PAN TOSTADO
Historia real, para una reflexión profunda
Historia real, para una reflexión profunda
Después de un largo y duro día en el trabajo, mi mamá puso
un plato de salchichas y pan tostado muy quemado frente a mi papá.
Mi padre lo notó, tomó un pan tostado, sonrió a mi madre y
me preguntó cómo me había ido en la escuela. Cuando me levanté de la mesa esa
noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los panes
tostados muy quemados.
Nunca voy a olvidar lo que le dijo: "cariño no te
preocupes, a veces me gustan los panes tostados bien quemados."
Más tarde esa noche, fui a dar el beso de las buenas noches
a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los panes tostados bien quemados.
Él me abrazó y me dijo: "tu mamá tuvo un día muy duro
en el trabajo, está muy cansada y además, un pan tostado un poco quemado no le
hace daño a nadie"