LO QUE CADA
UNO QUEREMOS CREER
La
mediocridad es el estado natural, de quienes esperan que la vida pase por
delante de ellos, sin darse cuenta que a los mediocres la vida no les pasa por
delante les pasa por encima
Quiero creer que soy esencia concentrada del
universo. Compuesto por un potencial infinito de posibilidades, que se
manifestaran en mí, en la medida que mi evolución como ser humano sea la correcta.
Quiero creer que soy polvo de estrellas manifestado
en un plano definido. Un caldo de cultivo excelso de dones, talentos y
cualidades que desde el confín de los tiempos viven en mí.
Quiero creer que todo lo sé ya, aunque no lo
recuerde todo a la vez.
Que el tiempo solo es un lazo que se deshace en su
transcurrir que no es el tiempo el que pasa por mí, sino soy yo quien pasa por
el tiempo. Que el espacio es continuo e infinito y que lo he compartido con
todos los seres humanos que han poblado la historia.
Quiero creer que las emociones que me provocan
algunas personas vienen de lejos. Que no siento la misma química con todas las
que pasan por mi vida porque algunas solamente son parte de breves pasajes de
ella y no integrantes de mi destino.
Quiero creer que el amor late con fuerza ante la
inmensidad de mi interior cuando tiene oportunidad de multiplicarse y
expandirse. Y sobre todo, que la esperanza siempre está deseosa de ser llamada
para reinar en el alma y reinventar la vida.
Quiero creer firmemente en mí, pero también en ti y
en el otro y en los que aún no conozco y que formarán parte de algunos de mis
días. Quiero ser un abanico fresco y esplendoroso de gratitudes, para que como
decía Teresa de jesús ”todo aquel que se acerque a mí, cuando se aleje, se vaya
mejor que cuando llegó”
Quiero ser, no estar.
Quiero ser, no tener.
Quiero ser, no ser quien no quiero ser.
Quiero ser el proyecto de mí mismo.
Quiero ser y sentir.
Quiero ser en plenitud, no solo a ratos.
Quiero poder mirar a los ojos y derramar un mar de
ternura para servir de bálsamo a los demás. Quiero estar aquí y ahora por
alguna razón y descubrirla. Quiero que la vida tenga un sentido, y dárselo a
cada instante.
Quiero vivir siempre descolgado de la crítica, la
ansiedad y el desatino; y dejar un rastro, una estela llena de partículas de
amor que se vayan uniendo al resto de las almas que comparten la maravillosa
aventura de vivir.
Por querer, quiero que el universo que me constituye
me guíe siempre por la inmensa satisfacción de vivir con pasión a cada instante
y que cuando cierre mis ojos no sienta tras de mí una vida perdida, sino todo
un cumulo de sensaciones infinitas de felicidad, del amor que he sentido y
compartido en cada momento, e irme plácidamente con el corazón pleno de dicha y
el espíritu lleno de haber servido a los demás.
Todo esto que yo quiero, o lo que cada ser humano
quiera y desee en la vida, es lo que hace que creemos cada día las
circunstancias para que se dé, huyendo de esa creencia popular que son las circunstancias
las que a veces nos llevan por caminos que no deseamos. Seamos conscientes que
las circunstancias las creamos nosotros con nuestras decisiones y actuaciones,
no son las circunstancias quienes nos crean a nosotros.
Ya sé que lo que les cuento es sabido, pero cuidado
con la trampa del “ya lo sé” tomen conciencia que el saber las cosas, nunca
soluciona nada si no se lleva a la práctica dicho conocimiento.
El saber con seguridad lo que uno quiere en la vida,
es el primer paso para conseguirlo. Después, trabajo y esfuerzo.
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