CUENTOS DE
SABIDURÍA: LA VACA
Un viejo maestro y su joven alumno estaban
conversando sobre la dificultad de muchos seres humanos de salir de su
mediocridad y reconocer su capacidad de triunfar. Para poder enseñar al joven
alumno, el maestro decidió visitar algunos de los lugares más pobres y
desolados de una ciudad.
Después de caminar un largo rato encontraron la que
consideraron la más humilde de todas las viviendas.
Aquella casucha a medio derrumbarse, que se
encontraba en la parte más distante de aquel caserío, debía ser, sin duda
alguna, la más pobre de todas. Sus paredes milagrosamente se sostenían en pie,
aunque amenazaban con derribarse en cualquier momento; el improvisado techo
dejaba filtrar el agua, y la basura y los desperdicios que se acumulaban a su
alrededor daban un aspecto decrépito a la vivienda.
Sin embargo, lo más sorprendente de todo era que en
aquella casucha de 10 metros cuadrados pudiesen vivir ocho personas. El padre,
la madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban para acomodarse en aquel
lugar.
Sus viejas vestiduras y sus cuerpos sucios y
malolientes eran prueba del estado de profunda miseria reinante.
Curiosamente, en medio de este estado de escasez y
pobreza total, esta familia contaba con una posesión poco común en tales
circunstancias: una vaca.
Una flacuchenta vaca que con la escasa leche que
producía, proveía a aquella familia con el poco alimento de algún valor
nutricional. Pero más importante aún, esta vaca era la única posesión material
de algún valor con que contaba aquella familia. Era lo único que los separaba
de la miseria total.