20.10.15

Tu pensamiento es quien crea lo que te envuelve: no es lo que te pasa es cómo lo piensas.

ALCANZA LO QUE MERECES Y LLEGARÁ LO QUE NECESITAS

¿Habías pensado en esta sencilla ecuación en algún momento? No hay un entramado mágico tras ello, en realidad, es un simple autodescubrimiento capaz de guiarnos en cada uno de nuestros pasos, para alcanzar logros. Aquello que de verdad necesitamos.

Piensa en tu día a día. Lleno de presiones, obligaciones y objetivos que cumplir. Te hallas tan arraigado a estas realidades que te olvidas de atender algo esencial. A ti mismo. A lo que mereces, a lo que necesitas.

En el momento en que te das cuenta que mereces respeto, alzas tu voz y llega lo que necesitas: reconocimiento. En el momento en que descubres que mereces ser feliz, pones en marcha el motor del cambio y poco a poco, llega el equilibrio, la plenitud.

Ahora bien, sabemos que todos estos principios son muy difíciles de conseguir. En el día a día nos encontramos muy ligados, muy apegados a cosas y personas. Sabes que necesitas más reconocimiento por parte de tu pareja, de tu familia, pero… ¿Cómo alcanzarlo si ellos no “dan el paso”?

En realidad, el cambio siempre debe partir de nosotros mismos. Las personas no cambian. Por lo tanto, eres tú quien debe alcanzar lo que mereces dentro de tus posibilidades, porque cualquier movimiento, o cambio de actitud, por pequeño que sea, puede generar grandes cosas.

Al  destino no se le espera: se le crea

Tú eres el artífice de tu propia vida. Mientras avanzas y lo creas, el propio camino te irá trayendo obstáculos que superar y de los que aprender. Ahora bien, si no tienes claro aquello que mereces, es probable que te acabes perdiendo.

Si hay algo que mereces es ser feliz. Así pues, no te quedes esperando a ver qué hace el destino contigo, levántate y ve construyéndolo mediante tus actos y tus pensamientos.
Hay quien no tiene muy claro aquello que de verdad merece. Deja pasar el tiempo y la vida va hilando sus logros y también sus tragedias. Si no tienes claro que mereces dignidad, libertad y derecho a disponer de tu crecimiento personal, es probable que terceras personas vulneren esos principios sin pedirte permiso.

No debemos permitirlo. Si hay una necesidad esencial que debes cultivar en el día a día, es tener muy claro todo lo que de verdad mereces. Y no te equivoques, el permitirte aquello que necesitas y mereces no es ser egoísta. Es mirar por ti, es respetarte, es cuidar de tu autoestima.

Mereces ser tú mismo cada dia de tu vida: escucha tu voz interior

¿Cuándo fue la última vez que hablaste contigo mismo? ¿Crees que es una conversación inútil? La verdad es que cuesta creerlo, pero en realidad, son muy pocas las veces en las que llegamos a hacer un auténtico diálogo interno.

·           La mente suele estar llena de “ruido”. Los pensamientos limitantes, las preocupaciones, el recordar los errores del día, las palabras dichas o no dichas, deja poco espacio para nuestra voz interior.

·           Dedica una o dos horas al día para ti mismo. Debe ser tu espacio personal, privado. Relájate y empieza primero por preguntarte cómo te sientes. Después, plantéate otra pregunta: ¿Qué necesitas? 

·           Por último, afronta otra cuestión: ¿piensas que estás siendo tú mismo cada día de tu vida? En ocasiones, anteponemos las necesidades ajenas a las propias, de forma que poco a poco, nos vamos quedando en un segundo plano donde llegar a ser  “una sombra de nosotros mismos”. Cuidado.

Para conseguir lo que necesitas primero debes permitirte lo que mereces

Es así de sencillo. Para cumplir una necesidad primero hay que ser capaz de abrir una puerta. Nadie va a saciar su sed si no busca una fuente, o no sale al exterior para aguardar la llegada de la lluvia.

A este mundo llegamos sin nada y nos vamos de igual forma. Deja que todo ese trascurso llamado vida fluya con integridad y felicidad sabiendo siempre y en cada momento lo que mereces, lo que tu esencia vital necesita.

Como ves, es nuestra propia fuerza interior, determinación y voluntad las que deben tener muy claro en cada momento dónde están los límites y cuál es el camino. Si alguien te infravalora, usa la ironía para atacarte o se prioriza cada día dejándote en segundo plano, está cruzando el límite de lo que es permisible. No lo mereces.

Ten siempre muy en cuenta estos sencillos principios:

·           Tu pensamiento es quien crea lo que te envuelve: no es lo que te pasa es cómo lo piensas.

·           Piensa de una forma más libre, más abierta, evita los miedos, las negaciones, la indecisión… Amplia perspectivas, sal de tu zona de confort cotidiana.

·           ¿Piensas que mereces ser independiente, tener tu “lugar en el mundo”?  Márcate un propósito cada día y supérate. Al final llegará lo que necesitas: tu propio reconocimiento y satisfacción personal.

·           ¿Mereces a alguien que te quiera de verdad? Empieza siendo primero la persona que tú deseas ser. Cuando te sientas orgulloso de ti mismo, atraerás a la persona que de verdad necesita tu corazón.

·           ¿Mereces ser feliz? Entonces rompe barreras, aléjate de quien te hace daño, vive nuevas experiencias y, día a día, llegará lo que necesitas: el verdadero bienestar. La plenitud personal.

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