27.5.16

Te deseo el suficiente sol para mantener tu actitud brillante.

CUANDO NOS VAYAMOS…

Cuando nos vayamos de este mundo material lo cierto es que no nos llevaremos nada. Nada que no sea lo que llevamos grabado en el alma.

Aquí se viene a evolucionar a través del conocimiento y por medio del aprendizaje y eso es lo que nos llevaremos, cuando hagamos el camino de vuelta a casa, nos llevaremos el conocimiento que hayamos sido capaces de integrar a lo largo de nuestra existencia.

Las vivencias, las risas, la complicidad, el gozo, el dolor, la tristeza y el llanto. Lo que no se ve ni se toca pero se siente muy dentro. Aquello incoloro, etéreo e incorpóreo pero tan permanente que traspasa de lado a lado la existencia desde aquí al más allá.

Esta reflexión tan certera, tan obvia y tan comprensible, aceptada por todos, apenas es puesta en práctica por unos pocos.

Cuando alguien muere nos asalta la idea del valor del tiempo y del escaso mérito de lo perecedero, pero se nos olvida pronto y de nuevo nos enzarzamos en enredos materiales que pensamos tenerlos por siempre y para siempre. 


Vivir con esta filosofía de lo material es sin duda, un gran error. Necio aquel que muere y mata por riquezas. La mejor y mayor de todas no se puede medir, ni pesar, ni llevar en la maleta.

La herencia verdadera tiene que ver con las actitudes, los sentimientos, las emociones, la bondad, la compasión y el compartir. Esto es lo que verdaderamente nos hace inmensamente ricos y nos define como indefinidamente inteligentes.

La vida tiene sentido, cuando no solo nosotros somos felices, sino cuando también ayudamos a los demás a serlo. 

La vida tiene sentido cuando ayudas a otro a ponerse en pie y andar, cuando andas tu, cuando tras de ti has dejado alegría, pero sobre todo cuando has dejado un grato recuerdo en todo aquel que te ha conocido, entonces es cuando la vida tiene sentido.

Les dejo una historia real, para que mediten….. te deseo lo suficiente

Estando en un aeropuerto escuche a un padre e hija en sus últimos momentos juntos. Se anunciaba la salida del vuelo de ella y junto a la puerta la escuche decir: 
"Papi, nuestra vida juntos ha sido más que suficiente". Tu amor es todo lo que siempre necesité. Te deseo lo suficiente, a ti también.

Se dieron un beso de despedida y ella partió. El caminó hacia la ventana donde yo estaba sentado. Ahí parado yo podía ver que quería y necesitaba llorar. Intenté no ser un intruso en su privacidad, pero él me preguntó: ¿Alguna vez dijo adiós sabiendo que será para siempre?  
Perdone por preguntar, pero ¿porque es este un adiós para siempre? 

"Soy viejo y ella vive muy lejos, tengo desafíos por delante y la realidad es, que su próximo viaje de vuelta será para mi funeral" dijo.

Cuando decía adiós le escuche decir "te deseo lo suficiente". ¿Puedo preguntarle qué significa? 

Empezó a sonreír. "Ese es un deseo que ha pasado de generación en generación. Mis padres lo decían a cualquiera".

Hizo una pausa por un momento, y mirando hacia arriba como tratando de recordar en detalle, sonrió una vez más.

Cuando nosotros decimos "te deseo lo suficiente", estamos deseándole a la otra persona que tenga una vida llena de suficientes cosas buenas que lo haga feliz.

Continuó y luego, volviéndose hacia mí, me dijo como recitándolo de memoria:

Te deseo el suficiente sol para mantener tu actitud brillante.
Te deseo la suficiente lluvia para apreciar más el sol.

Te deseo la suficiente felicidad para mantener tu espíritu vivo.
Te deseo el suficiente dolor para que los pequeños placeres de la vida aparezcan más grandes.

Te deseo la suficiente ganancia para satisfacer tus deseos.
Te deseo la suficiente pérdida para apreciar todo lo que posees.

Te deseo los suficientes "holas" para que te lleven a través del "adiós final".

Entonces, empezó a sollozar y se alejó...

Mis queridos lectores/as, les deseo lo suficiente 

Dicen que "toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla"


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