A
MAR ABIERTO
No
estoy rota, sólo deshilachada… Me he topado conmigo y he mirado en
el fondo de ese pozo donde las verdades son tan crudas que cuesta
amasarlas. He sido capaz de tocar el borde de este precipicio para
comprender que en el fondo nada significa nada. Que
nunca se pierde ni se gana, sólo se transita, se camina y que todo
pasa…
Nuestros horrores nos conducen a mar abierto, para respirar…
Nuestro dolor es el viento que nos mece y transporta hasta la próxima
estación donde encontrar una nueva pista para salir del laberinto…
Sé
qué piensas ahora, no temas, no siempre hay laberinto, no vas a
estar la eternidad sumergido en esta búsqueda sin fin de emociones
pasadas y recuerdos momificados que sacar a la luz para comprender
tus razones. A medida que aprendas quién eres y aceptes las nuevas
piezas de este rompecabezas, caminarás con más luz para ver que en
realidad el camino no es siempre angosto y esa oscuridad perenne que
te abraza los pies en realidad está en tus ojos… Antes, sin
embargo, vas a tener que visitar a todas tus momias y releer todos
tus recuerdos embalsamados…
Algunos
rigen tu vida y ni siquiera eres capaz de evocarlos. Están sujetos a
un pasado borroso, en una baúl de inconsciencia que nunca abres.
Siguen ahí, no los recuerdas pero te duelen, no te vienen a la mente
pero te comprimen el pecho… No los ves, pero te salpican. Vives sus
consecuencias pero no los puedes ubicar en un momento de tu vida…
Antes de encontrar ese mar que buscas y soltarte vas tener que
navegar en ellos y sacarlos uno a uno. Van a molestar y doler, van a
rabiar en tu hígado y dormir en tu cabeza… Van a hacerse una
cabaña en tu pecho y tratar de quedarse a vivir en tu nuca… No
temas, están ahí para que los veas, los aceptes, los comprendas y
los olvides… Los soltarás, los dejarás ir y se desvanecerán como
si nunca hubieran existido, pero tú serás más sabio, más
flexible, más fuerte, más tú.
Ya
no te esconderás ni evitarás imaginarte brillando porque no
sentirás vergüenza de nada… No
te romperás, porque te darás cuenta que estás fabricado de un
material más elástico y cada día más transparente y no te importa
que así sea, ya no…
No te sentirás pequeño porque ocuparás todo el espacio del mundo
disponible para ti… No te importará que te miren porque no ocultas
nada que otros puedan echarte en cara.
Créeme,
no me he vuelto loca, sólo es que ya no me importa lo que antes me
importaba. Ya no tengo que escuchar la música antes para saber que
hay música… Ni tengo que estar hermosa para saber que soy hermosa…
¿Acaso dudas de la belleza del amanecer antes de que el sol salga?
¿Dudas de encontrar el mar antes de llegar al mar? No dudes de ti ni
de tu capacidad para salir entero, ni de tu gran valentía para
seguir adelante. No
temas encontrar tu verdad porque es la única forma de liberarte de
lo que te comprime y ahoga…
A
veces, cuando tocas el suelo, rebotas… Tomas tal impulso que
descubres que no importa dónde estás… No importa desde dónde
empiezas la carrera… Ya has ganado, llevas ventaja siempre si sabes
quién eres y confías en ti…
Dejas
de competir para empezar a vivir…
No
te preocupes, no temas por tener que sentir… No
te asustes porque sentir te arañe y sea tan incómodo que luego el
cuerpo te duela y el corazón parezca que se te rompe… Se romperá
si no lo usas y ahora lo usas a medias porque no te conoces, porque
no amas tu oscuridad suficiente como para abarcar tu luz, porque
mientras no aceptes tus errores y debilidades no podrás amarte y si
no te amas, no amas nada de lo que haces… No vives esperando una
vida mejor que, voy a ser sincera, no llegará porque todavía no te
quieres. Nada de lo que te pase hará que tu vida sea mejor si no te
amas. No es lo que viene a ti, es lo que sale de ti lo que todo lo
cambia. No
existirá una mejor versión de ti si no amas desde ahora esta
versión que ya eres…
No
temas… He besado mi versión más horrible y ahora la mejor de mis
versiones posibles es todavía más maravillosa. He aceptado a esa
persona que habita en mí y que a veces se deja llevar por el horror
y araña y ahora la he dejado sin armas arrojadizas, pero es
infinitamente más poderosa porque ha descubierto que no tiene que
luchar ni pelear contra nada ni nadie… Ahora sabe que debe actuar
sin miedo desde el amor, con toda su fuerza e ímpetu, con toda la
confianza en lo que hace y la más grande de las humildades para
admitir cuando falla y corregir el rumbo desde el
perdón más absoluto….
He
descubierto que se defendía porque estaba asustada, porque pensaba
que el mundo estaba en su contra y atacaba por si la atacaban… Se
aferraba a su dolor y su culpa por si se los arrebataban, porque con
ellos había construido una fortaleza inexpugnable de indiferencia y
zarzas venenosas, porque vivía sola en su castillo de orgullo y
lágrimas contenidas…
La
he ido a buscar y le he dicho que la amaba. Y ella primero me ha
clavado su aguijón más largo y luego ha llorado cien horas abrazada
a mi pecho… Ella sí estaba rota y cansada de defender una
fortaleza que en realidad la convertía en frágil y cobijar una
rabia y una culpa que le consumían la magia…
No
temas, cuando hayas visitado a los fantasmas del pasado y abierto el
cajón de tus horrores, fluirá la vida. Cuando
ames toda tu oscuridad, serás invencible…
Ya
estás en mar abierto pero no puedes verlo porque todavía no has
mirado lo que hay dentro de ti…
Ya
eres todo lo que necesitas, pero no te reconoces porque ocultas una
parte de rostro y te avergüenzas de tu sombra.
No
te hagas el duro… Esto no va de dureza, sino de consciencia. De
tomarte el pulso y comprenderte, de sacar a la luz lo que ahora está
en la sombra y dejar que el sol lo purifique y nos deje ver sus
cicatrices. No tengas miedo, lo que escondes es lo que va a
liberarte… Lo que no te dices, es la llave que abre la cerradura de
la prisión donde moras esperando una señal. Lo que no quieres ver
es lo que más te hará brillar y fluir cuando sueltes la necesidad
de parecer perfecto.
Lo
hice, de verdad, no fue fácil y me queda mucho camino, pero no estoy
rota… Ahora sé que la única que puede romperme soy yo. Y que por
oscura y diminuta que sea la cueva, estás muy cerca del mar, porque
eres el mar… Eres
un enorme mar abierto.
Mercè Roura
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