Podríamos definir el
sentido de la vida como el significado que da cada uno a sus vivencias,
propósitos y proyectos que tiene en su mente. Evidentemente varía en función de
cada ser humano, pues cada individuo necesita encontrar su propio sentido a la
vida, y la forma correcta de hacerlo es realizando un viaje a su interior.
“Mi vida no tiene
sentido. Voy a la deriva y sin rumbo. No sé qué quiero, nada me motiva lo
suficiente y no encuentro mi camino en la vida “. Lo normal es
sentirnos identificados con estas palabras, ya que todos nos hemos sentido así
en algún momento, en determinadas etapas vitales.
Generalmente, las crisis existenciales nacen ante ciertas situaciones dolorosas, como una ruptura amorosa, la muerte de un ser querido, un desengaño, una pérdida de trabajo…
En
definitiva, todas aquellas situaciones que nos generan dolor y
desesperanza podrían precipitar una crisis existencial. Si bien es cierto
que para algunas personas son crisis temporales, para otras no encontrarle
sentido a la vida puede resultarles dramático.
La magnitud de una
crisis existencial, hace que nos sintamos muy perdidos. Dudamos de quiénes
somos, mirando al futuro con la inseguridad que propicia la sensación de
indefinición.
Lo cierto es que la
vida tiene sentido en cualquier circunstancia, porque en situaciones de
sufrimiento y de adversidad si una persona es capaz de dar sentido a la
adversidad, puede convertir su tragedia en un logro, en una forma de
superación.
El sentido de la vida para cada persona está ahí,
esperando a ser encontrado.
Cada uno de nosotros
escribimos nuestra propia historia, decidimos cómo sentirnos frente a
determinadas situaciones y configuramos día a día nuestra existencia.
En esos momentos en
los que mi vida no tiene sentido posiblemente experimente ciertas emociones
asociadas a ese estado. Es importante prestarles atención a las señales de
alarma, pues son síntomas de que algo no va bien. Es probable que
experimentemos:
1.- SENTIMIENTO DE
TRISTEZA. Nos sentimos apáticos, la tristeza nos invade sin saber
descifrar exactamente el motivo. Es más, algunas personas piensan que no tienen
motivos para sentirse así, ya que tienen un buen trabajo, familia, amigos… y
todavía así sienten una tristeza que no saben explicar.
2.- PÉRDIDA DE
IDENTIDAD. Se produce un desconocimiento hacia uno mismo. De tal forma que
“mi vida no tiene sentido y me siento perdido, sin saber quién soy ni qué
quiero”.
3.- PÉRDIDA
DE INTERÉS por aquellas actividades que antes te agradaban. No disfrutas
de las cosas, nada te resulta gratificante. Por ello, nace un sentimiento de
aburrimiento frente a toda acción.
4.- AISLAMIENTO
SOCIAL. La tristeza, la falta de interés y frustración frente a la
insatisfacción de tu vida, conducen a un mayor aislamiento social, ya que no te
apetece relacionarte con los demás.
Cuando nos
encontremos en una crisis existencial, lo más conveniente es buscar en nuestro
interior las respuestas de porque estamos en dicha situación.
Debemos dedicar
tiempo a mirar dentro de nosotros y en esa búsqueda es muy posible que
necesites plantearte ciertas cuestiones acerca de ti mismo:
¿NECESITO HACER
CAMBIOS EN MI VIDA?,
¿QUÉ SIENTO?,
¿QUÉ PIENSO?,
¿QUÉ QUIERO?,
¿DOY PREFERENCIA A
LO QUE NECESITO?,
y la más
importante ¿SOY REALMENTE QUIEN QUIERO SER?
Buscar respuestas a
estas cuestiones nos pueden guiar en nuestro camino a un mejor conocimiento de
nosotros mismos. Y es probable que para encontrar dicho sentido sea
necesario conectar con nosotros mismos y darnos el valor y el tiempo que
necesitamos.
Pensemos, ¿realmente
puede tener sentido y significado nuestra vida si no sabemos quiénes somos?
Debemos tener muy
presente que el vacío existencial (pérdida del sentido de la vida) implica
la pérdida de contacto con uno mismo, como si poco a poco te fueras
desconectando de ti mismo y comenzaras a ser un espectador más de tu vida.
Por eso cuando esto
te suceda, no lo dudes ni un momento… mira dentro de ti, camina hacia tu
interior y conecta con tu propio ser.
http://lacienciadelespiritu.blogspot.com/2020/10/que-podemos-hacer-cuando-no-encontramos.html
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