CONFÍA EN EL PROCESO
A veces
la vida nos parece ajena a nuestros propios planes. Nuestros sueños
y propósitos personales están suspendidos en el tiempo. Aún
teniéndolos claros, las circunstancias parecen organizarse para
dilatarlos en el tiempo…
Pero
solo lo parece. Alguien dijo que “el maestro aparece cuando el
alumno está preparado”. Y así es. Seguramente el tiempo es
necesario para poder estar preparado para vivir lo que creemos
merecer y por lo que tanto luchamos. Esa es la clave: luchar. No hay
que luchar, solo hay que permitir que las cosas sucedan, estando
atento a lo que sucede en nuestro interior, a nuestro alrededor y
bien preparados para recibir lo que merecemos, aunque muchas veces
eso no coincida con lo que esperamos.
Debemos “confiar en el proceso”. El
camino es el propio proceso y hay que saber recorrerlo, en la
vida,
en los proyectos profesionales y en todo aquello que persiga nuestros
sueños. El proceso, por largo que parezca a ratos, es necesario. Es
la preparación y la construcción del propio deseo o sueño. Y así
es la vida, un camino de aprendizaje. Todo en ella es parte del
camino. El amor,
la felicidad,
la plenitud o la mera consecución de un proyecto de vida.
Nuestra
experiencia ya nos lo dice. ¿Cuántas veces hemos esperado o buscado
el amor o la felicidad, la realización o la plenitud, sin haberlas
alcanzado? ¿Estábamos realmente preparados para acojerlas? ¿Creímos
que eran una meta, para la cual solo era necesario proponérsela y
tener firmeza para alcanzarla? El camino es la propia meta. Todo
llega cuando debe, ni antes ni después. O no llega porque no debe
llegar o porque no es nuestra meta, sin más. La vida decide por sí
misma lo que debemos alcanzar en cada momento. No entiende de tiempo
ni de distancias. Nuestra libre decisión es el propio sueño y
permitirnos que éste se cumpla, cuando deba ser…
Pero
cuando estás atento a lo que hay en tu interior, la vida nos envía
sutiles señales de aprobación para indicarnos que estamos en el
buen camino hacia aquello que soñamos. Casualidades o sincronismos,
llámale como quieras. Imagenes, sueños o señales que solo somos
capaces de verlas si estamos bien atentos a nuestro interior, a lo
que setimos y deseamos. La vida y nuestro sueño en ella se
manifiesta, a cada rato. Y para percibirlo, solo debemos estar
atentos y ser libres, es decir, no tener distorsionada nuestra
percepción. Y se distorsiona cuando queremos manipular nuestra
visión con ideas, conceptos, situaciones, que solo existen en
nuestra mente. Si logramos deshacernos de ellos, veremos con claridad
el camino por el que transitamos, día a día y en él, las señales
que nos indican que estamos en el buen camino hacia nosotros mismos.
Hacer
que las cosas sucedan, para después dejar que las cosas sucedan.
Vivir el momento y lo que sientes en tu interior, para poder ver,
sentir y vivir lo que te rodea. Vive desde el corazón, fluye con él,
compártelo con quien amas para vivir y sentir profundamente lo que
merecéis aprender, a cada momento y cada uno de vosotros!
Ahí va
una bonita leyenda:
http://culturainquieta.com/es/inspiring/item/8453-la-leyenda-japonesa-del-hilo-rojo-del-destino.html
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