NO HAY VÍCTIMAS
En
cada confrontación, en cada conflicto,
en
aquello que juzgas como no deseado
surge
siempre la sombra del victimismo,
no
eres víctima del mundo que tu mismo has creado.
En
cada situación que imaginas
se
desplaza, dentro y fuera, así, la culpa
y
permanece oculto en alguna esquina
el
que mueve los hilos de la locura.
Esa
voz que controla los mensajes
y
distorsiona la luz de la mente
comprando
todos los pasajes
para
el viaje desde el inconsciente
y
sin equipaje, vuela demente.
Pero
inocente es el espíritu y hace
que
se disuelva el error , de repente.
Cuando
te abraza el amor consecuente
se
difuminan los ecos del miedo
y
llega la consciencia, luminiscente,
la
culpa cae y se suicida el ego.
Y
no hay más que una sola voz:
Donde
hay paz la ira se disipa.
No
hay víctimas en el corazón,
ni
verdugos que apaguen la vida.
Ninguna
voz puede controlar los mensajes
ni
distorsionar la luz de la mente.
Ni
comprar siquiera los pasajes
para
el viaje desde el inconsciente.
Ni
siquiera existe el vuelo demente.
Porque
inocente es el espíritu y hace
que
se disuelva el error , de repente.
A.BARO
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