TÚ PUEDES CAMBIAR TU MUNDO
Por más que pienses, hagas tus propias
elucubraciones, des vueltas a los acontecimientos y creas que es imposible, tú
puedes cambiar el mundo, porque solo tú eres dueño de tu destino, y
solo tú tienes la potestad para decidir cómo vivir tu vida.
Un filósofo interpreta cuanto pasa en
el mundo y a su alrededor. En este sentido, todos
tenemos la capacidad para estudiar los acontecimientos de la vida, aunque tal
vez no poseamos las herramientas mentales, culturales y sociales suficientes
para tener una imagen completa de cuanto nos rodea.
Sin embargo, la potestad de
cambiar cuanto sucede es únicamente nuestra, y está guardada en lo más
profundo de nuestro corazón,
nuestra alma y nuestro espíritu luchador.
“Aunque nada cambie, si yo cambio,
todo cambia.”
-Honoré de Balzac-
-Honoré de Balzac-
Tú puedes cambiar tu mundo
En ocasiones acabamos creyendo en
el argumento dañino y tramposo de que todo está escrito en una especie de
destino ya decidido de antemano.
Nos ha tocado jugar con unas cartas y en
torno a ello ha de girar nuestra vida sin más posibilidades que ser un mero espectador
de cuanto nos sucede.
Sin embargo, yo me niego a ser un títere
en manos de aquellos seres poderosos que se creen con potestad para decidir lo
que es mejor para mi. Jamás aceptaré que otros tomen las decisiones que
son únicamente mías.
Además, tengo la suerte de poder escribir
en este fabuloso proyecto que es La Mente es Maravillosa, y desde esta humilde
atalaya, poder cantar las alabanzas de aquellos que hemos decidido cambiar el
mundo para que sea un lugar más habitable, solidario y agradable para todos.
No pretendo hacer grandes gestos, ser un
líder, o convertirme en un ser superior, pues no tendría sentido y sería un error total. Tampoco
deseo quedarme rascando en la superficie, usando mi capacidad para filosofar
mientras interpreto el mundo que me rodea. Eso sería cobarde.
Yo no soy quien para decirte cómo has de
vivir tu vida. Pero
sí soy quien para cambiar la mía, y poder contarlo aquí, en este
proyecto que me permite cantar las alabanzas del ser humano que, gracias a su alma indomable y luchadora,
es capaz de transformar el mundo.
Luchar para cambiar tu mundo
No pienses que no puedes hacer nada porque
eres una persona humilde. Cree en tus posibilidades, y comienza por
cambiar tú mismo. Ese es el primer paso para dejarse de interpretaciones, y
empenzar con la acción de transformación hacia aquella persona que siempre
quisimos ser, y que es quien en realidad somos.
Cambiar tú mismo para ser mejor, más solidario, creativo,
amante, cariñoso, feliz…
Ese es el primer paso para crear un mundo mejor en el que vivir. Solo así
podremos legar a nuestros hijos y descendientes un lugar agradable en el que
poder desarrollarse por completo como personas.
Una vez hemos cambiado nuestro propio ser,
obtendremos un sorprendente éxito, que es la actitud hacia nosotros de quienes
nos rodean. Si tú eres una buena persona, amable, educado, comprensivo
y cariñoso, poco a poco vas transformando tu entorno más cercano.
Una vez transformas tu entorno cercano en
un lugar más amable para habitar, observarás un nuevo éxito. Aquellos que te rodean, se han
contagiado de tu cariño, de tu bondad y de tu buen hacer. Verás cómo
lentamente, ellos también tratan de cambiar. Y, con el paso del tiempo, su
entorno también se convierte en un lugar amable y atractivo para habitar.
“El que puede cambiar sus
pensamientos, puede cambiar su destino”.
-Stephen Crane-
-Stephen Crane-
Sé la llave del cambio
Piensa en ti como esa piedra que cae sobre
las aguas de un lago. Cree en ti como una persona que confía en si misma, que
tiene un amor propio enorme y mucho por ofrecer a quienes quiere y le
aman. Medita y mírate como esa humilde herramienta de cambio que puede
transformar su entorno con paciencia, bondad y cariño.
No esperes grandes logros de forma
inmediata. No pretendas abarcar más de cuanto puedes llegar a soñar. Sé
el motor para la creación de la primera y más pequeña onda sobre el agua al
caer como una piedra en el centro de un lago.
Después, no tienes más que
observar y disfrutar cómo esa onda ha creado otras cada vez más grandes,
capaces de alcanzar más distancia y llegar más lejos, transformando todo cuanto
toca para convertir el entorno en un lugar amable lleno de cariño, amor, felicidad y bondad.
Recuerda no quedar nunca en la superficie,
filosofando sobre lo que pudo ser y no fue. Sé un motor para cambiar, porque
los seres humanos tenemos esa fuerza. Nuestro tesón, nuestra
mentalidad y nuestra capacidad para soñar y ser mejores no tiene límites.
Aprovechémoslo.
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