EL AMOR ES OTRA COSA
Mucho se habla del amor y se le ponen normas y apellidos,
pero el amor es otra cosa. No necesita de más estrategias que ser sentido y
vivido. No busca más caminos que ser el camino… No añora más momentos que este
momento.
El amor es otra cosa porque no tiene miedo. Aunque los
que aman lo tengan, aunque estén rotos por dentro y cosidos por fuera para
disimular… Porque no puede calcularse, ni medirse, ni llevar etiquetas. La
única etiqueta que soporta es la de incondicional, si se le ponen condiciones,
no es amor es necesidad, conveniencia, resistencia, comodidad, desidia,
orgullo…
Mucho se escribe del amor y se intenta que rime, que suene bien, que sepa dulce, que sea apasionado, pero el amor es otra cosa. El amor siempre se canta, se baila, se vibra, se desnuda. Aunque se viva en el vertedero siempre huele a rosas. Aunque se ame con palabras sencillas, siempre son las adecuadas… Aunque no se le escriban poemas, siempre tiene música.
Aunque sea un amor desnudo entre dos personas tristes que usarán este amor para encontrar una sonrisa y ver que en realidad se buscaban a ellas mismas… Aunque sea un amor febril entre dos personas bárbaras y encuentren la calma al soltar su rabia. Aunque dure cinco minutos o una vida, el amor es un lapso en el espacio y en el tiempo en el que se puede existir toda una eternidad.Se han escrito millones de libros sobre el amor, pero no
sabemos casi nada. El amor es otra cosa. No es una ceremonia. No es un ritual.
No es un rato bajo las sábanas, ni cien días bajo el sol. No es aguantar nada,
ni mirar a otro lado. No es obedecer ni suplicar, no es estar alerta ni esperar
lo mejor, ni lo peor, ni siquiera esperar… Es vivir. Es darte cuenta de que
estás en casa.
Mucho se espera del amor. Que nos cure, que nos calme, que
nos recuerde que valemos, que merecemos, que somos dignos, que existimos, que
cuando no estemos se nos llore y recuerde, que se diga nuestro nombre en voz
alta sin aliento… Queremos un amor que llore cuando lloramos y que al
mismo tiempo nos seque las lágrimas y nos empuje a la risa. Queremos que nos
eche de menos, que nos suspire las ausencias, que nos cubra los huecos y llene
los vacíos, que nos haga seguir adelante y confiar en la vida. Queremos un amor
que no hiera, no duela, no marque, no llegue demasiado lejos si nosotros no
llegamos lejos y que no se quede atrás si nosotros decidimos seguir adelante.
Queremos un amor que sólo sea libre hasta donde nos llegan
las ganas de que sea libre, que solo baile hasta donde llegan nuestros pasos de
baile, que solo camine hasta donde nosotros nos cansamos del camino… Nos asusta
verle crecer sin nosotros, levantarse sin nosotros, ser sin que nosotros
seamos. Nos da miedo despertar un día y ver que habíamos convertido el amor en
rutina y no cuidamos lo suficiente de él mientras cuando esperábamos los
grandes momentos.
Mucho se busca en el amor sin amarlo, sin querer sumergirse
en él y darle más forma que nuestra forma, sin querer ver el espejo que nos
pone delante y comprender que amar es el acto más rotundo de sinceridad, la
experiencia más inmensa de vulnerabilidad y desnudez, el momento de más
grandeza e humildad en nuestra vida…
Se dice del amor que te vuelve loco, pero el amor es otra
cosa, es encontrar la propia cordura oculta tras un halo de mediocridad impuesta,
de temor, de angustia… Es darse cuenta de que los locos son los que no se dejan
llevar por la vida y que el mundo va al revés y no importa porque ahora ya lo
sabes y cuando llega el mareo sabes por qué.
Mucho se cuenta del amor cuando falta, pero no cuando se
huye de él, cuando está presente y no se ve, ni se aprecia, ni se agradece…
Como el sol que sólo se añora cuando está cubierto de nubes negras, como el
árbol que da sombra que sólo se echa de menos cuando ya no está y no da sombra…
Todos hablamos en nombre del amor, pero el amor es otra
cosa… Sólo tiene un nombre, es tu nombre y cuando te das cuenta, se abre a
todos los nombres y se hace tan grande que puede ser compartido. El amor es
sentirse, es pertenecerse, es dejarse de privar a uno mismo de lo hermoso y de
lo bueno, es cuidarse, es soltar el equipaje pesado de reproches y lamentos, de
frases gastadas y palabras hirientes, de creencias rancias y juramentos
absurdos… El amor es permitirse ser y estar sin apenas tener que hacer nada.
Siendo y sintiendo, sin parar.
Se espera ser un gran amante sin cuidar las palabras. Se
espera recibir abrazos sin cuidar las costuras, sin agradecer momentos ni
pensar más allá de la ventana sin cruzar la puerta, sin compartir más que lo
que sobra y repartiendo cansancio y desgana… Del amor se espera magia y
fantasía, pero el amor también es el “buenos días”, el gesto amable, el mirar a
los ojos al compañero, el no poner etiquetas a otras personas… El amor es
limpiar la mente de juicios y abrir las manos, es la confianza y el silencio.
Es subir el último peldaño a veces sin saber a dónde lleva la escalera y saber
que el único abismo que nos espera es no saber quienes somos y olvidar
qué nos mueve. El amor es un máster improvisado y acelerado en paciencia,
escucha y respeto.
No el amor no rima, pero tampoco araña o no debería. De
hecho, si araña no es amor, es una venganza con labios de seda y ojos
brillantes. No te da nada que no estuviera antes en ti escondido esperando ser
rescatado. No te da más alas que las alas que ya tenías pegadas a la espalda
pero no veías porque ignorabas que no siempre serías un gusano esperando a
darse cuenta de que podías metamorfosear.
Mucho se habla del amor sin amar. Sin dejarse llevar, sin
soltar las tragedias pasadas y las inventadas, sin permitirse un poco de paz y
un poco de risa… Sin estar dispuesto a abrir corazón y cabeza y bailar.
Se espera amar con ansia sin amar el silencio compartido y dejar de buscar
razones y excusas… Se espera amar sin medida sin apenas mecerse en el
insomnio de una noche sin respuestas y en la incertidumbre de muchas tardes sin
saber qué pasará…
Mucho se habla del amor, pero el amor no es nada que pueda
contarse con palabras, es otra cosa. Es todo. Eres tú.
Mercè Roura
https://mercerou.wordpress.com/2021/04/23/el-amor-es-otra-cosa/
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