No
importa tanto en realidad si eres un actor secundario en la obra de otros, lo
esencial es que seas el actor principal en la tuya, y también, en la medida de
tu vínculo con el universo, participes de la evolución tanto individual, como
colectiva.
Es
irrelevante el tiempo asignado a tu papel, siempre será el necesario para que
tu participación en el plan del Supremo sea la esperada, pero cuida de no
equivocarte de escenario: el tuyo es aquel en el que se juega tu suerte, no la
de otro, por apasionantes que puedan parecer las vidas ajenas. Esto que es tan
necesario de ser consciente de ello, tiene que ver con la elección con plena
conciencia de tu libertad en todos los niveles, que te llevará siempre a
negarte a la aceptación de ese papel que muchos asumen para descansar de sus
obligaciones: el de víctima.
Indaga
profundamente en tu interior cuál es tu proyecto de vida, cuáles son tus
talentos, cuales los lenguajes con los que ansias expresarte, y luego actúa. No
te limites a una sola forma de expresión, emprende la aventura de descubrir de
cuantos modos puedes llegar a los demás con tu mensaje. Cada conducta es una
forma de manifestación, no te limites al desempeño de un único papel en tu
vida. Cambia, amplia tu experiencia, pruébate en cosas nuevas, ensaya algo
distinto en tu casa, en tu trabajo, en tus pasatiempos, en la forma de
vincularte con los demás, en tu búsqueda de tu divinidad y en el modo de amar a
los que amas.
No permitas que el miedo, los prejuicios, la
moda, la rutina o la presión de los demás aplaquen esa potencia creadora que
habita en tu interior, exprésate y no te justifiques, no expliques, no
argumentes.
Piensa
que, por cada uno que te critica en voz alta, existen diez seres humanos
silenciosos que crecen con tu ejemplo y a quienes tu coraje impulsa a buscar en
sí mismos la fuerza que te anima.
Existe
una verdad en ti, debe ser develada y transformada en acción. Esa verdad se
refiere a tu esencia y a las características peculiares que te identifican. El
Gran Espíritu, decidió que tu persona fuera única, original; debes dar cuenta
de eso ante ti mismo.
A cada uno le compete manifestar la riqueza y
perfección infinita de la creación desarrollando lo que de distinto les fue
entregado, para ser creadores de su vida y a su vez, co-creadores de la vida de
los demás.
Eres la única oportunidad que tiene el mundo
de contar con alguien como tu
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