Como
es lógico, no todo el mundo se va a sentir identificado con el
contenido, pues está muy orientado a un tipo concreto de vivencias
y de persona. Aquellas que son luchadoras, persistentes aunque no
necesariamente constantes. Aquellas que saben lo que quieren, pero
no siempre saben cómo conseguirlo.
No
todas las vidas son igual de difíciles y no todas se viven igual.
Así que este artículo va dirigido a todos aquellos luchadores, que
no se rinden pero que saben que sus recursos son limitados, y que si
no consiguen alcanzar sus metas pronto, tampoco saben de dónde
sacarán las fuerzas.
¿Cómo
lograr no abandonar o desistir? Cuando sabes lo que quieres y sabes
que no quieres rendirte pero la línea del horizonte se difumina
cada vez más.
No puedo
decirte como conseguir tus objetivos y tus sueños en un artículo,
pues tendría que conocerte para eso, pero sí puedo comentarte cómo
seguir adelante cuando ya no puedes más, deseando te sea útil.
No
te imaginas la de veces que yo hubiese tirado la toalla, por
sentirme agotado de tanto esfuerzo, de tanta lucha, de tanto
desencuentro… de haber creado creencias e ideas muy frustrantes de
cómo funciona el mundo y sus injusticias.
Y
sin previo aviso, de repente llega ese día en el que poco a poco
vas viendo que tus ganas se apagan, que lo que antes te impulsaba a
seguir ya no lo hace, ¿dónde encontrar fuerza y estímulo? No es
tarea fácil, pero se puede.
Así
que vamos a ver varias medidas para prevenir tocar fondo y salidas
para cuando ya hemos llegado ahí abajo.
¿QUÉ
PODEMOS HACER PARA EVITAR LLEGAR A ESA SITUACIÓN
DE NO PODER MÁS?
1. LA
REALIDAD ES LA QUE ES Y NO SE PUEDE CAMBIAR
Es importante
tomar consciencia de esto. La realidad es la que es y no se puede
cambiar (o si, pero partimos de que no). Es posible que seas muy
negativo o pesimista, pero también es posible que las cosas por las
que te quejes y agotes, sean ciertas y tengas toda la razón del
mundo. Partimos de esa verdad. Nadie es negativo por diversión, si
no por un mal intento de solución. En cambio, la interpretación
que hacemos de la realidad sí que depende de nosotros y se puede
cambiar, decorar e incluso ponerle música.
2. LOS PIES
EN LA TIERRA Y SABER LO QUE UNO ES Y LO QUE UNO TIENE
Saber
con certeza nuestros recursos y límites es de vital importancia. Te
ayudará a ser muy realista desde la verdad y no desde la mentira,
es decir, desde tu punto de partida auténtico y no desde el que te
gustaría que fuera. Para este paso se requiere de mucho valor, pues
contarnos la verdad no es fácil. ¿Cómo medimos nuestros recursos
y nuestros límites verdaderos? Usando la herramienta del guardado
selectivo de memorias. Consiste en ir prestando mucha atención a
cuando logramos soluciones y a cómo lo hemos logrado, y guardar esa
memoria fuertemente. De igual forma, ser muy conscientes de cuando
no llegamos a la solución, pues ese límite es un área que tenemos
para mejorar y reforzar, un área a la que prestar especial atención
para hacerla crecer y transformarla en recurso. Si te sirve anótalo,
lleva un registro de todo, como si tu crecimiento y desarrollo fuese
tu empresa y tu sostenibilidad económica dependiese de esos
registros… pues así es en realidad. Tu productividad en la vida
en todas las áreas depende en gran medida de tu capacidad de ser
meticuloso en los detalles más importantes.
3. NO LLEGUES
AL LÍMITE DE TUS RECURSOS
Un
recurso imprescindible para tu salud emocional es practicar la
inteligencia: Practica el darte cuenta antes de que se encienda la
luz roja de reserva en tu tanque de sostenibilidad energética,
porque si no lo haces ya sabes que se desata un protocolo de
emergencia en cadena: nos cansamos mucho, entra el mal humor y las
malas contestaciones, entra la culpa, entran los reclamos de
expectativas (echando en cara cosas, intentos de cobrar lo que
creemos son deudas que nos deben), y si seguimos insistiendo en ir
en modo reserva, finalmente estallamos, y las consecuencias a veces
son difíciles de reparar, así que ¿para qué llegar ahí?.
Aprende a parar antes. ¿Cómo?: Pide time
out,
lo que en deporte es tiempo muerto, una pausa para recalcular tu
estrategia, redefinir tu ruta o tomar la decisión de que, por
hoy, ya has terminado y toca parar y descansar. Todo esto aplicado
al estilo de vida de quien lo lee, por supuesto. No digas no puedo,
encuentra tu manera de hacer que pase.
4. TIEMPO
PARA UNO MISMO.
Esto debería
ser no negociable, y sin embargo, es lo que más vendemos a diario,
el tiempo que necesito para recuperarme del estrés, para sentir que
mi vida va bien o tiene el sentido que yo quiero. Es una pena que no
se valore de forma adecuada nuestra salud del alma, tan necesaria
para nuestro equilibrio como seres humanos.
5. CUIDA TU
DIÁLOGO INTERNO.
Si tienes un
dialogo muy machacante, no te vas a permitir salir del pozo durante
mucho tiempo. La función del diálogo interno es la de ayudarte a
analizar el problema y encontrar una solución, pero también es
nuestro mayor obstáculo para tener paz.
¿QUÉ
PODEMOS HACER CUANDO YA NO PODEMOS MÁS?
1. ¿DESDE
DÓNDE LO HACES?
Llega
ese momento te has dejado caer hasta el fondo de tus reservas
energéticas y tu motor está a punto de pararse. ¿Y ahora qué?
Bueno, lo primero de todo es darte permiso para estar mal, que no se
va a caer el mundo porque tengas el día negro, estés completamente
negativo y borde con todo el mundo. Pero hay una gran diferencia
energética y vibracional que tiene que ver con desde dónde lo
haces, ¿lo haces desde la consciencia o desde el piloto automático?
Cuando sabes cómo te estás sintiendo y sabes que no sabes que
hacer para salir de ahí puedes soltar la frustración y entrar en
la aceptación: Estoy así y lo dejo estar en mí. Es como dejar de
pelearte con ello para, simplemente, dejarle pasar el día contigo.
Además ayuda mucho, para toda la batería de emociones
desagradables que ello conlleva, decírselo a tus cercanos. A mí
esto me da paz para con mi estado interior y a los que me rodean les
respeto al explicarles lo que me está pasando, y que nada tiene que
ver con ellos. Así obtienes aliados en vez de enemigos. Y supondrán
un refuerzo positivo para ti.
2. CONÉCTATE
URGENTEMENTE A TU PROPIA FUENTE DE ENERGÍA
La manera más
efectiva de salir del abismo cuando ya estás dentro, es acceder a
eso que te conecta de forma casi instantánea: cine, amigos, leer,
bailar, cantar, algo de arte, salir. Pero mejor no optar por contar
tu situación, a menos que necesites desesperadamente desahogarte
con alguien de confianza, y luego salir a divertirte. Todo esto
genera endorfinas que te ayudan a subir tus niveles de felicidad.
3. SAL DEL
BUCLE.
Lo
más importante es no seguir enganchado en eso que te ha llevado
hasta el fondo. Mátalo de hambre, no lo alimentes con más
conversaciones imaginarias, con películas mentales de cosas que no
han pasado ni pasarán, no atraigas recuerdos que alimenten esa
vibración. Sal corriendo de ese posicionamiento interior. Depende
de ti. Es como si salieses de una habitación de tu casa y entrases
en otra. Deja de responderte, deja de hablarte, no entres en
conversación. STOP.
LO CIERTO ES
QUE SENTIRTE BIEN O NO, SOLO DEPENDE DE TI, DE TUS DECISIONES Y UNA
VEZ TOMADAS, YA SABES, APLICARLAS PARA QUE FUNCIONEN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario