ME ENCANTAN
LAS PERSONAS QUE DICEN LO QUE PIENSAN
Las
personas que dicen lo que piensan, aquellas que son sinceras y no dan vueltas a
cuanto pasa por su mente, esos seres iluminados que hablan desde el corazón,
son esplendorosas y y fantásticas.
Las personas que dicen lo que piensan
son sinceras, sobre todo a ellas mismas. Son personas que actúan en consecuencia
por ser como son y que no se traicionan a ellas mismas a favor de los
demás. Por eso me encantaron siempre, me encantan, y me encantarán toda la
vida.
Las personas que dicen lo que piensan
y hablan desde el corazón
Hay una parte de nuestra mente, nuestra
vida y nuestra alma a la que no siempre se le hace el suficiente caso. Es el
corazón. El corazón es el único órgano que te permite ser
verdaderamente sincero. Por eso, aquellos que lo usan para
regir su existencia, son personas que dicen lo que piensan sin temor a
equivocarse.
Solo tu corazón sabe exactamente cómo
eres, qué deseas, cómo quieres ser y hacia dónde sueñas verdaderamente
que se dirijan tus pasos. Él es un órgano vivo que no te miente, porque en él
está tu realidad, tus anhelos, tus sueños e ilusiones, tu verdadera forma de
ser.
Por eso, muchas
de las personas que dicen lo que piensan hablan desde el corazón.
Esa maravillosa máquina perfectamente engrasada que nos da energía y nos
comunica cuanto es real en nuestra vida.
De nosotros depende escucharle o no.
Di lo que piensas a ti mismo
Si no eres capaz de ser sincero contigo mismo, estás perdido. A la primera persona a la que has de
decirle exactamente lo que piensas es a ti, porque de otra forma, serás algo,
pero nunca lo que en realidad eres. Serás algo diferente a tu verdadero ser,
esencia y personalidad.
Me encantan las personas que se dicen a
si mismos lo que piensan, porque para decir la verdad y ser sincero con los demás, hay
que empezar por uno mismo. Nosotros
somos el comienzo y final de nuestro verdadero ser y existencia.
“Si no puedes ser lo que eres, sé con
sinceridad lo que puedas”
-Henrik Johan Ibsen-
Si no somos nosotros mismos, nos convertimos en meras marionetas de un gigantesco teatro que es el mundo
en el que nos ha tocado en suerte vivir. Pero en ese panorama inmenso y a veces
desolador, si no nos tenemos a nosotros mismos, perdemos nuestra esencia,
nuestra libertad y nuestra verdadera razón de ser.
Solo las personas que dicen lo que
piensan, que son como su verdadera esencia les permite, que se dejan guiar por
su corazón, convicciones y sentimientos, aquellas que son lo que pueden ser, se
pueden permitir el lujo de moverse con libertad, expresarse con sinceridad y disfrutar de una vida plena y feliz. Por eso me
encantan.
“Mejor que con palabras la sinceridad
se muestra con acciones”
-William Shakespeare-
Pero no solo merecen consideración las
personas que dicen lo que piensan por su sinceridad verbal. Además, también
actúan según sus convicciones y en cada acción que llevan a cabo demuestran sus
ensoñaciones más internas y reales. No necesitan actuar ni comportarse de otra forma que no sea como son en verdad.
Puedes sentarte a una mesa muy
elegante, charlar con alguien famoso o erudito, o moverte en un país ajeno al
tuyo. Pero, si eres una persona que dice lo que piensa, actúa en consecuencia y
se conoce a si misma de forma íntima y real, no sentirás el más mínimo miedo a ser tú mismo.
Porque no debemos avergonzarnos de quienes somos y cómo actuamos. Simplemente deberíamos preocuparnos
de ser nosotros mismos, conocernos en profundidad y poder hablar como pensamos
y actuar en consecuencia sin ningún tipo de miedo al qué dirán.
Actúa sin miedo a opiniones ajenas
Las opiniones ajenas no deben motivar
tu forma de actuar, hablar y expresarte. Sea el ambiente que sea en el que te mueves, solo tú
debes ser el centro de tu pensamiento, actitud y acción. No el hecho de que
otras personas puedan criticarte o no según tus actos.
Si alguien se dedica a hablar mal de ti
porque eres de esas personas que dicen lo que piensan, no te preocupes lo más
mínimo, porque no te merece ningún tipo de consideración. Sé
tú mismo, actúa en consecuencia y relájate ante los demás, porque sólo tú mereces la pena y te comportas tal y como eres.
Por todo esto que acabo de escribir me
encantan las personas que dicen lo que piensan. Con sus claros y oscuros, cosas
buenas y malas, pero siempre con su verdadera personalidad, sin atajos,
aditivos ni triquiñuelas. Solo la verdad y la sinceridad.
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