ESTAMOS HECHOS DEL MISMO MATERIAL QUE LOS SUEÑOS
Cuenta Paulo Coelho que
cuando él era adolescente, les dijo a sus padres que uno de sus sueños era
ser escritor, pero ellos querían que se dedicase a la abogacía, así que le
internaron hasta en tres ocasiones en un hospital psiquiátrico “por su bien”,
para que le quitaran esas absurdas ideas de la cabeza.
Sin embargo, él fue fiel a sí mismo a pesar de la oposición
de su familia y se dedicó a la escritura con gran éxito. Esta historia de
superación nos sugiere que debemos ser fieles a nosotros mismos y
perseguir nuestros sueños
Los sueños no son tan diferentes de la realidad, simplemente falta la magia que se crea con la
voluntad de ir tras ellos, de no renunciar y de creer en nosotros mismos. De
esta forma iremos transformando un sueño en una realidad que se puede tocar,
oler y sentir con todo nuestro corazón.
“Cuánto más se aproxima uno al sueño, más se va
convirtiendo la Leyenda Personal
en la verdadera razón de vivir.”
-Paulo Coelho-
¿De qué están hechos los sueños?
Ken Robinson,
autor de “El elemento”, nos enseña a través de su libro como la
pasión por hacer algo puede cambiar toda nuestra vida. “El elemento” es el punto de
encuentro entre las aptitudes naturales y las inclinaciones personales. Cuando
una persona encuentra su “Elemento”, hace lo que le apasiona y al hacerlo
siente que es ella misma, se siente más viva, tiene ilusión y hace surgir una
gran fuerza para seguir adelante.
Los sueños están hechos de ilusión como fuerza motriz, de
alegría por saber que por fin hemos alcanzado nuestro objetivo, de
perseverancia por la voluntad sin excusas que hemos tenido para llegar hasta
aquí. En ese camino para alcanzar los sueños, existirán momentos en los
que querremos desistir de todo, pero en nuestro interior
encontraremos esa voluntad para
continuar y no cesar nunca de ir al encuentro de lo que soñamos.
“Existe una poderosa fuerza motriz dentro de cada ser
humano que, una vez liberada, puede hacer realidad cualquier visión, cualquier
sueño.”
-Anthony Robbins-
Cómo definir un sueño
Definir con claridad lo que soñamos, nuestros objetivos,
puede parecer una tarea fácil pero no lo es. Si pensamos en un objetivo que sea nuestro sueño, es
necesario definirlo con todos sus matices. Así, para empezar a definir un
sueño, hay que hacerse una serie de preguntas, como las siguientes: “si pudieras dedicar tu vida a hacer cualquier cosa, sin
impedimentos económicos, físicos o sociales, ¿qué harías?”
Una vez que hemos definido aquello que será nuestro sueño,
es esencial ver si cumple todos los requisitos que un objetivo debe tener. Debe estar expresado en positivo y
además es necesario que suponga un reto para ti. Alcanzarlo no debe ser fácil,
sin embargo tampoco es bueno que nuestras opciones de lograrlo sean muy
reducidas o nulas.
Lo mejor es que una buena parte dependa de ti y no de otras
personas; no obstante, perfectamente podemos compartir el camino con ellas. Por
otro lado, el objetivo es mejor cuanto más específico sea: en
vez “quiero cambiar de trabajo”, es mejor “quiero ser escrito (artista,
fontanero, agricultor, etc.)”. Finalmente, tiene que ser
estructurado y con objetivos intermedios que permitan recompensas en el
proceso.
Los límites de nuestros sueños
No podemos olvidar que todo sueño tendrá unos
fantasmas o agentes limitantes y que estos pueden emanar tanto de nosotros
mismos como de los demás. Así, podemos decir que existen
fundamentalmente dos: el miedo y la opinión de los demás.
El miedo
El miedo a nosotros mismos, al futuro, a si vamos a ser
capaces de hacer lo que queremos, a fracasar, es muy humano, pero no debe ser
paralizante sino estimulante. Para superar el miedo es importante empezar a cuestionarse todo.
En la biografía sobre Albert
Einstein, su
narrador dice lo siguiente: “Cuando era estudiante, a Einstein nunca se le
dio bien el aprendizaje por memorización. Más tarde, como teórico, el éxito no
le vino de la fuerza bruta del poder de sus procesos mentales, sino de su
creatividad e imaginación. Podía construir complejas ecuaciones, pero además y
más importante, sabía que las matemáticas eran el lenguaje que la naturaleza
utiliza para describir maravillas.”
La opinión de los demás
Otro elemento que puede ser paralizante y que surgirá en el
camino hacia nuestros sueños es la opinión de otras personas: amigos, familia, conocidos, etc. Todas esas personas tienen una
gran influencia sobre nosotros y hacer algo que va en contra de la opinión
generalizada puede suponer rechazo.
En muchas ocasiones las opiniones de los demás se convierten
en un lastre en vez de en un apoyo. Nos gustaría que nos animaran, ya sabemos lo difícil
que es cumplir lo que deseamos, pero cuando aparecen las dudas nunca viene mal
alguien que nos ayude a espantarlas.
“Si uno avanza confiadamente en la dirección de sus sueños,
y se esfuerza por vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito
inesperado en algún momento.”
-Henry David Thoreau-
Arantxa Alvaro Fariñas
No hay comentarios:
Publicar un comentario