28.8.18

La vida te para en este segundo para que no te quede otra que vivirlo


LA VIDA A VECES...

La vida a veces te muestra lo que no quieres para que digas que no… Para que veas que ese camino no es tu camino y ese dolor no es tu dolor. Para que reafirmes tu deseo de no volver a lo que ya dejaste atrás… La vida te mete en un laberinto de zarzas que te sujetan y tiran de ti para que no te vayas para que digas en alto y claro “me voy, no quiero estar aquí”. Te envuelve en la niebla para que salgas de ella y busques la luz… Para que descubras que tú eres la luz.

La vida a veces te cubre de escamas para que encuentres tu piel. Te apaga la luz para que sepas que incluso a tientas puedes llegar a ti. Te arrebata el suelo para que vueles, te deja sin zapatos para que sepas que hay momentos en los que tienes que parar… Te obliga a quedarte quieto para que te aburras un rato y te fijes en todo lo que hasta ahora has sido incapaz de ver…

La vida a veces llena tu casa de gritos y de grillos para que aprendas a amar tu silencio… Te abarrota el sendero que sigues de mariposas para que sepas que tú también te vas a transformar… Llena tu cabeza de pensamientos amargos para que dejes de pensar y vuelvas a sentir…

Te ata las manos para que uses los pies… Te ayuda a perderte para que puedas encontrarte y sepas a dónde ir.

La vida a veces dice que no para que entiendas cuál no es tu camino… Y a veces lo hace para que entiendas que tal vez lo es pero vas a tener que vivirlo de otro modo… Y vas a tener que saltar y aceptar.

27.8.18

Amanecer siempre con un sueño y no descuidar nunca ese amor propio

APRENDE A VALORAR TU PROPIO ESFUERZO

El esfuerzo es movimiento, emoción y pensamiento. Pocas dimensiones movilizan tantos recursos y energía como esos pequeños avances y triunfos personales que hacemos a diario para conseguir un objetivo. Así, si hay algo verdaderamente importante es aprender a valorar el propio esfuerzo sin esperar a que otros lo hagan, sin tener en cuenta reproches o críticas que lejos de ayudar, desaniman.
¿Cuándo fue la última vez que lograste algo? ¿Tienes ahora mismo un proyecto en mente? Si hay algo que todos sabemos es que vivir implica estar siempre en movimiento, generando cambios, promoviendo logros, dando forma a una realidad que se ajuste a nuestros sueños o necesidades. Hoy podemos tener como objetivo preparar esa fiesta de cumpleaños para nuestro hijo, mañana entregar un proyecto en el trabajo y dentro de unos meses, quizás, nuestro mayor reto sea presentarnos a una oposición.

A lo largo de nuestro ciclo vital vamos trazando pequeñas y grandes metas que nos “obligan” a dar lo mejor de nosotros mismos. Y esto, como bien sabemos, no es precisamente fácil. Implica tiempo, implica dejar a un lado ciertas cosas, requiere sufrimiento en gran parte de los casos y, en ocasiones, hasta estar obligados a establecer ciertos filtros respecto al propio entorno para no decaer en nuestro sueño.

23.8.18

Observar qué hemos hecho hasta el momento para que todo siga igual.


COGER LAS RIENDAS DE NUESTRA VIDA

¿Habéis leído La Metamorfosis de Kafka? En esta novela, un chico se levantó una mañana y se había convertido en una especie de cucaracha. Nosotros esperamos un acto mágico pero al revés, deseamos despertarnos una mañana y que todos nuestros problemas estén solucionados. Sería ideal, ¿verdad? Sin embargo, este pensamiento no es muy funcional. Por ello, el mejor plan es coger las riendas de nuestra vida.

Un día todo cambiará e irá a mejor, ya verás como todo mejorará”… ¿cuántas veces nos hemos repetido este tipo de frases? Por alguna extraña razón, cuando la vida no nos va bien, tendemos a pensar que algo externo producirá el cambio. De repente, algo cambiará la dirección de los acontecimientos y todo irá mejor. Parece que estamos convencidos de que todos los problemas, por arte de magia, se solucionarán. Sin embargo, las cosas no funcionan de este modo, así que te confesaré algo: tu vida depende de ti.

Un pequeño gran secreto

Otro pequeño gran secreto es que la vida no se soluciona sola. Si queremos coger las riendas de nuestra vida, esto implica poner de nuestra parte. He conocido a muchas personas que quieren salir de una relación de pareja o dejar atrás una incómoda situación, pero son incapaces de tomar decisiones.

También conozco a mucha gente que se lamenta una y otra vez de lo mal que les va todo, sin embargo, no son capaces de ver su papel en este juego. En la novela de Kafka todo parece ocurrir por arte de magia, pero la realidad no es así.

22.8.18

Deja de hacer para demostrar y empieza a hacer para ser y para sentir

EL ARTE DE DEJAR DE HACER

Me he pasado media vida pensando que no hacía suficiente… Y la otra media haciendo, sin parar. Desde niña me metí en una espiral de acción imparable para conseguir… No sé, a veces lo intento comprender y no llego, la verdad, pero supongo que quería conseguir comprensión, amor, aceptación… En realidad, creo que me he pasado años intentando ser normal. Para mí ser normal era no tener que preocuparme porque me señalaran con el dedo, no sentirme pequeña, insignificante, poco valorada, soltar de una vez esa sensación de molestar… Ser normal era ir a jugar y no tener que preocuparse por hacerlo todo perfecto para que no te rechazaran o sentirte integrada en un grupo, sentir su calor, su cariño, pertenecer a algo y notar la compañía…

Supongo que para que pudiera aprender algo sobre ello, la vida me mantuvo en soledad. Una soledad tan sólida que rebotaba en las paredes como los balones y que me sujetaba las piernas y me anclaba los pies al suelo cuando quería correr. Sentía una carga tan pesada por no ser como creía que debía que me desbordaba esa sensación de impotencia y la rabia se apoderaba de mí… Si algo tiene esa emoción poderosa es que, al contrario que pasa a veces con la tristeza, la rabia te empuja a hacer y se come tu miedo para que creas que no está. No es que las personas que se dejan llevar por la ira o la rabia no tengan miedo,  lo tienen, pero no es miedo a caer, es miedo a quedarse quieto. No es miedo a morir, es miedo a no ganar, a no demostrar, a no imponerse y dejar que los demás te consideren menos… ¡Cuánto por aprender! para empezar, cambiar de planteamiento y empezar a notar que nada de esto es necesario, que nada hace falta, que nada tiene sentido más que estar en paz.. Que ser coherente con uno mismo.

21.8.18

Si el viento quiere esparcirme, solo volará semillas


CANTO A LA SABINA
La sabina es un árbol increíble...con una capacidad de adaptación al medio única...

Si el viento quiere llevarme
habrá de soplar más fuerte,
profundas son mis raíces
pues sabia fue la simiente.

Si el viento quiere llevarme
tendrá que alzar la montaña.
Nada habrá de perturbarme
ni oscurecer mi mirada.

20.8.18

Recordemos pedir ayuda a ese Poder Superior del que todos formamos parte

EL PRINCIPIO DE INERCIA


Inercia: Los cuerpos en reposo tienden a permanecer en reposo
Las Leyes de Newton son tres principios básicos que describen de manera sencilla el movimiento de cualquier cuerpo físico. Valen tanto para enormes planetas como para los pequeños objetos con los que interactuamos habitualmente. Y si bien están redactadas con precisión científica, resultan bastante intuitivas porque concuerdan con nuestras experiencias y observaciones de cada día.

El principio de inercia es la primera de estas tres leyes y establece que cualquier objeto tiende a permanecer en el estado de movimiento en que se encuentra. Si está en reposo, tiende a permanecer en reposo. Y si se está moviendo, tiende a permanecer en movimiento. Por eso es necesario realizar un cierto esfuerzo para mover algo que está quieto, o para detenerlo si es que se está moviendo.

Es decir que para vencer la inercia hace falta realizar primero algún tipo de esfuerzo.
La física recurre también al concepto de inercia para describir otras situaciones similares. Por ejemplo, la temperatura de un objeto cualquiera normalmente está en equilibrio con la de su entorno, y así permanece a lo largo del tiempo. Pero si queremos calentarlo, entonces es necesario que le apliquemos calor de manera externa para vencer, precisamente, su inercia térmica. Y existe también una inercia química, que explica por qué normalmente cualquier sustancia permanece en un cierto estado a lo largo del tiempo y no reacciona espontáneamente con otras con las que esté en contacto, a no ser que algo externo provoque esa reacción.

16.8.18

Durante un rato, tus grandes saltos al abismo te llevan a saltar hacia ti mismo


LO QUE IMPORTA ES LO QUE ERES

Hay un momento en tu vida en el que dejas de buscar. No porque no te quede nada por surcar ni conocer, sino porque necesitas sentir lo acumulado… No porque no te queden reinos por conquistar sino porque quieres aprender a conquistarlos con tu mirada… No porque estés cansado sino porque quieres volver a dibujar tu mapa. Necesitas bucear más en ti y reescribirte. Saber qué te quedas de lo que llevas en la mochila de viaje y qué dejas porque te pesa, qué sueltas al vacío esperando que no vuelva y qué dejas ir para saber si vuelve y es para ti de verdad.

Hay un momento en el que ya no tienes miedo de estar contigo y descubrirte, en el que sueñas pasar un rato a solas con ese niño que fuiste y pedirle perdón por haberte hecho el loco y dejarle de lado… Por las culpas que has cargado sin sentido y las veces que te has castigado a ti mismo por tus errores maravillosos.

Ese momento en que te miras y te ves. No eres ninguno de los falsos enemigos que te has buscado ni esa máscara que te pusiste para que otros te aceptaran y que es tan falsa y ridícula que cada vez que te molesta más…

Ese momento en el que te quedas quieto, justamente tú, el que nunca para y siempre estás imaginando algo nuevo, una aventura, una historia que contar, una experiencia que vivir… Y te encuentras contigo y te miras a los ojos y te cuentas historias. Esa soledad deliciosa del que se ha descubierto libre y sabe que ya no va a huir más de su sombra ni de su pasado ni de su dolor más antiguo porque se tiene y se quiere cerca. Esa soledad del que ya no piensa tanto en mañana porque ya no quiere huir de este instante que vive… Porque este momento es maravilloso, a solas con su alma, con su miedo más profundo, con su pesadilla más intensa… Y a pesar de todo, tan entero y en paz porque sabe que se nota la vida fluir por las venas, porque sabe que está afrontando su destino y convirtiéndolo en magia… Porque pase lo que pase lleva las riendas de su vida y se siente feliz por haber sido capaz de sentarse a esperar a que pase cartero y le de esa carta que durante siglos no quiso recibir ni leer…

14.8.18

No nos permitimos sentir. Todo se nos va en sufrir, todo se va de las manos.



LA VIDA NO ES NADA SERIO
Detrás de expresiones que parecen banales y cotidianas, como  “hemos de ganarnos el pan”, “¿cómo estás? Aquí luchando” o “No me puedo quejar”, etc. se esconden los más negros y desastrosos presagios... se esconden sentencias casi de muerte.
Todo lo volvemos un drama, todo es culpa de alguien (nunca responsabilidad nuestra), alguien o algo nos hace la vida imposible... todas sentencias egoicas sin sentido... locuras de un demente...
Nos tomamos lo que llamamos la “vida” en serio y no nos tomamos en serio (más bien sonriendo) lo único realmente importante... Amar.

Que hemos de ganarnos el pan con el sudor de la frente.
Que hemos venido a penar, “luchando” dice la gente.
No nos podemos quejar, sin embargo nos quejamos.
¡Y cuanta futilidad tanto pensamiento insano!.

Nos embarcamos en una nave que hace aguas con creencias inmutables
en las que se cuece y fragua la infelicidad perdurable.
Pedimos lo mejor de lo mejor pero no creemos merecerlo.
Sin entender que todo es ilusión pues la vida no es nada serio.

13.8.18

Al no tener todas las certezas, aprender a vivir con las incertidumbres

DEJAR FLUIR: El arte de no ir en contra de la corriente

Cada experiencia que vivimos influye en nuestra forma de actuar, sentir y pensar.  De algún modo, nos transforma, ya sea poco a poco o a pasos agigantados; todo depende de la importancia que le otorguemos. El problema es cuando las circunstancias que vivimos nos golpean tan fuerte que son capaces de tambalearnos y de poner nuestro mundo patas arriba y de repente, no sabemos cómo actuar porque nos encantaría que todo fuera de otra manera. Las expectativas pueden hacernos mucho daño.

A veces nos obsesionamos con que todo salga perfecto, es decir, tal y como habíamos pensado. Nos aferramos a un escenario de futuro ideal en el que todas las piezas del puzzle encajan a la perfección esperando a que en la realidad suceda tal cual. La cuestión es que cuando esta llega con sus imperfecciones, nos damos cuentan que hay muchas piezas que no encajan, otras tantas que faltan y algunas que jamás habíamos pensado en ellas. Por ello, nos sentimos frustrados, perdidos e incómodos.

Ahora bien, ¿quién nos aseguró que todo saldría perfecto? Nadie. Tan solo fue una suposición de nuestra mente, una historia que esta nos contaba para dejarnos tranquilos y librarse así de esa incómoda sensación de inseguridad. Lo cierto es que la perfección no siempre es el mejor camino. Obcecarnos en que las cosas sucedan como deseamos puede ser uno de los mayores obstáculos en nuestro camino. Entonces, ¿qué hacer?

9.8.18

El mundo que nos gustaría tener, es responsabilidad de cada uno

PARA CUANDO NECESITES SENTIRTE BIEN CON EL MUNDO

Iba caminando por la calle con mi novio, cuando de pronto se detuvo, recogió una botella plástica que estaba en el suelo y la echó en el basurero que estaba al lado.
Un señor que vio la escena me dijo: “eso lo hará solo en la primera cita”, a lo que yo respondí: Llevamos casi cuatro años juntos y siempre lo hace al ver basura en el suelo”.
Esta pequeña anécdota me recordó una historia que leí en algún momento y que cambió en parte mi manera de ser:
 Iba caminando por la playa cuando vi a una chica que una y otra vez se agachaba para recoger las estrellas de mar que yacían en la arena, todo para luego lanzarlas de vuelta al mar.
Al ver que había miles de estrellas de mar por toda la playa, me acerqué y le pregunté por qué lo hacía y me contestó:
Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano. La marea está baja y si no las devuelvo morirán…
Sorprendida, le dije:
¡No puedes lanzarlas todas! Son demasiadas… puede que no lo hayas notado, pero esto probablemente sucede en cientos de playas a lo largo de la costa. ¿No estarás haciendo algo que no marcará ninguna diferencia?”

8.8.18

Cuidado con tu mirada. Mantén tu corazón firme que los sentidos engañan


CUIDADO CON LO QUE DESEAS

Cuidado con lo que deseas pues lo puedes tener...Se honesto, se consciente, se feliz....

Cuidado con lo que deseas que lo puedes tener.
Lo que trae la marea no siempre es lo que ves.
Ten claras tus prioridades, elige bien lo que quieres
y nunca quemes las naves. Observa bien donde lanzas las redes.

Permanece siempre alerta y si saltan las alarmas
Mira bien lo que despiertas no sea que lo que llamas,
eso que llega a tu puerta respondiendo a tu plegaria
traiga hasta tu presencia lo que rehúyes y apartas.

7.8.18

Nada perturba ni ensombrece a un corazón que ha decidido escucharse

NO ERES TÚ, SOY YO…

Un día me di cuenta que la mayoría de personas que me encontraba por el camino eran maravillosas. Las miraba y veía en ellas su valor, bondad, belleza, actitud, su capacidad para compartir… En ese momento pensé “menuda suerte, cuando no sepas qué camino escoger o la duda te asalte, ellas te ayudarán”. Me ilusionaba pensar que era fruto de haber aprendido por el camino a buscar personas que aportan y cuánto podía aprender de ellas y lo mucho que iba a crecer a su lado… Mi cabeza que siempre da vueltas a todo, demasiadas, de hecho, la gente que me lee ya sabe que pensar es un hábito que estoy dejando a favor de sentir, empezó a preguntarse por qué.

No podía comprender cómo había pasado de ir por la vida encontrando a personas injustas, crueles, con maneras de actuar retorcidas o personas tristes, cansadas, hartas de sufrir, asustadas y con la esperanza perdida a topar ahora con personas llenas de alegría e ilusión… ¿Qué podía haber supuesto el gran cambio de escenario en mi vida, el pasar de encontrar personas rotas y con ganas de romperse más a personas que se habían cosido a ellas mismas e iban por la vida enseñando a otras a coserse solas? ¿Qué me llevó de encontrar dolor y sufrimiento a calor y esperanza…?

Intentaba recodar en qué momento activé el mecanismo que convirtió a las personas que me rodean en sabios que comparten su capacidad y aprendizaje, en personas amables que desean aprender, en personas que dan y se alegran de tus logros y que te cuentan historias hermosas y llenas de valor, en personas humildes llenas de ganas de seguir a pesar de las contrariedades, en personas que te escuchan y te preguntan y que te hablan con palabras hermosas…

6.8.18

Conseguirás lo que desees cuando dejes de necesitarlo para sentirte completo

NUNCA TE OCULTES NADA A TI MISMO
Hace algún tiempo que mis pensamientos fluyen revueltos y con muchos sentimientos diferentes, de frustración, de soledad, de abandono, de rechazo y como no también sentimientos positivos.

Hoy pensaba: “NO puedo aceptar algo que no quiero”, y lo tenía claro “es que no lo quiero”. Leo mucho, reflexiono, interiorizo, vivo las sincronías, elevo mi consciencia, aumento mi vibración, noto las energías y crezco, crezco, crezco… pero, en ocasiones me ronda esa nube oscura, que de vez en cuando cubre mi sol.

Seguro que hay más de uno/a que al leerme se sentirá identificado porque ¿cuantas veces no os sentís agradecidos por lo que tenéis pero añorando aquello que no tenéis?, ¿sintiéndoos culpables por no valorar suficientemente aquello que tenéis? ¿Pidiendo y volviendo a pedir aquello que anheláis y que nunca llega?

Hoy nuevamente al entrar en meditación, puse en mi mente la siguiente pregunta: ¿Por qué no consigo lo que quiero?

2.8.18

Déjate entonces sentir, si el corazón dice sí, es que debe ser así


SER PARA HACER Y TENER
Tenemos la absurda creencia que para ser felices tenemos que “hacer” “algo” para “tener” “cosas” y así ser felices...cuando realmente es al revés...

Parece que crees que hace falta “tener”
para “hacer” y así poder “ser”.
Hace falta tener tiempo,
hace falta el dinero
y hace falta tener el poder.
Parece que creemos en la necesidad
y la creamos sin dudar.
Así vivimos en la eterna ansiedad
y en la queja nada más.

1.8.18

Lo imposible está buscando una puerta para entrar en nuestra vida


EL EFECTO DOMINÓ

Hay que poner límites. Hay que de marcar unas líneas para decidir qué quieres en tu vida y qué no. Asomarse a la ventana de tus asuntos pendientes y escoger uno y sacarle el polvo… Hay que acortar la cola de espera para tomar decisiones en tu vida y borrar… Quitarte de encima lo que sobra y lo que ya no pinta nada. Tirar los vestidos que disimulan lo que no te atreves a afrontar y sentirse libre de hacer mucho el rídiculo para descubrir a los cinco minutos que el ridículo no existe… Que sólo estaba en tu mente.

Hay que dejar un vacío para llenarlo con lo nuevo y soltar lo que pesa, lo que araña, lo que te aleja de estar contigo, sea lo que sea… Mineral, animal o bestia parda. Tenga la cara de un amigo o la de anciano sabio… Sea cómodo o tristemente conocido… Si te aprieta, desabrocha. Si te ahoga, afloja… Si te habla mal, cierra la puerta y apártate.

Buscar lo que te asusta y zarandea pero que sabes que te libera y lanzarse a ello sin pensar. Hay que dejar de pensar un poco y sentir mucho más.

Hay que decir basta a lo que no te llena, a lo que no te apasiona, a lo que no te hace sentir como realmente eres. Aunque eso suponga correr el riesgo de encontrarse solo, perdido, sin nada ni nadie a qué sujetarse, sin botón de alarma ni salida de emergencias. La solución eres tú… Sé que no me crees, porque no está en este tú que duda en poder y que no se atreve a intentar… Está en el tú que sueña, que vibra, que decide, que camina, que resuelve, que confía, que suelta… ¡Qué difícil encontrar ese tú! Yo lo pierdo muchas veces, se me escapa, se esconde de mí porque le arruino la risa y le recuerdo que tal vez no puede… Y no es que lo podamos todo, es que todo es posible y si no, no pasa nada porque hay algo mejor esperando a que nos decidamos a decir que no a lo que no deseamos… A lo que nos denigra, a lo que nos hace sentir insignificantes.