SUBIR HACIA LO MEJOR
No dejo de subir hacia lo mejor de mí
mismo, hacia la cumbre de las excelencias, a las que sólo se tiene
acceso por el amor y el trabajo. Después me sacarán todo,
inevitablemente, para facilitarme el vuelo a un estadio superior,
como el espíritu, gracias al sueño, abandona al cuerpo carcelero
para volar por el universo entre el pasado y el futuro.
Este momento es perfecto, me siento
como se debe haber sentido Rembrandt al terminar el retrato del viejo
eslavo. No sé, ni me importa saber, dónde estoy, por eso arriba y
abajo es lo mismo, es más, en esta ignorancia dichosa no hay arriba
ni abajo, por eso siento que entro al cielo cuando me meto en el mar.
Para vivir mejor hay que ser mejor, y
para ser mejor hay que atenerse sólo a la verdad, siempre imbatible,
a la que se puede embellecer con el amor. Escapa de las sectas que
dividen, busca lo universal, lo que sólo se puede alcanzar siendo
multidireccional. Salir del útero es sólo un ensayo, nacer es ver,
entender el mundo y sus cosas, armonizar con ellas, darse cuenta,
nacer es gozar y respetar la vida, cuidar sus dones para los que
vendrán detrás nuestro, estar conscientes, ser útiles.
Hay gente que muere a los ochenta años
sin haber vivido, por eso no todo lo que camina y hace ruido es un
hombre. La vida es un río que se desborda a izquierda y derecha,
ayudando a cultivar la tierra, dando vida a todas las criaturas y a
todos los hombres, sea cual fuere su color o su ideología.
Aunque sigas distrayéndote con la
competencia o la tontería que sea, el río de la vida sigue
corriendo, derramándose sobre todo para darle vida a todo. Entra a
ese río ya mismo, no tenemos mucho tiempo porque el hombre ya puede
acabar con el planeta, no importa lo que digan nuestros dirigentes,
que siempre nos engañaron, a los que ya ni la hipocresía les sirve
para ocultar sus enfermedades y desdichas.
Debemos dejar nuestras mezquinas sectas
y caminar con todos en busca de ese río que no divide, que no
separa, que enriquece a todos armonizando diferencias, debemos dejar
el orgullo e inclinarnos, arrodillarnos ante el trono desde donde
brota el río que es la vida (el orgullo es una traba porque no
permite que los hombres se encuentren).
De los grandes como Gandhi heredamos
gloria y humildad (aquella no es posible sin esta), por los grandes
supimos que los imperios son pasajeros pero el hombre es eterno, que
el tiempo es sólo una ilusión pues transitamos la eternidad, que la
tarea del hombre es hacerse uno con Dios, que el corazón, la
intuición o la inteligencia pueden revelarnos a Dios (por diferentes
caminos llegaron a El hombres como Einstein y San Francisco).
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