SER CONSCIENTE CONLLEVA DOLOR Y UN
DESPERTAR LIBERADOR
La conciencia es como el movimiento del pensamiento donde se
genera la voluntad, el deseo, las emociones y los sentimientos. Ser consciente conlleva dolor por eso es algo que evitamos,
significa vernos cara a cara con nosotros mismos. Con aquello que no queremos ver, que rechazamos y nos
molesta de los demás.
Los
problemas que vamos experimentando no están separados de nosotros, somos de
hecho el problema en sí. Los problemas existen cuando uno no se conoce a sí mismo.
Surgen de nuestra falta de comprensión de nuestro consciente e inconsciente.
“El conocimiento propio no se basa en ninguna fórmula, uno puede ir a
un psicólogo o a un psicoanalista para conocerse, pero eso no es conocimiento
propio;
el conocimiento propio surge cuando nos damos cuenta de nosotros mismos
en la relación, la cual nos muestra lo que somos en cada momento.”
-Krishnamurti-
El despertar de la conciencia
Despertar a
nuestra conciencia consiste en iniciar un proceso, en el que nos vamos a sentir
incómodos; ya que nos tendremos que
alejar de todas nuestras ideas y creencias preconcebidas, haciendo un
reaprendizaje para ampliar nuestra mentalidad, nuestras perspectivas y
creencias.
Nuestro ego,
conformado por el orgullo y todas nuestras conductas infantiles ya en la edad
de adultos, representa la cárcel de la que nos resulta muy difícil salir. Nos
creemos libres y creemos que decidimos en todo momento sobre lo que queremos
hacer, sin embargo, somos esclavos de nuestra falta de conciencia
y claridad para conocernos a nosotros mismos.
La
conciencia y claridad, en un principio, conlleva dolor puesto que removemos
todo lo que hemos estado evitando ver. Vemos
el daño que nos hemos hecho a nosotros mismos y a los
demás, y nuestra falta de responsabilidad para abordar todo lo que han sido
consecuencias de nuestra actitud y nuestros pensamientos.
“No es posible despertar a la conciencia sin dolor
La gente es capaz de hacer cualquier cosa para evitar enfrentarse a su
propia alma.
Nadie se ilumina imaginando figuras de luz sino por hacer consciente la
oscuridad”
-Carl Gustav Jung-
Responsabilizarnos de quienes somos
Es mucho más
sencillo, sin lugar a dudas, permanecer en la ignorancia de quienes somos. Es a lo que acostumbramos, y de esta forma actuamos
echando la culpa a los demás y a las circunstancias de todo lo
que acontece en nuestras vidas. Sin tan siquiera cuestionar nuestra actitud o
nuestros pensamientos frente a lo que vivimos.
Cuando estamos
realmente dispuestos a responsabilizarnos de nuestras vidas, es cuando comienza
el proceso de toma de conciencia. Afrontando
el hecho de reconocer nuestros miedos, nuestras dificultades, nuestras emociones; nuestros límites, forma de
relacionarnos, los prejuicios, las creencias y patrones de conducta.
Todo el repertorio del que formamos parte, de cómo
nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás; identificándonos así con
todo lo que hacemos, como algo nuestro, especialmente lo que nos afecta y
resulta doloroso.
Este proceso
no es algo teórico, sino algo vivencial, en el que nos instalamos en nuestro
presente, aceptando e integrando todo
nuestro repertorio de conductas actual. Saliendo así de nuestra zona de
confort, y la actitud infantil que nos hace ser incoherentes e irresponsables
ante las circunstancias que se nos presentan.
“Ser responsable
conlleva estar presente, estar aquí.
Y estar verdaderamente
presente, es estar consciente.
A su vez, estar
consciente es una condición incompatible con la ilusión de irresponsabilidad por
medio de la cual evitamos vivir nuestras vidas.”
-Claudio Naranjo-
Ser conscientes nos hace libres
En este
despertar de la conciencia que conlleva dolor,
sobre todo al inicio del proceso, es cuando nos acercamos a todos nuestros
aspectos, considerando nuestras
luces y nuestras sombras. Integrando todo nuestro repertorio para permitirnos
ser quienes somos realmente, y comprendernos mejor.
Muchas veces son las propias situaciones de la vida, que nos
enfrentan ante circunstancias y etapas en las que nos vemos incapaces de
avanzar y resolver nuestros conflictos. Las etapas difíciles que se nos
presentan en nuestras vidas son las que nos llevan a iniciar el proceso de toma
de conciencia.
Al hacernos
conscientes de nosotros mismos nos liberamos de nuestras represiones; de la culpabilidad que nos atormenta, y de los
conflictos tóxicos en nuestra relación con los demás y nosotros mismos.
Aprendiendo a diferenciar lo que depende de nosotros y es nuestra responsabilidad. Comprometiéndonos con nuestro cuidado y
bienestar.
“La libertad es la voluntad de ser responsables de nosotros mismos.”
-Friedrich Nietzsche-
muy bueno me encantò
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