¿TE ATREVES A MEJORAR?
Se suele pensar que las personas no cambian!
Que cada uno es como es…y no hay más! Lo máximo que, al parecer, puede hacer
uno mismo es adaptarse a su manera de ser, a su personalidad. Y, para muchos,
eso es precisamente la felicidad! La capacidad humana de aceptar cada una de sus
fortalezas y sus debilidades, sacándoles el mejor partido! Yo, a eso, le llamo
adaptabilidad, no felicidad!
Así cada uno lleva a sus espaldas lo que le ha
tocado en suerte en su historia y en su personalidad… aunque las más de las
veces eso suponga una carga! Porque, a decir verdad, el ser humano es capaz de
aguantar lo insoportable, tal es su grandeza y su poder! Pero, cargar por
cargar, uno preferiría dejar atrás mucho de lo malvivido, no es así? Quedarse
con lo aprendido y olvidar todo eso que aún pesa en nuestra vida y que, de vez
en cuando, emerge en alguna situación inesperada!
Reconozco que durante bastantes años fui capaz
de llevarme bastante bien conmigo mismo! Aunque llevaba una mochila llena de
experiencias e historias no demasiado agradables, era capaz de ir a una
velocidad de crucero bastante aceptable. Mi ego estaba encantado! Uno aprende
incluso a correr con un lastre a sus espaldas! Aparentemente era todo un ser
bien adaptado… aunque ahora me doy cuenta de que eso no me hacía feliz!
Y un buen día, sin que ocurriera algo especial
-o precisamente porque ocurría-, te das cuenta de que esa mochila empieza a
pesar. Y decides probar cómo se anda sin tanto peso a la espalda, por cierto ya
contracturada. Y reúnes las fuerzas y el valor necesarios como para mirar
dentro de tu mochila y te das cuenta de que hay algunas cosas ya inservibles en
ella. Y, una a una, empiezas a vaciar la mochila de todo aquello que te sobra y
te duele o, lo que es lo mismo, que solo hace que la mochila pese demasiado.
Para eso, uno debe quererse mucho, porque a veces cuesta! Y así, día a día, te
sientes más y más ligero. Alguien dijo “vaciar para luego volver a llenar, con
lo nuevo”!
Y, desde entonces, ya con la mochila bastante
vacía de todo aquello que solo pesaba, empiezas a darte cuenta de que andas más
ligero, sin tanto esfuerzo! Y que, día a día, la vida te va regalando
oportunidades, experiencias e instantes nuevos, que deseas guardar. Algunas por
un rato, otras por alguna razón y algunas otras, para siempre. Y cada una de
ellas, duren lo que duren, son intensas sensaciones que te procuran grandes
emociones y te ayudan cada día más a ser más como tú en realidad eres! Y ves
que tu vida cambia, como cambia tu personalidad con ella. Todo se intensifica y
adquiere un color que hacía tiempo que no veías más que en tus sueños, que por
cierto, nunca creíste que se convirtieran en realidad…
Escrito por Miguel Benavent de B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario