ESPIRITUALIDAD Y SABIDURÍA
Es necesario
comprender la necesidad de aprender a vivir. Las experiencias de la vida diaria
son la base del aprendizaje del espíritu, pero desafortunadamente los seres
humanos las rechazan, las enjuician o no las comprenden.
Muchos se quejan de
sí mismos y de los demás y uno se asombra de ver como el ser humano subestima
las experiencias.
Nosotros debemos actuar a la inversa, tomar las experiencias para nuestra propia auto-realización, ellas en sí mismas pueden ofrecernos material didáctico suficiente como para el desarrollo de la esencia, o, en otras palabras, para el crecimiento de nuestra alma. Así pues, las experiencias resultan ciertamente magnificas, en todo sentido.
No es posible sacar
material didáctico del desarrollo de la conciencia de cualquier otro lugar que
no sea de las experiencias: por eso quienes las rechazan y protestan contra las
dolorosas experiencias de la vida, obviamente se privan de lo mejor, se privan
precisamente de la fuente viva que puede conducirnos al fortalecimiento de la
vida a través del conocimiento.
Cuando uno toma las
experiencias como material didáctico para su auto-realización, descubre sus
propios defectos psicológicos, porque a través de las experiencias es como
logramos el auto-descubrimiento. Como es lógico, las experiencias, hacen
aflorar nuestros propios errores.
Así pues, resulta
útil la experiencia para conocernos a nosotros mismos. Obviamente lo principal
es no identificarnos con ningún acontecimiento, con ninguna circunstancia,
necesitamos aprender a ver los distintos sucesos y circunstancias sin
identificarnos con los mismos.
“La experiencia es
el resultado de llevar a la practica el conocimiento teórico”
Necesitamos
aprovechar cada experiencia, por negativa que nos parezca, para el conocimiento
de nosotros mismos, cuando uno se está auto observando a sí mismo, toma
conciencia de lo útiles que son las experiencias.
Es necesario
entender la necesidad de eliminar de dentro de nosotros el egoísmo y no sería
posible esto si no aprovecháramos las duras experiencias de la vida.
Hay personas
también, que después de un trabajo de observación constante con los distintos
sucesos de su existencia, se olvidan del trabajo que lleva el transformar la
experiencia en conocimiento, Si dicho trabajo no se realiza, entonces las
experiencias no tienen la utilidad deseada.
Cuando uno toma las
experiencias de la vida como un medio para la auto realización y el auto
conocimiento, como un medio para la auto observación, puede saborearlas. El
sabor del trabajo es algo maravilloso, le da a uno una excelencia
inefable.
Cuando uno descubre
que tiene tal o cual defecto psicológico y lo elimina, entonces viene el
disfrutar del trabajo con un sabor inconfundible, pero cuando uno después de
haber trabajado, abandona el trabajo sobre sí mismo y vuelve a tomar las
experiencias de la vida como antes, es decir vuelve a reinvertir el sentido de
las experiencias, entonces ineludiblemente sentirá otra vez el mismo sabor de
la rutina diaria, el mismo sabor a la vida de siempre.
Así pues, no debemos
huir de las experiencias de la vida, debemos aprovechar la más simple
experiencia para el auto-descubrimiento ya que cualquier evento por
insignificante que sea, nos permite el auto-conocimiento.
Y cuando nos
relacionamos con los demás en nuestro día a día es cuando somos capaces de
descubrir tanto nuestros propios errores como nuestros aciertos, que afloran
espontáneamente y que basta un estado de alerta para tomar nota de todos ellos.
Que feliz se siente
uno cuando elimina de sí algún defecto, siente como que le hubieran quitado una
abrumadora carga de encima.
Y a medida que los
distintos frenos psíquicos se van eliminando, la esencia, se va liberando y
cuando todos los frenos, que evitan nuestra evolución correcta han sido
eliminados, entonces y solo entonces es cuando solo queda la conciencia limpia
del ser… la conciencia original.
https://lacienciadelespiritu.blogspot.com/2022/11/espiritualidad-y-sabiduria.html
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