DONDE HAY VOLUNTAD, HAY UN CAMINO
Antes de recorrer nuestro camino, nosotros éramos el camino. El compendio de todos los valores, esfuerzos, objetivos y sueños. De modo que si hay un árbol que plantar, plantémoslo; si hay un error que enmendar, enmendémoslo y si hay un esfuerzo que hacer, esforcémonos. La voluntad es lo que aparta la piedra del camino.
Si tuviésemos suficiente voluntad casi siempre tendríamos
suficientes medios…
Hermann Hesse, escritor, poeta, novelista alemán, decía que cuando alguien de verdad necesita algo, lo encuentra, no es la casualidad quien se lo procura, sino él mismo. Su propio deseo y su propia necesidad le conducen a ello. En otras palabras, no hay cosa por difícil que sea, que la mayoría de las veces no podamos conseguir si ponemos empeño. La perseverancia es la que da valor a las cosas.
Creer es el segundo poder y querer el primero. Las
montañas proverbiales que la fe mueve no son nada al lado de lo que hace la
voluntad. El hombre no se da cuenta de cuánto puede hacer hasta que no lo
intenta, medita y pone voluntad.
“Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi
insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden
hacer todos ustedes juntos”. -Mahatma Gandhi-
La elección del camino propio
A nadie le faltan
fuerzas, más bien es la constancia la que escasea. Las grandes
dificultades encogen su tamaño si la voluntad sale a escena. Cualquier camino
será transitable donde ésta prolifere. Ya lo decía Rudyard
Kipling, si encomiendas a un
hombre más de lo que puede hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que
puede hacer, no lo hará.
Apenas estamos medios despiertos. Utilizamos tan solo una
pequeña parte de los recursos físicos y psicológicos de los que disponemos e
igual nos pasa con nuestra capacidad de empeño. Sabemos más sobre cómo escondernos que sobre cómo mirar hacia adelante
para afrontar los problemas y buscar soluciones. Se nos
olvida que tan pronto como confiemos en nosotros, descubriremos cómo disfrutar
y vivir.
Ser auténticos en un
mundo que constantemente intenta hacer de nosotros otra persona es nuestro
mayor desafío. Los caminos son un símil de nuestras
decisiones. ¿Queremos acabar escondiendo bajo la alfombra nuestros sueños para
conseguir una supuesta y sobrevalorada conformidad? Si es así, transitemos los caminos marcados.
Si de lo contrario elegimos salirnos de ese trazado e ir campo a través,
seremos nosotros mismos en un mundo creado por nuestra voluntad.
“Si todos hiciéramos las cosas que somos capaces de
hacer, literalmente nos sorprenderíamos. Todo es cuestión de voluntad”. -Thomas
Alva Edison-
La voluntad es la fuerza motriz más poderosa
La fuerza de
voluntad es el impulso para llevar a cabo nuestros deseos. Una
persona con mucha fuerza de voluntad hará valer sus decisiones, incluso frente
a una fuerte oposición y obstrucciones de todo tipo. Sin embargo, una persona
con poca fuerza de voluntad cederá fácilmente ante la adversidad.
Esta fuerza está relacionada con el deseo. Si no queremos
algo demasiado, es probable que la voluntad que utilicemos para tener éxito en dicha tarea sea débil. Por otro lado, si
tenemos un fuerte deseo y una gran voluntad, entonces seguramente persistamos
hasta alcanzar nuestro objetivo.
Como vemos, el creer no lo es todo en la vida, hace
falta voluntad para transportar montañas, para seguir adelante y
plantar la semilla de la autoconfianza.
“Las personas exitosas tienen miedo, tienen dudas y tienen
preocupaciones. Simplemente no permiten que estos sentimientos los detengan” -
Harv Eker-
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