CINCO CLAVES PARA ESTAR BIEN
Solemos relacionar el hecho de estar bien con la paz
interior y el bienestar mental. Pero, ¿incluye también otros elementos?
Reflexionamos sobre ello.
Qué significa para ti estar bien: ¿Sentir paz interior? ¿Tener energía? ¿No
tener problemas? ¿Ser feliz? ¿Tener bienestar? Está claro que “estar bien” es
un concepto muy subjetivo y que para cada persona tendrá un significado u otro.
Vamos a hablar del bienestar emocional a nivel genérico (sentirse bien con uno
mismo y con nuestra vida) identificando 5 claves para estar bien.
Y es que asociamos el hecho de estar bien con aspectos como tener una buena autoestima, sentir tranquilidad mental, disfrutar de las cosas, gozar de buena salud… Así, si intentamos “objetivar” un poco esta idea, podemos decir que estar bien vertebra
elementos de la salud física y mental. Pero, ¿qué necesitamos para estar bien?“Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace”.
Claves para estar bien
Como vemos, aunque el bienestar es un concepto con una gran
carga de subjetividad, lo cierto es que este se relaciona con algunos aspectos
comunes para todos, como gozar de una buena salud, disponer de una buena red de apoyo o sentirse
bien con uno mismo.
Sin embargo, está
claro que “estar bien” va mucho más allá de todo esto. Sin
más preámbulo, os ofrecemos 5 claves para estar bien que podéis empezar a
aplicar en vuestro día a día.
1 - Practica la gratitud
La primera de las claves para estar bien que os proponemos
tiene que ver con la gratitud. La gratitud se define como un sentimiento de
estima y reconocimiento que una persona tiene hacia quien le ha
hecho un favor o prestado un servicio, por el cual desea corresponderle.
Sin embargo, se puede ser agradecido con la vida en general,
con las experiencias que vivimos, y con personas que no necesariamente nos han
“hecho un favor”. De hecho, las personas agradecidas que dedican unos minutos
al día a agradecer las pequeñas cosas que tienen o que van viviendo, son más
felices.
La gratitud nos hace valorar las experiencias, las personas
y la vida. Además, nos pone en contacto directo con el agradecimiento, un valor
y una actitud hacia las cosas positivas, lo que a su vez aumenta nuestro nivel
de bienestar.
2 - Reflexiona
Es importante
analizar cómo estamos, qué sentimos, qué patrones y actitudes vamos manifestando a lo largo del día (y
de la vida en general), etc.
Porque hacerlo nos permite conectar con nuestras verdaderas
necesidades, sobre todo a nivel emocional. Nos permite descubrir qué
necesitamos en cada momento, qué nos produce bienestar y, de lo contrario, qué
nos ocasiona sufrimiento, para así poder cambiarlo.
Revisarnos nos ayuda a tomar conciencia de quienes somos y qué
necesitamos para estar bien.
3 - Sigue una vida saludable
Como ya sabemos, mente y cuerpo están intrínsecamente
conectados. Eso quiere decir que al cuidar la salud física (el cuerpo), estamos
cuidando también la mente y por lo tanto la salud emocional o psicológica.
Dormir las horas
necesarias, practicar algo de deporte, comer de forma equilibrada y saludable,
buscar momentos de calma y desconexión… Son pequeños hábitos que nos ayudarán a
sentirnos mejor físicamente y, por lo tanto, también psicológicamente.
4 - Pide ayuda si la necesitas
Debemos eliminar tabúes en relación a la salud mental y al
hecho de ir al psicólogo. Ir al psicólogo no es de locos, y no
necesitamos estar “en el pozo” para pedir ayuda. Sencillamente, si sentimos que
no estamos bien, que algo en nuestra vida falla, que estamos sufriendo por
algo… y no sabemos cómo gestionarlo, pedir ayuda es la mejor manera de empezar a sanar.
Iniciar un proceso terapéutico no siempre es fácil por todos
los prejuicios y resistencias que podamos tener en relación a ello, pero os
aseguramos es una gran alternativa que nos puede ayudar a recuperar nuestro
bienestar.
5 - Escúchate y actúa
Otra de las claves para estar bien es la siguiente:
escúchate y en función de lo que sientas, actúa. ¿A qué nos referimos con esto?
A conectar con nuestras
necesidades, a escucharnos y a darle valor a lo que nuestro cuerpo nos
pide, a nivel físico y mental.
En otras palabras: permítete sentir, no te juzgues. Habrá
días que necesitarás estar solo, otro con amigos, con tu pareja, escuchando
música, sin hacer nada, dando un paseo… Y está bien.
Respeta tus ritmos e inquietudes. Aunque parezca un punto un
poco abstracto, la realidad es que conectar con nosotros mismos se puede
convertir en un hábito muy terrenal y práctico, que nos lleva a invertir
energías en lo que realmente nos sienta bien.
Bienestar eudaimónico y hedónico
Hemos visto algunas claves para estar bien, que podemos
aplicar de forma genérica en nuestro día a día. Sin embargo, está claro que cada
persona es un mundo (con sus intereses, personalidad, necesidades, carencias…)
y que, por lo tanto, no a todos
nos hacen sentir bien las mismas cosas. Por otro lado, en relación al
concepto de “estar bien”, resulta interesante aquí diferenciar dos tipos de
bienestar: el eudaimónico y el hedónico.
El primero hace referencia a la realización de actividades
congruentes con nuestros valores para ser felices; en cambio, el bienestar hedónico tiene que ver con la
presencia de placer y la ausencia de malestar para
conseguir la felicidad. Hay personas que son más hedonistas, y otras
eudaimónicas.
Y tú, ¿con qué tipo de bienestar te identificas más? ¿Qué te
hace sentir bien? Empezar por conocer cómo eres es un primer paso para saber
qué necesitas para ser feliz, sabiendo que la felicidad es un camino lleno
de luces y sombras donde toda emoción, sea positiva o negativa, tiene su
función y su sentido.
“El éxito es
conseguir lo que deseas; la felicidad es desear lo que consigues”.
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