4.12.17

Y reconforta saber que no hay nada que hacer, que no hay que hacer nada

SI NOS DAMOS UNA TREGUA


Cuando crees que estás en la Senda, sucede, a veces, que la “realidad” te atropella y te devuelve a la casilla de salida...pero no es la misma casilla ni la misma salida porque a pesar de todo lo que podamos creer, es inevitable que avancemos...
A veces debemos darnos una tregua a nosotros mismos y no ser tan exigentes...
debemos ser pacientes...porque este es el único modo de avanzar...
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Acaba de atropellarme esa realidad
de la que creo escaparme y que me atrapa.
Acaba de arrasarme con total impunidad
haciéndome sentir que mi alma derrapa.

Yo que hice acto de subsanación.
Yo que creí estar por encima de “to”
ahora extiendo los brazos en señal de rendición,
me pido perdón y acepto ver la repetición de la jugada.


Acabo de recibir una cura de humildad.
El Universo me saca la lengua.
Acabo de ver el rostro de la verdad
confianza no mengua.

Debí respirar y verlo de otro modo
en vez de apretar y usar los codos,
salir del embuste sin salpicar el lodo
porque todo se sana solo si nos damos una tregua.

Y reconforta saber que no hay nada que hacer
que no hay  que hacer nada
solo mantener la mirada
hasta por fin ver

Acabo de acabar con la impermeabilidad
y dejo que me calen las aguas de la esperanza,
reconozco que solo tiene viabilidad
el camino si la meta alcanza.

Dejar de juzgarme, esa es la premisa,
que lo que me recubre es solo una camisa
que nada, solo yo, puede borrar mi sonrisa
y que no hay prisa cuando esa brisa dibuja tu danza.

Y reconforta saber que no hay nada que hacer
que no hay  que hacer nada
solo mantener la mirada
hasta por fin ver

A.BARO


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