PARA SER FELIZ DEBES CREER QUE TE LO MERECES
La felicidad es tan accesible a ti cómo lo es el dolor, simplemente por estar vivo y por tener conciencia de que lo estás. Ser feliz es accesible para todos. Esa es la primera premisa que tenemos que pensar cuando estamos ahogados en esos pensamientos catastrofistas, pues la única catástrofe sin solución es no estar vivos.
Si te siguen saliendo las cosas mal, es porque no haces
cosas para que suceda lo contrario. Te has entregado al malestar porque
crees que es lo que te mereces.
Partiendo de esta realidad puedes preguntarte:
¿Qué es lo que he hecho tan mal que ni tan siquiera puedo aspirar a sentirme
algo mejor? Cuando respondas, te darás cuenta de que no te mereces tanto
sufrimiento autoinfligido.
Es por ello que queremos pasar a reflexionar acerca de qué
es la felicidad y
cuáles son las causas de que muchas personas se nieguen la posibilidad de ser
felices. Resulta importante saber qué mecanismos están implicados en
este masoquismo emocional para detectarlos y alejarnos. Recuerda que
para ser feliz debes creer que te lo mereces.
Qué es la felicidad
La felicidad depende de tres factores fundamentales: de
cómo te encuentres, de lo que te encuentres y de cómo procesas ese
encuentro entre tú y
el mundo. La felicidad al fin y al cabo, es una actitud.
La felicidad es un estado de espíritu abierto a
experimentar. Sin
embargo, la mente y lo que pensamos sobre nosotros conquistan casi siempre ese
espacio destinado a la sencillez del disfrute, limitándonos.
Puede ser que por tus experiencias personales o la educación
recibida hayas integrado la premisa de que no puedes ser feliz porque no te lo
mereces. Pero te
equivocas. No hay nada en el mundo que deniegue a una persona el poder sentir
la felicidad.
Además, si te encuentras atravesando una situación
difícil recuerda que otras personas han salido ya de las mismas o similares
circunstancias que tú, ¿la diferencia?: Ellos creen que
todo su sufrimiento pasado valida el deseo de volverse a
sentirse bien, con ilusiones, de creer en las personas y de ver la parte
positiva de nuestro gigantesco mundo.
Qué
mecanismos utilizamos para negar la felicidad
Es importante analizar la llamada “pulsión de muerte” que
nos explicó Freud, el fenómeno de la indefensión aprendida comprobado por Martin Seligman,
o la consecuencia de soportar una ansiedad muy alta durante mucho tiempo, que
deriva en cuadros cómo la desrealización y la despersonalización. A
continuación, vamos a reflexionar sobre por qué las personas se niegan a ellas
mismas la felicidad:
·
Indefensión
aprendida: algunas personas han adoptado un rol pasivo, en el
que consideran el dolor como algo que toca soportar y no pueden hacer nada para
evitarlo. La indefensión aprendida sucede cuando la persona da todo por
perdido y siente que no puede hacer nada por mejorar. Ya no se lucha
por salvarse.
·
Desrealización: el
mecanismo de la desrealización es cuando aparece una distancia psicológica
respecto a la realidad que rodea a la persona. Es decir, es como si su
entorno y contexto le resultara extraño.
·
Despersonalización: el
mecanismo de la personalización se refiere a una distancia y extrañeza
psicológica respecto al sí mismo. La persona no se empeña por salir de
ese estado o por buscar la felicidad porque no sabe qué es lo adecuado para su
situación. Está perdido, roto, desconectado.
·
Pulsión
de muerte: es muy difícil entender algunas conductas como las de las
anoréxicas, como si en esa conducta estricta y peligrosa estuviera su
poder. Más allá del peligro físico que implican sus hábitos alimentarios, sienten
que deben controlarse muy fuertemente o seguir haciéndose daño por ser la única
forma de encontrar placer: Es lo que Jacques Lacan llamó “goce” y Sigmund
Freud “pulsión de muerte”.
¿Qué nos dicen estos tres fenómenos? Pues que cuando
alguien toca fondo, se siente culpable y no es capaz de superar su
pasado, entra en un estado de la vida en el que no vive, solo se está
presente, sin más; y no se siente digno de ser feliz.
Cuando una persona cree que no merece la felicidad se aísla
y adopta conductas de autocastigo para sanar sus errores. No hace nada porque cree que no vale
para nada y deja de considerarse persona.
Si crees que te mereces ser feliz, actúa en
consecuencia
¿A cuántas cosas has renunciado o estás renunciando por
miedo, por falta de autoestima o por sentir que ya no encuentras tu lugar en el
mundo? Existen miles
de teorías y técnicas de psicología que pueden ayudarte con tus habilidades sociales,
con tus esquemas negativos y a programar acciones concretas. Existe también
medicación, aunque para el dolor de alma todavía no han patentado ninguna.
Lo mejor para el alma es
que vuelvas a conectar con ella para sentir que está herida, pero no muerta. A tu espíritu le encanta renovarse,
ya sabes eso que dicen algunos de renovarse o morir y parece
ser que a muchos no les va nada mal.
Así que saca las fuerzas que ni tan siquiera crees que
tienes y vuelve a llenar tu vida de experiencias. Que al morir tu vida esté llena de
experiencias, no de sueños. Si no crees que te lo mereces, piensa entonces en
cómo será tu vida y la de los que te quieren si sigues sin creer merecértelo.
Y no olvides, que si no eres tú quien te da la
oportunidad para empezar a construir tu felicidad, nadie más va a poder
concedértela. Solo tu sabes qué es lo que necesitas y cómo para ser
feliz, y la primera opción es aceptase y creerse lo que uno vale…
Cristina Roda Rivera
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