LA
SOLEDAD DE LAS ESTRELLAS Y LAS PERSONAS ESPECIALES
Hoy pensaba lo solas que estaban las estrellas. Allá
lejos, con una existencia incluso no real ya, muchas murieron antes de que su
luz llegase a nosotros; iluminando pasiones, alumbrando ilusiones, haciéndonos
soñar despiertos, clareando amarguras y dando esperanza para todos los que
estamos abajo.
Pensaba también, que al igual que ellas, realmente
ser diferente equivale a prepararnos para la soledad porque de algún modo la
diferencia no se perdona, pocas veces se admira y en la mayoría de ocasiones se
envidia.
La gente que brilla gusta a muy pocos, a pesar que
todos sin excepción podemos brillar y sobre todo, lo peor es que no encuentran
su lugar entre los demás, llegando a pensar algo tan coloquial como “Soy
un bicho raro”.
Ser diferente no esta bien visto, pero no esta bien
visto, porque la presencia de personas diferentes le demuestra a los demás que
sí se puede ser diferente, que no hay que seguir a la masa.
Ser como todos, no nos engañemos, es fácil muy
fácil, ser diferente, ser uno mismo, requiere trabajo, esfuerzo y soledad y
casi nadie quiere pagar ese precio, es mejor la comodidad y el amparo que da
ser de la masa.
Les llaman incomprendidos, soñadores y casi siempre
locos (bendita locura). Pero si somos sinceros con nosotros mismos, a todos nos
gustaría tener un mundo diferente en el cual viésemos y sintiésemos lo que
otros no ven ni sienten.
Un trocito de locura en la que poder perdernos
cuando todo va mal o cuando va muy bien. Un pedazo de cielo o un mordisco de
infierno para saborear otras sensaciones diferentes que no nos maten en la
rutina.
Las estrellas no tienen edad o la disimulan muy
bien. Siempre vemos las mismas o eso nos parece. Todas tan similares y tan
distintas. Todas tan lejanas y tan brillantes. Todas al alcance de la mano y
sin embargo a tanta distancia, en realidad. Si conoces una estrella disfruta de
su luz. No pueden atraparse, ni poner un candado a su brillo. Solo gozar de
ella.
Si conoces a una persona especial, haz lo mismo. Tal
vez no entiendas muchas cosas de las que hace o dice, tal vez no comprendas sus
silencios o su distraída forma de ver la vida pero lo que es seguro es que si
está cerca de ti es la tuya; esa que absolutamente libre te ha elegido. Esa que
con su luz a igual que las estrellas iluminará tu vida.
Sólo
el viento puede traer aromas de lugares lejanos, así los pensamientos deben ser
como aromas perfumados, que al fluir en el cosmos perfumen a aquellos que los
capten.
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