LAS "CIRCUNSTANCIAS"
El ser humano se ve sometido constantemente a sus propias
contradicciones, sus planteamientos sufren frecuentemente grandes cambios, que
él mismo no reconoce, las "CIRCUNSTANCIAS" que le rodean le hacen
variar a menudo sus planteamientos primitivos para llegar a ser planteamientos,
a veces diametralmente opuestos a los primigenios.
El ser humano pierde con demasiada frecuencia sus propias referencias y
acusa a los demás de no saber cuáles son cuando, en realidad, él mismo no las
reconoce. El ser humano no sabe porqué hace las cosas, empieza a hacerlas por
una idea y termina haciéndolas por otra.
A lo largo del camino de nuestra vida, la sombra de los árboles, la luz
del sol, nos hacen ver caminos distintos cuando en realidad sólo hay uno, nos
puede parecer que el camino se nos cierra pero siempre hay una nueva etapa que
"CUMPLIR".
Los objetivos que nos marcamos cuando tenemos nuestra mente despejada son
objetivos netos, claros, no están mediatizados por las
"CIRCUNSTANCIAS" que van a adherirse a ese objetivo a lo largo de
nuestro caminar; muchas veces puedes preverlas, pero en la mayoría de las
ocasiones son imprevisibles.
Por esto, mantener una estructura mental rígida con respecto a un
proyecto u objetivo puede hacernos errar frecuentemente en su consecución,
porque los medios para conseguirlos no se mantienen netos, no se desarrollan
exactamente igual como los ideamos en un principio, sufren modificaciones y
cambios.
Así pues no nos atengamos a conceptos rígidos e inamovibles, la vida,
afortunadamente, nos depara todo un exquisito menú de experiencias que nos
sirven para poner en funcionamiento todas nuestras potencialidades y todas
nuestras posibilidades, renunciar a un viaje como es la vida porque no sigue el
plano trazado inicialmente en nuestro pensamiento, es un error; y no comprender
que estamos en la vida con el fin de aprender un camino no precisamente de
"ROSAS", donde todo lo que nos rodea está en función de que
aprendamos ese camino: desde el árbol hasta la nube, desde el río hasta la
ultima flor de la ladera. Todo esta ahí para que aprendamos no sólo un camino
sino a "CAMINAR".
Un dato a tener muy en cuenta cuando empecemos a caminar son las señales
que nos indican los peligros a los que nos podemos ver sometidos. Son generalmente
muy claras y muy visibles, sólo el imprudente no las ve, sólo aquel que no
considera que hay más seres humanos como nosotros andando por el mismo camino,
dejará de ver las señales que le indicaran dónde puede equivocarse y dónde
puede fracasar.
Aprendamos de la experiencia de los demás, observemos las señales del
camino (no en vano el conocimiento se nutre de la observación), vivamos de
acuerdo a una filosofía que pueda ser modificada constantemente, porque el ser
humano que se ata a normas rígidas, cuando éstas se modifican, se encuentra
absolutamente perdido. Porque la vida, el camino a recorrer, es una constante
toma de decisiones y de responsabilidades, la vida es una escuela que tiene su
razón de ser en la medida que el ser humano aprende a solucionar los problemas
que en ese caminar se nos plantean.
El ser humano es feliz cuando toma decisiones, cuando se reconoce a sí
mismo porque ha tenido el valor de enfrentarse a los problemas y ha dado el
paso necesario para saber si estaba equivocado o no.
El que está todo el día parapetado, no aprenderá nada, el que tiene por
norma de vida el aprovecharse de los demás, tampoco aprenderá nada, el
indeciso, el que busca que los demás tomen las decisiones por el, habrá
desperdiciado el camino, el que hace que los demás tomen las decisiones que a
él le interesan retrocederá en su caminar, porque no habrá sido capaz,
reconociendo la validez de su decisión, de tomarla él mismo, le habrá faltado
valor de enfrentarse a la responsabilidad de tomar sus propias decisiones.
El saber por el
saber no tiene sentido, si ese saber no se traduce en decisiones, en
responsabilidades adquiridas.
Nos podremos equivocar una y mil veces, pero siempre será por causa de
una decisión tomada y eso es positivo porque nos enseñará, que cuando ponemos
en marcha un proyecto no solamente es ese proyecto el que ponemos en marcha
sino que también ponemos en marcha nuestra capacidad para caminar. Hemos nacido
para eso, para caminar por la vida para tomar decisiones, decisiones acertadas,
pero una decisión equivocada nos enseñara como tomarlas en la próxima ocasión
para no repetir errores y sí aciertos, siendo lo más importante el caminar, no
debiéndonos importar el caminar despacio y sí el "NO CAMINAR".
Miremos con optimismo el futuro, porque sólo mirándolo con optimismo
pondremos nuestra mente y nuestro cuerpo en disposición de conseguir que
nuestros objetivos y proyectos se vean cumplidos. El miedo, la cobardía, el
pensar que los demás nos van a impedir avanzar es un error, pues todo lo que
necesitamos está en nosotros mismos, y sólo nosotros seremos quienes nos
limitemos. Las "CIRCUNSTANCIAS" son los problemas a resolver y nunca
deben ser miradas como un freno, mirémoslas como elementos que nos tocan vivir
para cada día ser un poco mas sabios en nuestro caminar.
Y así llegará el día que podamos comprender que en todo ser humano hay un
elemento sustancial psicodinámico que transciende la materia y las limitaciones
del tiempo y del espacio, permaneciendo idéntico a sí mismo, a pesar de sufrir
continuas modificaciones y estar sujeto a la ley universal de evolución y
perfectibilidad, y que el ser hominal no es un capricho accidental de la
naturaleza, ni el resultado azaroso de mutaciones orgánicas o cataclismos
telúricos, dado que hay un sentido teleológigo en el vasto plan cósmico, que
muestra al espíritu emergiendo, escalón por escalón, de la vida mas primigenia,
hasta convertirse en un espíritu superior.
Sólo el que
ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible, no hay más que un modo
seguro de dar en el clavo y es dar ciento en la herradura, no hay más que un
modo de triunfar de veras y es no tener miedo a fracasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario