23.2.16

Abrid puertas, ventanas y ternura. Cerrad la sinrazón de la tristeza, defended la alegría como un todo

EL HECHIZO DE LA PALABRA

ES LA HORA

Abrid todas las puertas y ventanas,
los cajones, los sueños, la tristeza,
dejad que entren de golpe las palabras
que tomen posesión
de muebles y escaleras,
que describan
los rótulos del día y de la noche
del corazón, las vísceras infectas.

No tengáis miedo nunca,
porque todo esta poblado de belleza.
Y si no hubiese pan, pedid auxilio
a las otras personas que lo tengan.
Lo importante es el vino de otras bocas,
la canción que se rasga en la botella,
el silencio que enciende nuevas voces,
los gritos que reclaman que te quiera.


La vida es un conjuro de tu y yo,
de nosotros, de ellos y de ellas,
un soliloquio abierto en dos mitades,
una verdad de música,
de versos y poemas,
de asedios de interiores y de nadas,
de cielos sin paraguas, y de estrellas.

Abrid puertas, ventanas y ternura,
cerrad la sinrazón de la tristeza,
defended la alegría como un todo,
como un grito que rompe las tinieblas.




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