Existen
aspectos en la vida de los seres humanos que pueden ser cambiados si
existe la voluntad de hacerlo. No todo se puede cambiar, pero
algunas cosas sí pueden serlo cuando la persona se decide a poner
el empeño, trabajo y esfuerzo necesarios.
Pero
para ello tiene que haber un motivo, que no siempre es fácil
descubrir dentro de uno por lo oculto y tapado que esta.
Las
personas que deciden emprender una transformación en sus vidas,
generalmente lo hacen por exigencias de su propio crecimiento
personal, exigencias que se manifiestan por la aparición de
necesidades que antes no existían y que impulsan a la persona a
efectuar modificaciones en su manera de vivir.
La
motivación para hacer algo es siempre satisfacer alguna necesidad y
las necesidades de las personas van cambiando a medida que van
recorriendo las etapas del desarrollo personal en su vida, que no
siempre se corresponden con las transformaciones físicas que
experimenta el cuerpo.
Si
estás experimentando la necesidad de introducir cambios en tu vida,
es porque estás entrando en una nueva etapa de desarrollo, con
nuevas exigencias, no importa cuál sea la edad que tengas. Hay
personas que se desarrollan más pronto, otras más tarde y algunas
que no se desarrollan nunca, que quedan estancadas.
El
estudio y trabajo del crecimiento personal hace que las personas, en
algunas ocasiones se sorprendan cuando experimentan determinadas
experiencias que antes no tenían y piensan si no estará
alterándose su estabilidad psicológica.
Por
supuesto que ante una alteración de la psiquis, cuando aparecen,
por ejemplo, angustias y preocupaciones que antes no se tenían,
nunca está de más hacerse asesorar por un especialista, pero
siempre sin dejar de lado la posibilidad de que se trate de un
fenómeno propio de la evolución que nos lleva a tratar de
satisfacer necesidades que antes no sentíamos.
La
realidad del cambio que las personas experimentan por la simple
acción del tiempo ha dado lugar al conocido concepto de las “CRISIS
DE LA VIDA”. Originariamente se habló de la crisis de la mitad de
la vida y luego esta idea se ha ido expandiendo para abarcar varias
“crisis” que marcan el paso de una etapa de desarrollo a otra.
A
la idea de crisis se le asigna siempre un significado negativo con
el que se da a entender que es una fase en la que la persona
experimenta un nivel de angustia mayor de lo normal.
Esto
es natural dado que la crisis implica el paso de un estado conocido
a otro desconocido y es la incertidumbre que esto genera lo que
produce el aumento de la angustia.
Lo
que debes saber es que si, por el temor a lo desconocido, te rehúsas
a llevar a cabo los cambios que tu desarrollo te está exigiendo, te
estás haciendo daño a ti mismo y, por más que lo intentes, nunca
vas a poder volver al estado en que te encontrabas antes.
Aunque
exteriormente consigas presentar una apariencia de que todo sigue
igual, va a haber una parte oculta de ti que va a quedar
insatisfecha y que te va a impedir alcanzar la felicidad que podrías
tener.
Un
factor que contribuye a empeorar las cosas es que todas las personas
no maduran o se desarrollan al mismo tiempo, debido a factores
genéticos y ambientales. Esto hace que cuando una persona está
lista para pasar de una etapa a otra de su vida, las otras personas
que la rodean pueden o no acompañarla en este cambio.
Puede
ocurrirte que cuando estás sintiendo nuevas necesidades,
visualizando nuevos horizontes, tus amigos o tu pareja no entiendan
qué es lo que está pasando, porque para ellos ese momento todavía
no llegó.
Cuando
se presenta la situación de que nuevas perspectivas se te abren y
los otros todavía no alcanzan a percibirlas, puedes a veces llegar
a una solución de compromiso que atienda a tus necesidades
personales.
No
siempre es necesario romper con los que te rodean, ni tampoco
enojarte con ellos porque no te comprenden.
Puedes
tratar de seguir un camino intermedio en el cual emprendas algunas
nuevas actividades, sea o no que te acompañen, y al mismo tiempo
continuar manteniendo parte de tu antiguo estilo de vida. Un salto
al vacío nunca es recomendable.
¿CUÁLES
SON LAS CARACTERÍSTICAS AL PASAR A UNA ETAPA SUPERIOR DE
DESARROLLO?
Un
aspecto que se va incrementando a medida que la persona evoluciona
es el de la comprensión.
Tomando
un ejemplo sencillo, tú comprendes que dos más dos son cuatro, y
que dos más tres son cinco.
Si
te preguntaran cómo te das cuenta de eso, dirías que es obvio, que
no necesita demostración. Sin embargo estás olvidando que hubo una
etapa de tu vida, cuando eras muy pequeño, en que esos resultados
no te parecían tan obvios y en que ni siquiera entendías lo que
era una suma.
De
manera similar, la persona que ha evolucionado contempla con
comprensión la conducta de las otras personas que se encuentran en
una etapa inferior, dándose cuenta de que obran de la manera que lo
hacen porque no pueden hacerlo de otra forma.
O
sea, que su comportamiento es “obvio”, teniendo en cuenta la
etapa de desarrollo en que se encuentran.
Por
esto se acostumbra decir que comprender es perdonar, porque si uno
comprende que determinada persona se conduce de la única manera que
le es posible, uno no puede sentir ira o resentimiento hacia esa
persona, aunque su comportamiento no sea el que uno desearía.
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