LA TEORÍA DEL ESPEJO SOCIAL
VEMOS LO QUE REFLEJAMOS
La denominada teoría del espejo social establece que es
la propia inconsciencia, por medio de la proyección psicológica, la cual hace
pensar que los defectos que se perciben en las demás personas solo existen en
ellas, pero no en nosotros. En realidad, esta teoría implica mucho más.
Para poder entender este proceso, es necesario remontarse a
la denominada teoría del espejo atribuible al psicoanalista Jacques Lacan.
La teoría del espejo
Jacques Lacan analizó la formación del yo durante la fase de desarrollo psicológico de los niños entre los 6 y 18 meses. Durante ese periodo, especificó que son capaces de identificar claramente su propia imagen en el espejo y también de mostrar gran júbilo al reconocerse a sí mismos.
En resumen, a los niños y a las niñas les gusta la imagen
que el espejo proyecta.
Este tipo de aprendizaje, también denominado identificación
del yo, se puede extrapolar a las relaciones sociales e interpersonales que
las personas adquirimos a lo largo de toda nuestra vida.
“A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado
a sí mismas. Pero el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno
crea”. Thomas Szasz
La teoría del espejo
aplicada a las relaciones sociales
Ves lo que reflejas
La psicología personal afirma que el exterior actúa
como un espejo para nuestra propia mente, pues vemos reflejadas nuestras
características personales en el mismo. Además, la teoría del espejo
social también aparece reflejada cuando las personas afirman conocer muy
bien a otras personas, pero en realidad lo que hacen es proyectar sobre
ellas su propia realidad.
Cuando las personas son conscientes de que aquello
que proyectan en las demás personas permite descubrir cómo son en realidad,
esto les permite recuperar el control sobre lo que está sucediendo en su propio
interior, y así de esta manera poder hacerse cargo y trabajar aquellos aspectos
que no se desea mantener o se quiere transformar en positivo.
Las cuatro leyes de
la teoría del espejo social
La teoría del espejo social se puede dividir principalmente
en cuatro leyes:
- Todo lo que me molesta o quiero cambiar de la otra persona, está en mí: hace referencia a que aquello que nos molesta de los demás, está, de alguna manera, presente en nuestro interior, y por lo tanto, debemos ser nosotros quienes cambiemos.
- Todo
lo que la otra persona me critica, o juzga, si me molesta o me hiere, está
reprimido en mí y necesito trabajarlo: hace referencia a las críticas,
que si bien nos molestan es porque, de alguna manera, está en nuestro
interior y ante esto, la solución es intentar mejorar.
- Todo
lo que me gusta de la otra persona, también está dentro de mí: hace
referencia en gran medida a la envidia.
No se envidia lo que se tiene, sino aquello que gusta pero que no se
tiene. Es importante recordar que cuando nos agradan las cualidades de
otras personas, seguramente es porque también las tengamos en
nuestro interior y tal vez no se han desarrollado o no se
han podido demostrar aún.
- Todo
lo que la otra persona me critica, juzga o quiere cambiar en mí sin que me
afecte, le pertenece a él: esta ley es justo la contraria a la
segunda. Hace referencia a que si te critican algo y no te afecta, al
final, el problema lo tiene la otra persona. En este caso, la teoría del
espejo social se pone en contra de estas personas, de tal forma que, a
menos que cambien sentirán cada vez más frustración.
La segunda ley y la cuarta una vez unidas proporcionan
una conclusión interesante ante las críticas: cuando nos
ofendemos, probablemente, deberíamos cambiar; pero si no nos ofende la crítica,
lo más probable es que sea la otra persona la que deba cambiar.
El cuento del beduino
Para finalizar, este cuento, refleja muy bien la teoría
del espejo social, y cómo nos puede ayudar a evitar problemas al mismo
tiempo que progresamos como personas:
Estaba un beduino sentado en un cruce de caminos a la
entrada de un poblado, cuando se acerca a él un forastero, y le
dice: «Oiga, en este poblado ¿cómo es la gente?»
El beduino le responde con otra pregunta: «De donde viene
usted, ¿cómo era la gente?»
El forastero le dice: «Muy mala gente».
Así que el beduino le dice finalmente: «Pues aquí son
iguales, mejor pase de largo y no se moleste en entrar en el poblado».
Al cabo de un rato llega otro forastero en un camello, y
le pregunta lo mismo: «Oiga, en este poblado ¿cómo es la gente?».
El beduino contesta de nuevo con una pregunta: «De donde
viene usted, ¿cómo era la gente?»
Esta vez el forastero responde: «Muy buena gente. Me han
tratado muy bien, muy amables y simpáticos».
La respuesta del beduino fue: «Pues, aquí le van a tratar
igual de bien. Entre al pueblo y disfrute de su hospitalidad».
Finalmente, podemos extraer de todo lo visto acerca de la
teoría del espejo social que la clave no está en lo que nos sucede,
sino en cómo reaccionamos a ello. Cuando las personas son capaces de
observar las reacciones que tienen, abstraerse y verse a sí mismas desde otra
perspectiva diferente a la propia, ello puede ayudar y mucho a corregir
los desequilibrios que pueda tener en su propio interior.
Es fundamental que las personas se conozcan a sí mismas
para lograr un adecuado desarrollo personal.
https://www.psicoactiva.com/blog/la-teoria-del-espejo-social-vemos-lo-que-reflejamos/
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