservado sólo para unos elegidos, sino para todos
los que eligen situarse en él.
No te asusten los cambios; sin darte cuenta,
estás inmerso en ellos permanentemente y, a la vez, en la propia impermanencia
de la vida.
«Cada acto de creación es un acto de
destrucción» dijo Pablo Picasso
Experimentarás una enorme necesidad de
ampliar tus miras sobre lo que sabes que puedes llevar a cabo, y te enfocarás
decididamente a emprender tu destino con la seguridad de que, a partir de ese
momento, irás adquiriendo la sabiduría necesaria para que tu propósito vital se
alimente y crezca.
"La transformación es lo que sucede
cuando el dolor de permanecer igual es mayor que el dolor de transformarse"
Maestro Rav Berg
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