NO TEMAS
Desde el ahora puedo observar la dificultad de comprender “al otro”, a ese otro que tanto nos aterra, y también la belleza de integrar ese dolor en el amor que todo lo mantiene unido.
En el ahora está el sueño,
la realidad, la mentira y la verdad. En el ahora tienes la presencia ingrávida
de lo que verdaderamente eres, y también el pesado velo que pretende ocultarlo.
Si te sientes herido en lo
más profundo de tu alma, deja que tus dolores descansen en el abrazo de la
vida, y comprenderás que aquella herida no fue más que un pasajero dolor de
alguien que solo quería existir.
No temas dejar todas las
pesadas cargas que llevas en tu interior, en la antesala de la verdad: allí no
entrarás portando ninguna mochila. No temas andar ligero, sin
ataduras, como hace el viento.
No temas dejar de hacer el
esfuerzo mental que cree que puede solucionarlo todo con un golpe de
pensamiento. Solo comprender la trampa te hará libre.
No temas al que pretende
herirte; más bien contempla tu herida con ojos seguros.
No temas a la muerte que
llega siempre; más bien observa el temor que hemos impregnado alrededor de
ella. Dentro de esa masa oscura se encuentra el brillo de la verdad.
No dejes que la palabrería
de otros te confunda, y menos aún la mía. Quien verdaderamente te guía por
camino cierto no suele pronunciar palabra
TÓMALO CON CALMA
NO TE APURES. Vas a
vivir para siempre en alguna parte. De hecho, ya estás en la eternidad, así
que, ¿cuál es el apuro?
NO TE PREOCUPES. ¿Acaso
este asunto va a tener alguna importancia dentro de veinte años? Tú le
perteneces a Dios, y Dios es Amor; así que, ¿para qué irritarse?
NO CONDENES. En vista
de que no puedes meterte bajo la piel de la otra persona, no hay forma humana
de que puedas saber qué dificultades él o ella ha tenido que enfrentar cuánta
tentación, o malentendidos, o estupidez propia ha tenido que superar. Tú
tampoco eres perfecto, y puede que hasta seas peor de calzarte sus zapatos. ¡No
juzgues!
NO RESIENTAS. Si algún
mal se ha hecho, con toda seguridad la Gran Ley se encargará de ello. Elévate
en conciencia, y así te liberas al tiempo que liberas al delincuente. El perdón
es la medicina más fuerte de todas.
NO TE QUEJES. Consume
tu propio humo. Tu propio concepto es lo que ves; así que hazle un tratamiento
y cambialo
NO TE ENFADES. Sea
como fuere, no puedes retener lo que no te pertenece por derecho de conciencia.
Arrebatar lo ajeno pospone tu bien.
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