“Caminar
hacia la verdad es mas difícil que caminar por el filo de una
navaja, por eso son pocos los que se comprometen con la búsqueda”
L.S.
La
dualidad nos acompaña, desde que llegamos aquí, desde que nacemos,
saber gestionarla es fundamental para tener un buen equilibrio,
emocional, energético y mental a lo largo de nuestra vida
Todos
tenemos miedos. Todos tenemos fantasmas que se acercan y que crecen
a su antojo alimentados por nuestros miedos. Todos somos víctimas y
verdugos. Todos ángeles y demonios.
Lo
cierto es que detrás de nuestra luz están también nuestras
sombras. Todo es sencillo y complejo a la vez. A los días, en los
que todo lo vemos con optimismo y claridad, le siguen otros en los
cuales no acertamos a encontrarnos bien y el equilibrio se nos
escapa entre los dedos por cualquier adversidad grande o pequeña.
Dentro
de nosotros, está la cara y la cruz, el yin y el yang, lo femenino
y lo masculino, lo negro y lo blanco, el sol y la luna, el día y la
noche.
La
balanza se inclinará hacia lo que cada uno alimente en su interior.
Si en ti está presente la queja continua te convertirás en la
queja perpetua, si la negatividad es el color con el que pintas la
mayoría de los cuadros de tu vida te volverás oscuro y siniestro y
si dejas que el temor te atenace sin descanso comenzarás a ser la
cara visible de todos tus miedos.
Si
por el contrario eliges esforzarte en abrazar sonrisas serás parte
de la alegría que conquista el mundo, si te vistes cada mañana al
levantarte, con la ilusión y la esperanza te alzarás con la
victoria de tu presente continuo y si te fundes con el amor serás
una continua fuente de afectos para todos los que te rodean.
La
teoría es fácil eres tú quien elige, pero en la práctica no es
sencillo hacerlo.
Hemos
aprendido a cargar las tintas hacia un lado o hacia otro. Hemos
imitado ejemplos o repetido esquemas de conducta a las que
rechazamos con odio infernal.
Nos
han enseñado y así lo hemos aceptado que “LO MALO CONOCIDO
ES MEJOR QUE A LO BUENO POR CONOCER” a “LLORAR SIN
LÁGRIMAS” y a “BESAR SIN BESOS”. Incluso nos hemos
olvidado de las emociones auténticas, las nuestras, que nos podrían
dar felicidad por otras que nos hacen morir poco a poco.
Hay
una cara y una cruz en nuestro interior. Descubre qué lado pesa más
para ti, y si no estás en el lugar que deseas, corrige la
desviación a toda costa.
Y
ponte a trabajar para colocar tus pies dentro de la línea de lo que
te haga feliz.
Sabemos
que no es fácil. Pero sabemos también que sí es posible.
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