CUANDO SE EVAPORA LA ILUSIÓN
Os acordáis de la ilusión que
teníamos de pequeños, la que borraba cualquier problema, la que iluminaba
cualquier sombra con nuestra sonrisa, la que nos elevaba como en una nube para
soñar...?
¿A donde fue esa ilusión?
Los niños son como las estrellas, sin ellos la vida sería muy oscura. Algo muy bonito que tienen es la espontaneidad, capaces de hacer lo que quieren sin pensar en consecuencias, sin miedo, sin creencias... Libres!...
Cuando crecemos y nos vamos llenando de limitaciones, leyes, y creencias... ahí es donde se evapora la ilusión, cuando dejamos de ser espontáneos y coherentes, para ser correctos socialmente.
Cuántas veces hemos empezado un trabajo, un hobby, un sueño... llenos de ilusión y ganas, pero poco a poco nos fuimos desinflando como un globo va perdiendo el aire...
La autoestima desaparece, las dudas vienen, nos tiemblan las piernas por la inseguridad de seguir, lloramos, explotamos, pedimos ayuda, hacemos terapia, nos compramos un perro, tenemos un hijo, escribimos un libro, etcétera... Y hacemos miles de cosas intentando buscar fuera lo que siempre estuvo dentro.
¿Creéis que cuando un niño salta piensa que se puede romper algo? ¿O que llegará poco o muy lejos?
El niño simplemente salta ilusionado.
Nosotros, "adultos conscientes", elegimos llenarnos de expectativas, posibilidades, y mediciones perfectas de lo que va a pasar y cuando no sale como queremos o esperamos, nos frustramos, y nos desilusionamos. Vivimos tan rápido que si no tenemos ya lo que queremos, "no merece la pena"...
Y entiendo que en algunos momentos lo vemos todo muy negro para seguir, pero os digo algo:
"El momento más oscuro de la vida se encuentra segundos antes del amanecer"
Te invito a que te vacíes de creencias, expectativas y posibilidades, que vivas el día a día haciendo lo que amas, que te lleves bien con el dinero sin darle más que el poder de un papel y que apuntes bien alto en tus sueños, teniendo claro que la casa se hace ladrillo a ladrillo, paso a paso.
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