12.12.16

Miles de historias están guardadas en mí esperando a que yo las escriba.

TODO LO QUE PUEDO LLEGAR A IMAGINAR

Aprendo tanto de mis errores que he empezado a creer que son aciertos.

Me gusta pensar que si camino mucho, mis pies aprenderán a escoger el camino. Que si amo mucho, dejaré de habitar mis penas y me quedaré sujeta en una de mis alegrías. Que si lloro mucho, me quedaré vacía de angustias y podré llenarme de risa. Porque la risa se contagia,
se funde entre un rostro y otro rostro y acaba invadiendo el espacio y el tiempo

Me gusta pensar que si dejo de temblar por mis fantasmas pasados, llegaré a la cima de mi amor propio y podré contemplar mis ojos con mis ojos y abrazar mis sueños sin apenas alargar los brazos.

Me siento feliz por haber fracasado tantas veces mientras intentaba encontrarme la cola porque eso me ayudó a aprender a nadar y esquivar las redes de los que pescan sin alma

Aprendo tanto de mis miedos que he empezado a creer que simplemente son retos aún desconocidos

Me gustan cada una de mis rarezas a pesar de haberlas cargado durante siglos y haberme avergonzado de ellasY ahora, de repente, las miro y las veo repletas de bellezaComo encontrar los pétalos marchitos de una rosa que fue roja en un libroComo escuchar la deliciosa canción que entonan en el campo cientos de girasoles secosComo el encanto mustio y demacrado de un juguete antiguo o una foto vieja y amarilla de un niño que ahora es anciano. 


Como verte en el espejo y descubrir que tus ojos tienen un color distinto al que pensabas y tus cabellos brillan más de lo que nunca habías sido capaz de recordarAcordarte de ti en el pasado y sentirte frágil y enviarte un besoNotar que tal vez te quedaste corto soñando con llegar o pasar de largoEntender que lo hiciste tan bien como pudiste y saber que no fue suficiente pero que ya no te importa.

Perdonarte las dudas y besar ese llanto mudo que arrastraste durante años esperando una respuesta del cielo que no llegó nunca porque en realidad estaba dentro de tiPorque esperabas una medalla que nunca creíste merecer y un aplauso que nunca reverberó en tu interior porque te reconocías tú mismo el mérito de recibirlo.

Subir los escalones de tu conciencia y ver que no tienen polvo. Perderte en la vasta llanura de tu alma y descubrirla sola pero serena. Ser tan libre que la ingravidez te provoque dolor de cabezaSentirte tan satisfecho que puedas volar sin levantarte un milímetro del sueloSuplicar que la felicidad no te encuentre rancio y dormido. Que todo lo que puedas imaginar exista porque ya existe en ti y es maravilloso.

Abrazar tu cobardía y tu vergüenza y notar que eran capas de piel que supiste dejar en la puerta cuando entraste en esa etapa de tu vida en la que hay cosas que ya te puedes decir a ti mismo sin tener luego que bajar la vista o sumergirte en un mar de pastillas para olvidar

Aprendo tanto de mis decepciones que cuando lloro por ellas me siento absurda.

Me gusta pensar que si me enamoro del silencio, la calma dormirá en mis sienes y apaciguará mis pensamientos locos.

Me gusta pensar que la única noche que puede vivir en mi alma es la que sucede al día y que siempre tiene un final cuando el sol avanza desde la ventana por mis sábanas hasta alcanzar mis ojos cansados y besar mis pies desnudos

Me gusta pensar que, si creo, podré tocar lo que busco y sobreviviré a todas mis pesadillas. Que me quedan millones de palabras por usar bailando entre mis vísceras inquietas para que yo las escoja

A veces, nos empeñamos en almacenar días sin apenas vivirlosY cargamos culpas pesadas que nos encogen tanto que no recordamos lo enormes que somos, lo grande que es nuestro apetito por la vida si no nos sentimos rechazados.

A veces, nos obsesionamos con pensamientos absurdos que nos recortan la realidad y la capacidad de crear.

Somos el resultado de años de pensamientos tristes y de intentos en vano por superarlosPorque la única forma de cambiar la consecuencia es modificar la causa, borrar esas ideas bárbaras y despiadadas que tenemos de nosotros almacenadas en algún lugar hace cien años, y respirar

Somos producto de un cúmulo de noches sin tregua creyendo que no lo vamos a conseguir

El efecto inacabado de una causa perdida por no haber aprendido a soñar.

Somos la secuela de la historia trágica que tanto nos gusta recordar. Si dejamos de pensar en ella, podremos cambiar el desenlace.

Aprendo tanto de mis amarguras que he empezado a notar que su sabor es dulce.

Me gusta pensar que si aprendo quién soy y comprendo mis porqués, acabaré habitando la vida que sueño

Todas nuestras certezas son diminutas ante lo mucho que aún desconocemos

Me gusta pensar que hay cosas que están ahí y que todavía no veo porque no he sido capaz de imaginarlas. Hay tantos caminos que no puedo escoger aún porque están esperando que yo los dibuje

Miles de historias pendientes que están guardadas en mí esperando a que yo las escriba. Hay mil vidas esperando a que abrace mi incertidumbre y acepte que nunca podré controlarlas si quiero vivirlas.



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