LA TEORÍA DEL CISNE NEGRO
Vivimos en la era de lo imprevisto. Hemos llegado a un
momento en el que nadie sabe qué va a suceder mañana, una realidad que puede
traducirse en la metáfora del cisne negro enunciada por Tassim Taleb. La
analizamos a continuación.
La pandemia. El Brexit. La crisis social en Estados Unidos.
Los atentados terroristas. El impacto de la tecnología en nuestras vidas. La
teoría del cisne negro define muchos de esos fenómenos que, sin duda, han
alterado nuestro equilibrio personal, psicológico, económico y político. De
hecho, no faltan las voces que inciden en que atravesamos una era marcada por
esta metáfora.
Señalar que vivimos una época marcada por lo impredecible es poco más que una obviedad. Así, y aunque bien es cierto que las crisis son una constante en el fluir del tiempo y de la existencia personal de cada uno de nosotros, nunca estamos preparados para sus llegadas. Nos turban, nos sorprenden y hacen que perdamos el equilibrio. Son dinámicas que a nadie le agradan.
Rara vez dejamos espacio al caos, a la posibilidad de un
desastre, a la aparición de un cambio de 180º. Porque si hay algo a lo que
tiende a aferrarse el ser humano es a mantener la estabilidad. El cerebro no
tolera demasiado bien los cambios, las incertezas y todo aquello que tenga
sabor a imprevisto. Quizá por ello tendemos a enfundarnos en una rutina en la
que damos por sentado que la estabilidad de hoy continuará mañana.
Sin embargo, figuras de nuestra cultura como Nassim Taleb
nos animan a tomar conciencia de ello. Lo inesperado siempre está a la vuelta de la esquina y
debemos estar preparados.
La teoría del cisne negro de Nassim Taleb ¿en qué
consiste?
Es posible que al pronunciar o leer el término cisne
negro nos venga casi de inmediato algún thriller psicológico como la
película de Natalie Portman del
2010 con el mismo nombre. Sin embargo, cualquier experto en riesgos económicos tiene muy presente esta metáfora
en su cotidianidad.
La teoría del cisne
negro fue introducida por el ensayista libanés Nassim Taleb en
su libro The Black Swan: The Impact Of The Highly Improbable, publicado
en el 2008. La esencia de su formulación es sencilla: el mundo puede verse muy
afectado por sucesos raros y difíciles de predecir. Las implicaciones de su
propuesta van enfocadas al mundo de los mercados y las inversiones económicas.
Sin embargo, desde la publicación de su trabajo son muchas
las áreas que la han integrado dada su repercusión y utilidad. Porque si hay
algo que no podemos negar es que el día a día está marcado por esos eventos que
acontecen por sorpresa. Tanto los grandes escenarios públicos como los ámbitos
más privados y personales están condicionados por esos acontecimientos que nos
tumban, que hacen temblar el suelo bajo nuestros pies y ante los que no siempre
tenemos recursos de afrontamiento.
Son eventos con baja probabilidad de aparición
Obviamente, muchas
de las cosas que han sucedido entraban dentro de lo posible, pero (casi) nadie
las había previsto. No se les daba, al menos, una elevada probabilidad
de ocurrencia y aún menos de inmediatez. Nassim Taleb formuló esta teoría
partiendo de una vivencia que experimentaron los exploradores del siglo XVII al
llegar a Australia.
Hasta ese momento se daba por sentado que todos los cisnes
que había en la naturaleza eran blancos. Sin embargo, al llegar al país
oceánico descubrieron la existencia de cisnes negros. De este modo, y tomado a
modo de metáfora, todos sabemos que hay cisnes de esta tonalidad, sin embargo,
damos por sentado que nunca los veremos. Con la adversidad, las crisis y los
desastres sucede igual, asumimos que pueden ocurrir, pero no mañana ni pasado.
Tienen un gran impacto
Cuando llega un cisne negro todo cambia. Su aparición
tambalea casi cualquier escenario: el social, el económico, el político y hasta
el cultural. Todo se altera, las ondas de su impacto llegan a casi cualquier
área de nuestra realidad y nos
coge de improviso, sin recursos y sin tener una capacidad de respuesta y
afrontamiento clara.
La predictibilidad retrospectiva: una vez sucedido,
“todos sabían que iba a ocurrir”
Este hecho es llamativo y, sin lugar a dudas, a muchos nos
es sobradamente conocido. Una vez que ha sucedido ese acontecimiento, esa
crisis, situación turbadora e imprevista, no faltan las voces expertas y no tan expertas que ya veían sobradas
evidencias de que dicho hecho iba a ocurrir y (peor aún) que podía
haberse evitado. Es ese el instante en el que se enciende el ventilador y se
reparten culpas.
En tiempos complejos, mentes preparadas: los cisnes
negros siempre han estado ahí
Los epidemiólogos han estado advirtiendo sobre la aparición
de nuevas pandemias durante muchos años, por tanto, la comunidad científica no está viviendo la
actual crisis bajo la teoría del cisne negro. Lo mismo sucede con
acontecimientos como el Brexit, el incremento del terrorismo o el modo en que
las tecnologías están cambiando nuestras vidas.
Bien es cierto que hay eventos que acontecen de manera
completamente improvisada. Hechos que no entran bajo ningún cálculo de
probabilidades, es verdad. Sin embargo, hay dinámicas y realidades que lejos de ser altamente improbables van
dejando pistas en el día a día para demostrarnos su probabilidad de ocurrencia.
Aunque es cierto que muchas de las cosas que han pasado en
los últimos tiempos (y que sucederán) no pueden evitarse, sí deben cogernos
preparados para manejarlas.
Así, debemos prepararnos mentalmente al menos, habilitarnos
en la aceptación de que el mundo es imprevisible y capacitarnos a su vez para
afrontar un poco mejor la adversidad.
Ese proceso no es tarea fácil, sin embargo, es un mecanismo que todos podemos
desarrollar y que nos facilitaría sin duda a transitar mucho mejor por esta era
en la que los cisnes negros navegan con mayor frecuencia en las aguas de nuestra
realidad.
https://lamenteesmaravillosa.com/la-teoria-del-cisne-negro-de-nassim-taleb/
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