29.9.15

A todos nos gustaría tener un mundo diferente en el cual viésemos y sintiésemos lo que otros no ven ni sienten.

LA SOLEDAD DE LAS ESTRELLAS Y LAS PERSONAS ESPECIALES

Hoy pensaba lo solas que estaban las estrellas. Allá lejos, con una existencia incluso no real ya, muchas murieron antes de que su luz llegase a nosotros; iluminando pasiones, alumbrando ilusiones, haciéndonos soñar despiertos, clareando amarguras y dando esperanza para todos los que estamos abajo.

Pensaba también, que al igual que ellas, realmente ser diferente equivale a prepararnos para la soledad porque de algún modo la diferencia no se perdona, pocas veces se admira y en la mayoría de ocasiones se envidia.

La gente que brilla gusta a muy pocos, a pesar que todos sin excepción podemos brillar y sobre todo, lo peor es que no encuentran su lugar entre los demás, llegando a pensar algo tan coloquial como “Soy un bicho raro”.

Ser diferente no esta bien visto, pero no esta bien visto, porque la presencia de personas diferentes le demuestra a los demás que sí se puede ser diferente, que no hay que seguir a la masa.

Ser como todos, no nos engañemos, es fácil muy fácil, ser diferente, ser uno mismo, requiere trabajo, esfuerzo y soledad y casi nadie quiere pagar ese precio, es mejor la comodidad y el amparo que da ser de la masa.

Les llaman incomprendidos, soñadores y casi siempre locos (bendita locura). Pero si somos sinceros con nosotros mismos, a todos nos gustaría tener un mundo diferente en el cual viésemos y sintiésemos lo que otros no ven ni sienten.


Un trocito de locura en la que poder perdernos cuando todo va mal o cuando va muy bien. Un pedazo de cielo o un mordisco de infierno para saborear otras sensaciones diferentes que no nos maten en la rutina.

Las estrellas no tienen edad o la disimulan muy bien. Siempre vemos las mismas o eso nos parece. Todas tan similares y tan distintas. Todas tan lejanas y tan brillantes. Todas al alcance de la mano y sin embargo a tanta distancia, en realidad. Si conoces una estrella disfruta de su luz. No pueden atraparse, ni poner un candado a su brillo. Solo gozar de ella.

Si conoces a una persona especial, haz lo mismo. Tal vez no entiendas muchas cosas de las que hace o dice, tal vez no comprendas sus silencios o su distraída forma de ver la vida pero lo que es seguro es que si está cerca de ti es la tuya; esa que absolutamente libre te ha elegido. Esa que con su luz a igual que las estrellas iluminará tu vida.

Sólo el viento puede traer aromas de lugares lejanos, así los pensamientos deben ser como aromas perfumados, que al fluir en el cosmos perfumen a aquellos que los capten.


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